lunes, 30 de septiembre de 2013

Netanyahu pide a Obama que no se deje engatusar y no levante sanciones a Irán


El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió este lunes al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que no se fíe de las buenas palabras de Irán y que mantenga e incluso aumente las sanciones contra el régimen de Teherán.
"Irán está comprometido con la destrucción de Israel. El programa nuclear debe ser completamente desmantelado… Si Irán continúa con su programa nuclear durante las negociaciones, las sanciones deben ser reforzadas", dijo Netanyahu tras reunirse con Obama en la Casa Blanca.
Tres días después de la primera conversación entre un presidente de EEUU y otro de Irán en 34 años, Netanyahu visitó a Obama con el mismo mensaje escéptico sobre las intenciones de Teherán. Los dos líderes se reunieron durante algo más de una hora y almorzaron juntos.
Netanyahu intenta convencer a Obama de que no se deje engatusar por la ofensiva diplomática del presidente iraní, Hasan Rohani, en Nueva York. La semana pasada, el iraní hizo un discurso moderado ante Naciones Unidas, condenó explícitamente el Holocausto y se reunió con líderes europeos. Justo cuando se iba en coche hacia el aeropuerto para volver a casa, habló por teléfono con Obama y se convirtió así en el primer presidente iraní en llamar a uno estadounidense desde 1979.
Tras la reunión en la Casa Blanca, el primer ministro israelí dijo ante la prensa que los gestos no son suficientes. A su lado, Obama replicó que será cauteloso en su trato con Irán. "Empezamos las charlas con Irán con los ojos abiertos", dijo el presidente de EEUU, que también aseguró que consultará con Israel durante las charlas con Teherán y que "no se han quitado opciones de la mesa". Obama reconoció que las negociación con Irán "no serán fáciles" y que cualquier acuerdo necesitará «el estándar más alto de verificación".
Después de la llamada telefónica de Rohani a Obama, Netanyahu pasó el fin de semana reescribiendo el discurso que dará ante la Asamblea General de la ONU este martes y afinando su mensaje para la Casa Blanca. El primer ministro israelí ya tenía previsto subrayar la amenaza nuclear de Irán.
Es el mismo que el año pasado sacó el dibujo, estilo cómic, de una bomba a punto de estallar para hablar de Teherán. Ahora ha retocado sus declaraciones para insistir más en la inocencia de estadounidenses y europeos ante el nuevo tono del Gobierno de Rohani.
"Diré la verdad frente al intento de engatusar y al ataque de sonrisas", dijo Netanyahu antes de volar a Estados Unidos el domingo. El primer ministro insiste en que la seguridad de su país está en juego y que Occidente debe tener cuidado con las maniobras de Teherán para librarse de las sanciones.
Netanyahu insiste en que no se alivie ningún castigo hasta que Irán cumpla con todas las condiciones que llevan años pidiendo los occidentales, como que pare el enriquecimiento de uranio dentro de su territorio con las 18.000 centrifugadoras en su poder o que clausure un nuevo reactor con plutonio, otro material para conseguir la bomba atómica.
El primer ministro israelí ya se ha enfrentado a Obama en otras ocasiones porque le gustaría ver más firmeza, aunque fuera retórica, en Washington. El año pasado, Netanyahu insistía en que Obama debía definir con claridad una 'línea roja' sobre el programa nuclear iraní y estar dispuesto a atacar o a apoyar un ataque por parte de Israel como castigo a los progresos en el enriquecimiento de uranio hacia la bomba atómica. Los expertos de Tel Aviv repiten que Irán tiene esta arma de destrucción masiva al alcance.
Pero aunque tenga a Israel y a Arabia Saudí en contra, Estados Unidos está decidido a negociar una vez más sobre el programa nuclear iraní. John Kerry, el secretario de Estado, participó el jueves por primera vez en las charlas con el ministro de Exteriores de Irán y los representantes de Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia, China y la UE. La próxima cita diplomática es el 15 de octubre en Ginebra.
Pese a la década de negociaciones infructuosas, el Gobierno iraní dice ahora que un acuerdo es posible en 2014. Los escépticos insisten en que Teherán tiene un historial poco alentador. Rohani fue negociador para el acuerdo nuclear de 2003 que su país después no respetó.
Fuente:elmundo.es

