Hace veintidós años
Malcolm Hoenlein
se marchó de nuestro país con la promesa de que los judíos sefardíes
pronto podrían sentirse en España "como en casa". Se conmemoraba
entonces el medio siglo de su expulsión, y el líder de la Conferencia de
Presidentes de las Organizaciones judías de EEUU asistió a los actos
celebrados en Madrid en un marzo soleado, donde el Rey esbozó
veladamente la promesa.
Hoenlein regresa a una España invernal, apenas tres días después de que el gobierno anuncie el
anteproyecto de ley por
el que se concederá la nacionalidad española a los descendientes de los
judíos expulsados en 1492. Antes de mantener una entrevista con Mariano
Rajoy y el Rey Juan Carlos, el judío "
más influyente" atendió a las preguntas de
LD.
¿Cuál es el propósito de su visita a España? ¿Qué objetivos espera conseguir del gobierno español?
Cada año visitamos un país que consideramos que tiene una relevancia
significativa, siempre de acuerdo con el Departamento de Estado de la
Casa Blanca e Israel. Estamos aquí porque pensamos que España puede
jugar un papel clave en el futuro especialmente en cuestiones de
legislación que están teniendo lugar.
El objetivo es tender puentes entre España y los EEUU, España e
Israel y España y la comunidad judía. Es decir, entre la comunidad judía
estadounidense y los españoles.
Se refiere a la reciente normativa anunciada por el gobierno, sobre los judíos sefardíes. ¿Es lo que ha motivado la visita?
Sí, pero también más allá de eso, porque cuando concertamos esta cita
aún no se había tomado la decisión. Venimos aquí a hablar con el Rey,
con el ministro de justicia y otros ministros, y ahora nos complace
mucho que se haya tomado esta decisión.
¿Cómo valora esta decisión?
Creo que con este tipo de contactos se construyen los entendimientos,
porque afrontar el pasado, como España está haciendo con esta
legislación, es simbólico, lo cual es muy importante. Tienes que
afrontar el pasado, o pagarás el precio en el futuro. Yo creo que cuando
se explora este tipo de decisiones, las implicaciones que tiene para el
futuro, para las nuevas generaciones, suponen mucho más que el acto en
sí. Al final se está diciendo que afrontar el pasado es la llave para un
futuro mejor. Winston Churchill dijo una vez que cuánto más atrás
puedas mirar, más adelante verás.
¿De qué forma concreta pretenden tender esos puentes?
Buscamos la posibilidad de construir una alianza del Mediterráneo en
la que España sería un pilar y en la que Israel lo sería también por
otro lado. Podrían unirse otros países como Chipre, Grecia, quizá Túnez,
Marruecos, porque es una región estable al contrario que el volcán de
Oriente Medio que continuará siendo inestable durante muchos años.
Creemos que podemos construir puentes económicos en turismo,
cooperación, y también para ser un puente a Europa. Todo el mundo puede
salir beneficiado y convertirse en una fuente de estabilidad, una región
estable, en medio de tanta inestabilidad; porque el volcán solo ha
empezado, no sabemos lo que va a ocurrir: mire hacia Afganistán, Irak,
el colapso de Siria, Líbano... o el futuro indeterminado de Libia. Por
eso hay que ayudar a países como Marruecos, y espero que también Egipto
en el futuro, a cambiar el futuro de la región y salir beneficiadas.
¿Estamos hablando de una Alianza formal?
No, no tiene por qué ser una alianza formal. Si tiendes los puentes
los lazos se estrecharán de manera natural. Por ejemplo, los israelíes y
España tienen mucho que ofrecerse mutuamente, y EEUU sabe que España es
un punto estratégico, económica y estratégicamente. Lo cual
beneficiaría a España, que está buscando unirse al Consejo de Seguridad
de la ONU.
Las encuestas muestran que en lo que respecta al conflicto de
Oriente Medio, España es mucho más favorable a la postura de Palestina.
En una entrevista reciente, usted ha relacionado la postura europea
propalestina con un cierto "velo" de antisemitismo.
No creo que sea una tapadera, para nada. No creo que España sea
anti-Israel, creo que los españoles son mucho más proisraelíes de lo que
se cree, de lo que muestran los datos. ¿Que tienen simpatía por los
palestinos? ¡Yo también tengo simpatía por los palestinos! Y eso no me
hace menos pro-israel. Creo que la solución al problema [de Oriente
Medio] tiene que venir de las propias partes, y necesitamos un líder
palestino con el que no haya que discutir el derecho o no de Israel a
existir; porque así las negociaciones no van a llegar a ninguna parte.