sábado, 28 de septiembre de 2013

Los judíos no son el problema - Jonathan S. Tobin


Justo a tiempo para las fiestas de otoño del calendario hebreo (los judíos de todo el mundo celebran desde la semana pasada Sucot, o Fiesta de los Tabernáculos), el New York Times del domingo abordaba la delicada cuestión del Monte del Templo de Jerusalén, en el que, según se nos cuenta, judíos problemáticos están infringiendo las reglas y dificultando aún más la coexistencia, cuando no la paz. Ya que algunos extremistas judíos sueñan de forma absurda con reemplazar las mezquitas situadas en la cima del Monte (que se alza sobre el Muro Occidental) por un reconstruido Tercer Templo –plan que desencadenaría una guerra religiosa que no desearía nadie en su sano juicio–, Israel ha tratado de mantener la paz en la ciudad limitando las visitas de judíos a la zona y prohibiendo allí sus rezos. Así pues, con un número creciente de judíos que desean echar un vistazo y quizá incluso pronunciar una oración de forma clandestina, en el artículo del Times parece ser que se trata de un nuevo caso en el que los israelíes crean dificultades a sus vecinos árabes y los expulsan de una ciudad sagrada para las tres religiones monoteístas.
Pero por muy peligrosa que pueda ser para la paz mundial cualquier idea que arriesgue la Cúpula de la Roca o la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén el problema no son los judíos. Y es que la disputa no se debe tanto a quién controla el Monte del Templo, sino a los intentos musulmanes de negar la historia judía que, literalmente, se halla bajo sus pies. Si sólo fuera cuestión de compartir un espacio sagrado, sería posible alcanzar compromisos razonables que concedieran a los musulmanes una completa autonomía sobre sus lugares santos al tiempo que se permitiera que los judíos orasen en el centro espiritual de su religión, ya que los extremistas judíos que desean expulsar a los musulmanes del lugar son una insignificante minoría. Pero mientras la postura oficial tanto de la autoridad religiosa musulmana del Waqf (a la que Israel permite controlar el lugar desde la Guerra de los Seis Días, en 1967) como de la Autoridad Palestina sea que los templos nunca existieron y que los judíos no tienen derechos sobre su capital ancestral, ése será el verdadero obstáculo para la paz.
En el meollo de la cuestión se encuentra un error que comete en su artículo Jodi Rudoren, jefa de la corresponsalía en Jerusalén del Times. En un esfuerzo por dotar de cierto trasfondo histórico a la disputa, escribe lo siguiente:
En el año 2000, una visita de Ariel Sharón, entonces líder de la oposición israelí, acompañado de 1.000 agentes de policía, provocó un estallido de violencia y, en opinión de muchos, desencadenó la segunda intifada.
Muchos podrán opinar eso, pero es una completa mentira. Como varios miembros de la Autoridad Palestina han admitido públicamente desde hace tiempo, la intifada fue planeada por su entonces líder, Yaser Arafat, mucho antes de que Sharón diera un paseo por el área de los templos coincidiendo con el Año Nuevo judío. La intifada fue una estrategia deliberada con la que Arafat respondía a la oferta israelí de un Estado palestino independiente en casi toda la Margen Occidental, Gaza y una parte de Jerusalén que habría incluido el Monte del Templo. La guerra terrorista de desgaste pretendía someter a los israelíes y forzarlos, a ellos y a Estados Unidos, a ofrecer más concesiones todavía, sin que los palestinos tuvieran que reconocer la legitimidad del Estado judío, independientemente de dónde se situaran las fronteras de éste. La visita de Sharon fue, simplemente, una excusa que ha sido desmontada desde entonces.
Rudored merece ser criticada enérgicamente por difundir semejante propaganda sin señalar siquiera las pruebas que la contradicen. Pero el problema es algo que vas más allá de un error que demuestra su tendencia a tragarse las mentiras palestinas. La importancia de la historia de Sharón radica en que muestra la forma en que los dirigentes palestinos han usado durante generaciones el Monte del Templo para avivar el odio contra los israelíes.
Debe señalarse que, casi desde el comienzo de la empresa sionista, quienes trataban de azuzar a una población árabe que podría considerar positivo el crecimiento económico que acompañó a la entrada de inmigrantes emplearon las mezquitas del Monte para incrementar el sentimiento antijudío. La excusa para los disturbios de 1929, en los que los judíos fueron atacados en todo el país y la ancestral comunidad de Hebrón fue destruida en un pogromo, fue un falso rumor según el cual las mezquitas estaban siendo atacadas. Arafat empleó ese mismo motivo para lograr apoyos para su decisión, por otra parte inexplicable, de hundir la economía palestina con su guerra terrorista. De forma análoga, sermones incendiarios pronunciados en las mezquitas han provocado a menudo que fieles musulmanes arrojen piedras desde allí contra los fieles judíos que se encuentran en la explanada del Muro, situada debajo.
Los israelíes pueden discutir si es sensato restablecer siquiera una mínima presencia judía en el Monte del Templo. Algunas autoridades ortodoxas han sostenido siempre que, debido a las dudas respecto a la ubicación de los recintos más sagrados del Templo, ningún judío debería poner el pie en esta explanada, pese a que éste es un punto que parece menos relevante debido a recientes descubrimientos arqueológicos. Otros creen que cualquier intento de rebatir la propiedad musulmana del lugar convierte una disputa territorial en una religiosa o espiritual, lo que debería evitarse a toda costa.
Pero, como sucede con muchos debates internos judíos e israelíes, estos argumentos no tienen en cuenta la cuestión de la opinión árabe. Al igual que ocurre con otros lugares sagrados reclamados por los musulmanes, su postura no tiene nada que ver con compartir o garantizar un acceso igualitario. En la posición musulmana respecto al Monte del Templo no cabe el reconocimiento de reivindicaciones rivales, y menos aún el respeto a éstas. Quieren que estélibre de judíos, al igual que el Estado palestino que conciben o las zonas de Jerusalén que consideran que debe ser su capital.
En ese mismo espíritu, el Waqf ha cometido lo que para muchos reputados arqueólogos israelíes es un programa de vandalismo en el Monte, donde cantidades indeterminadas de antigüedades han sido arrasadas. Dado que no reconocen reivindicación judía alguna, y tampoco la historia del lugar, han seguido actuando igual, sin que la comunidad internacional diga prácticamente ni pío, podría añadirse.
Así, mientras que muchos amigos de Israel leerán el artículo de Rudoren y menearán la cabeza ante la insensatez israelí, la realidad en Jerusalén sigue siendo la inamovible determinación palestina de borrar la historia judía, como parte de su intento de deslegitimar al Estado judío. En vista de su intransigencia y del hecho de que semejante intolerancia es mayoritaria entre los palestinos, más que el punto de vista de unos pocos extremistas, el deseo que tienen numerosos judíos de visitar un lugar que es el centro histórico de su religión (el Muro Occidental no es, después de todo, más que un vestigio del recinto exterior del Templo) no parece tan disparatado.
© elmed.io / Commentary
Jonathan S. Tobin, editor principal de la versión online de la revista Commentary.
Fuente:libertaddigital.com

miércoles, 25 de septiembre de 2013

El presidente de Irán condena 'la masacre de judíos' en el Holocausto . ¿ Será miedo? , ¿será para ganar tiempo? ,¿ será una mala traducción?, o será simple cinismo . Lo siento , pero no le creo.


En contraste con sus duros predecesores, el presidente iraní, Hasan Rohani, condenó este miércoles explícitamente el Holocausto durante un encuentro con editores de periódicos en Nueva York.
"Los nazis cometieron una masacre contra los judíos y la condenamos. Nunca querríamos estar del lado de un nazi", dijo Rohani, que ha asistido a la Asamblea General de Naciones Unidas acompañado del único diputado judío del Parlamento iraní.
La declaración pretende ser un gesto de buena voluntad hacia Israel y una manera de distanciarse de la obsesión de su antecesor, Mahmoud Ahmadineyad, con la negociación del asesinato en masa durante la Segunda Guerra Mundial. El ex presidente iraní incluso organizaba seminarios para cuestionar el Holocausto.
Rohani asegura también que él no es "un historiador" y no quiere comentar sobre el número de personas asesinadas, pero la condena clara es una novedad que encaja con el tono moderado que está adoptando el presidente elegido en junio.
En su discurso ante la Asamblea General el martes sólo se refirió a Israel de manera indirecta al sugerir que estaba empujando a Estados Unidos a la guerra contra Irán, pero no se centró en las críticas a "los sionistas" como solía hacer Ahmadineyad.
En la intervención, se quejó de las sanciones y aseguró que la amenaza nuclear iraní es sólo una idea imaginaria creada por Occidente, pero aceptó una nueva negociación directa con Estados Unidos para controlar su oscuro programa nuclear.
El presidente Barack Obama, que había hablado seis horas antes que Rohani ante el mismo foro, ofreció un encuentro informal el martes para al menos saludar al nuevo presidente iraní en Nueva York.

Sin reunión desde 1977

Ningún presidente de EEUU se ha reunido con uno iraní desde que el 'shah' pasó la Nochevieja de 1977 en la Casa Blanca con Jimmy Carter. Sin embargo, Rohani rechazó verse con Obama.
Según la Casa Blanca, el iraní se negó porque un simple apretón de manos sería "demasiado complicado" para él de vuelta a casa.
Rohani aseguró este miércoles que no tiene miedo a la foto, pero que quiere que ambos países puedan presentar antes un plan. "No tenemos ningún problema en darle la mano a Obama o en negociar, pero necesitamos un plan de acción para que estas reuniones lleguen a las conclusiones que queremos", aseguró a través de un intérprete.
Rohani también comentó que no tenía "suficiente tiempo" para organizar el encuentro con Obama pese a que ambos estaban en el mismo edificio y habían sido invitados a la misma comida por el secretario general de la ONU.
Al final, también reconoció sus temores. "Si no damos nuestros primeros pasos con cuidado, puede que no consigamos nuestros objetivos", dijo.
Este jueves el secretario de Estado, John Kerry, asistirá por primera vez a la reunión para intentar vigilar el programa nuclear de Teherán.
Además de Irán y Estados Unidos, participan Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia, China y la UE. Washington ha enviado a sus representantes a estas reuniones desde 2008, pero nunca a un secretario de Estado.
Fuente :el mundo.es

jueves, 12 de septiembre de 2013

Olvídense de Siria: ataquen Irán - DANIEL PIPES

He aquí una serie de consejos para los miembros del Congreso de Estados Unidos a quienes se ha sometido la aprobación de un ataque dirigido por Norteamérica contra el Gobierno sirio.




Comiencen su análisis estableciendo prioridades y aclarando qué es lo más importante para el país. La Administración Obama señala, correctamente, dos cuestiones urgentes: detener la carrera nuclear iraní y mantener la seguridad de Israel. A éstas añado una tercera: reestablecer la credibilidad de la capacidad disuasoria estadounidense, hundida por el propio Barack Obama.



Noten que, llamativamente, esta lista no menciona el arsenal químico del régimen sirio (el mayor del mundo) ni su reciente uso. Es porque palidecen, en horror y peligrosidad, si los comparamos con las armas nucleares que se están construyendo en Irán. Además, el ataque a Guta (Siria) del 21 de agosto fue terrible, pero no peor que matar a cien veces más civiles con otros medios, incluida la tortura. Además, dicho ataque violó numerosas convenciones internacionales, pero seguro que nadie espera que los "ataques limitados" frenen a dictadores desesperados.



Entonces, ¿cuál es la mejor forma de abordar las prioridades relativas a Irán, Israel y la capacidad disuasoria estadounidense? Hay varias opciones, entre ellas, y de más a menos violenta:



1. Derribar el régimen de Asad. Esta posibilidad, atractiva en sí misma, especialmente porque elimina al aliado número uno de Teherán e interrumpe líneas de suministro de Hezbolá, destapa la caja de los truenos: anarquía en Siria, intervención extranjera por parte de los vecinos, posibilidad de que islamistas vinculados a Al Qaeda tomen el relevo en Damasco, hostilidades contra Israel en los hasta ahora tranquilos Altos del Golán y dispersión del arsenal químico del régimen entre organizaciones terroristas. Derrocar a Bashar al Asad amenaza con ser como la eliminación de los veteranos dictadores de Irak y Libia (en 2003 y 2011, respectivamente), que condujo a años, incluso décadas, de inestabilidad y violencia. Peor aún, este resultado podría revivir la por otra parte moribunda carrera de Recep Tayyip Erdogan, el matón de Turquía, actualmente abrumado por los pasos en falso que ha dado.



2. Escarmentar al régimen sin derribarlo. Es la estrategia que propone la Administración Obama. Esta posibilidad nos lleva también a lo desconocido: hay pruebas de que al régimen de Asad no le preocupa el castigo que vaya a aplicar Estados Unidos, sino que ya está planeando emplear armas químicas de nuevo, puede que contra civiles, al igual que proyecta hacer Teherán contra objetivos norteamericanos. Además, como he señalado, un ataque limitado puede conducir a "violencia contra Israel, a una activación de células dormidas en países occidentales o a una mayor dependencia siria de Teherán. Sobrevivir a los ataques también le permitiría a Asad alardear de haber derrotado a Estados Unidos". Este paso arriesga tanto como derrocar a Asad sin las ventajas de librarse de él, lo que la convierte en la peor de estas tres opciones.



3. No hacer nada. Esta posibilidad tiene varios inconvenientes: permite que Bashar al Asad salga impune de su ataque con armas químicas, erosiona la credibilidad de Obama después de que declarara que el uso de armamento químico era una "línea roja" y refuerza a los extremistas iraníes. Pero posee las aún mayores ventajas de 1) no avivar más un escenario de guerra ya de por sí inflamable, 2) mantener la situación de punto muerto, estratégicamente beneficiosa, entre el régimen y los rebeldes, y -lo que es más importante- 3) no distraer a Washington del país verdaderamente importante: Irán.



Según todos los indicios, los mulás de Teherán están cada vez más cerca de alcanzar el punto en el que puedan ordenar a voluntad la fabricación de bombas atómicas y tenerlas listas para usar. A diferencia del uso de armas químicas contra civiles sirios, esta posibilidad es una cuestión que incumbe de la forma más personal y vital a los norteamericanos, porque podría conducir a un ataque con pulsos electromagnéticos contra su sistema eléctrico, lo que los llevaría de vuelta, de golpe, a una economía del siglo XIX y, probablemente, también provocaría un par de centenares de millones de víctimas.



Tal perspectiva hace que, para el Congreso, los métodos que emplean los sirios para matarse entre sí sean una cuestión decididamente menos esencial que los planes iraníes para someter a Estados Unidos. En este sentido, nótese que Barack Obama ha imitado a su colega Bill Clinton en su disposición a emplear la fuerza precisamente cuando los intereses norteamericanos no están en juego de forma vital: Somalia, Bosnia, Kosovo, Haiti, Libia y, ahora, Siria. ¿De verdad es necesario discutir que las tropas estadounidenses deben ser desplegadas sólo para defender a su país?



Mientras el ministro de Exteriores saudí y la Liga Árabe exigen, arrogantes, que "la comunidad internacional" cumpla con su deber y detenga la sangría siria, este norteamericano sugiere que los musulmanes suníes que desean proteger a los suyos en Siria lo hagan con sus abundantes petrodólares y sus grandes ejércitos.



Así, recomiendo que el Congreso rechace el espectáculo secundario propuesto por la Administración y, en su lugar, apruebe una resolución en la que respalde y anime a emplear la fuerza contra las infraestructuras nucleares iraníes.





miércoles, 11 de septiembre de 2013

Los alumnos españoles estudiarán por ley el Holocausto judío

El ministro Wert

Isaac Querub Caro

El grupo parlamentario popular en el Congreso ha presentado una enmienda a la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) por la que añade una nueva disposición adicional sobre la «Prevención y resolución pacífica de conflictos y valores que sustentan la democracia y los derechos humanos» que establece la inclusión del estudio del Holocausto judío como hecho histórico en el currículo de las diferentes etapas de la educación básica.
«En el currículo de las diferentes etapas de la educación básica se tendrá en consideración el aprendizaje de la prevención y resolución pacífica de conflictos en todos los ámbitos de la vida personal, familiar y social, y de los valores que sustentan la democracia y los derechos humanos, que debe incluir en todo caso la prevención de la violencia de género y el estudio del Holocausto judío como hecho histórico», reza la disposición.
Aunque la iniciativa todavía tiene que ser incorporada al texto de la ley en el trámite parlamentario, la mayoría del PP hace prever que esta disposición se incorporará al texto que publique finalmente el BOE. El grupo popular indica, para justificar esta enmienda, que es necesario tener en cuenta en los currículos de la educación básica tanto la prevención y resolución pacífica de conflictos como los valores que sustentan la democracia y los derechos humanos.
El presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Isaac Querub, ha declarado que «ciertamente supone un progreso» pero ha precisado que hubieran deseado «una enmienda más amplia donde se hiciera referencia a la historia del pueblo judío». Concretamente, ha explicado que lo que desde la Federación han planteado al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, es «introducir el factor judío en el currículo escolar» para que «se aprenda, se sepa algo más sobre la historia del pueblo judío en vinculación con la tierra de Israel así como de la presencia de los judíos en la historia de España».
En cualquier caso, ha asegurado que Wert se ha portado «extraordinariamente bien» y que fue quien les propuso crear una Comisión Mixta formada por el Ministerio de Educación y la FCJE por medio de la cual han redactado un texto conjunto que han remitido a todos los partidos con representación. Querub ha explicado que desde la Federación han pedido ampliar este tema en España, en primer lugar, porque el Holocausto, «si no se contextualiza», da una imagen distorsionada de la historia del pueblo judío y, en segundo lugar, porque «desgraciadamente, España en los sondeos nacionales e internacionales aparece como el país más antisemita de Europa junto con Hungría».
Esto significa, según ha precisado, que la juventud española tiene una imagen «absolutamente distorsionada, llena de prejuicios y estereotipos con respecto a los judíos», algo que, según ha añadido, no pueden permitir como españoles. «Estamos convencidos de que un mayor conocimiento sobre los judíos y sobre su devenir histórico limitará los prejuicios y esperamos que los llegue a desterrar. La ignorancia es lo más atrevido que hay y solo se puede suplir con conocimiento», ha remarcado.

Demanda histórica

Por su parte, el presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ha indicado que es una petición «histórica» que las organizaciones que luchan contra el antisemitismo llevan planteando a los diferentes gobiernos desde los años 90 del siglo XX con el fin de que la educación democrática se asiente sobre «la negación absoluta de la barbarie nazi y genocida».
Ibarra considera que el hecho de que el sistema educativo incorpore seriamente en el marco de la ley la educación para la memoria del Holocausto y, por tanto, la prevención del genocidio a través de los valores democráticos, es «ser congruente con los planteamientos de derechos humanos que están establecidos en el propio tratado de la Unión Europea». Además, ha señalado que la inclusión de esta enmienda en la LOMCE sería «fundamental» en estos momentos «con lo que está sucediendo en Europa».
Concretamente, ha puesto el ejemplo de Hungría, donde fueron exterminados 600.000 judíos y donde ahora hay «diputados de extrema derecha capaces de pedir listas de judíos» o de Grecia, donde surgen grupos neonazis como Amanecer Dorado.
Fuente : abc.es

lunes, 9 de septiembre de 2013

Hallan un tesoro de hace 1.400 años en Jerusalén

                                                                                    
la profesora israelí Eilat Mazar



"Se trata de un descubrimiento que ocurre una vez en la vida. Nos ha dejado a todos asombrados y casi sin palabras", confiesa la profesora israelí Eilat Mazar. Encabezando un proyecto de excavación de la Universidad Hebrea de Jerusalén, ha anunciado este lunes el hallazgo de un auténtico tesoro arqueológico. Va más allá de su naturaleza (oro) o edad (1.400 años, época bizantina) ya que, como dicen en el centro universitario, "posee una dimensión internacional".
El equipo de Mazar ha hallado un medallón dorado con famosos símbolos judíos como el candelabro (Menorá), el instrumento ritual en base a un cuerno de animal (Shofar) y un rollo de la Torá. A su lado, 36 monedas y cadenas de oro y plata. Y todo escondido a sólo 50 metros de una pared del Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, al sur del Muro de las Lamentaciones. Es decir, en el centro neurológico, religioso y conflictivo de la ciudad tres veces santa.
"No todos los días encontramos al lado del Monte del Templo una Menorá con siete brazos de oro de una época tan antigua", explica Mazar que lleva menos tiempo -"sólo" 30 años- excavando en la ciudad. El hallazgo reflejaría la presencia de la comunidad judía en Jerusalén durante el breve imperio persa en el siglo VII.
Según ella, tras la conquista persa de Jerusalén, muchos judíos regresaron a Jerusalén con la esperanza (destrozada posteriormente) de disfrutar de libertad política y religiosa. Se cree que los valiosos objetos fueron escondidos en una bolsa y enterrados por sus dueños judíos.
"Hemos estado haciendo hallazgos significativos desde la época del Primer Templo en una época mucho más antigua en la historia de Jerusalén, por lo que descubrir ahora esta Menorá de siete brazos de oro del siglo VII a los pies del Monte del Templo es una sorpresa completa", concluye Mazar en rueda de prensa.
Según el experto en numismática Lior Sandberg, el 'Tesoro Ophel' (bautizado así por el nombre de la zona de excavación) es la tercera colección de monedas de oro encontradas en Jerusalén.
Con la ciudad -con su kilómetro cuadrado más sagrado- siempre discutida en la mesa de negociaciones entre israelíes y palestinos, Mazar afirma que el hallazgo refleja la "conexión histórica e indudable del pueblo judío con Jerusalén".
Con un enfoque menos histórico-político-religioso-cultural y más personal, la veterana arqueóloga israelí reconoce, bromeando: "¡Nunca había encontrado tanto oro en mi vida!".
Fuente:elmundo.es