Cada vez más y más gente se da cuenta, por lo que ocurre en Oriente
Medio, que Israel es una fuente de estabilidad, no de inestabilidad en
la zona. Irán es el conflicto preocupante, o la rivalidad entre chiíes y
suníes, o el islamismo extremo. Yo he visitado muchísimos países árabes
y he notado que cada vez hay una opinión más favorable hacia Israel,
así te lo dicen.
Por eso quieren dejar a un lado la cuestión del debate palestino,
porque es un asunto corrupto, porque hay demasiadas manos metidas en la
Autoridad Nacional palestina, que se quedan con el dinero que deberían
hacer llegar a la gente.
Yo creo que la gente en España no ha tenido la oportunidad de
exponerse a gran parte de la realidad de Israel. Por eso tender puentes
ayudará a que lo entiendan. El antisemitismo es algo que hay que
combatir desde la profundidad, en esto no te puedes quedar en la
superficie. El tumor no se detiene porque tú lo ignores, solo sigue
creciendo. Y todo el mundo paga el precio: los judíos son las primeras
víctimas, pero no las últimas. Todas las sociedades tienen enemigos, o
haters, la cuestión es cómo se enfrenta a ellos.
Y esa es la lección que hemos aprendido 75 años después: que el mundo
parece no haber haber aprendido. Nunca hemos sido menos combativos con
la persecución de los cristianos en Nigeria, Egipto, Malasia, Irán...
Cientos de personas están siendo asesinados, y ¿dónde está la denuncia?
¿Dónde están las naciones Unidas, dónde está todo el mundo cuando la
gente está siendo colgada públicamente? ¿O persiguen a los gays?
Hablando de Irán, usted siempre se mostró muy crítico con
Ahmadineyad y sus continuas violaciones de los derechos humanos. ¿Qué
perspectiva tiene con Rohaní?
Pues bajo su mandato, solo en el tiempo que lleva, ha habido más
ejecuciones que bajo el mandato de Ahmadineyad, aunque Occidente no
quiera verlo. Lo que apota Rohaní es que pone una cara más amable hacia
Occidente, pero la política es la misma.
Mira lo que han hecho esta misma semana, enviando barcos de guerra
cerca de las fronteras, con misiles balísticos; lo que demuestra que no
tienen ninguna intención de desmantelar nada. Y todo esto hay que
combatirlo con fuerza y determinación, porque en cuanto ven debilidad,
se aprovechan.
Pero en general, hay una corriente de simpatía con Rohaní,
parece que se toman en serio sus gestos, y se ha tomado como la "menos
mala" de las opciones.
Para empezar, hay que decir que no es Rohaní el que manda. Y además,
¿qué ha cambiado en Irán? ¡Nada! Occidente abandonó, abandonamos, a la
gente de Irán durante la Marcha Verde, con miles de personas en la calle
gritando que no querían este presidente. Y Occidente dijo "no quiero
intervenir en asuntos de política interna".
Y la corriente de simpatía es simplemente porque Rohaní está jugando
un papel que se está interpretando. Pero no miremos lo que dice, miremos
lo que hace: las cosas están peor que nunca, y no solo en derechos
humanos, continúan apoyando más que nunca a los terroristas de Hezbolá y
de Hamás. Dicen que van a desmantelar el programa nuclear, pero
continúan construyendo más instalaciones, más misiles.
Entiendo que entonces apoya continuar con la política de
sanciones a Irán, como medio de presión. Sin embargo, quienes sufren
realmente las consecuencias del embargo no es la cúpula de poder, sino
los iraníes que son cada día más y más pobres.
Es la única manera, no quitar las sanciones de encima de la mesa.
Siempre pueden quitarse, pero si las quitamos ahora, estamos relajando
la presión sobre el régimen y ellos dirán: "Mira, no tenemos que pagar
el precio, y ahora estamos liberados".
Y sobre las consecuencias para el pueblo iraní, son los iraníes los
que tienen que hacer que se oigan sus voces sobre esto. Además, nunca
aplicamos sanciones a las medicinas o las comidas, a las cosas que
afectan directamente a la gente... Es cierto que afecta a la economía,
pero esa es la presión. Es mejor que una guerra o que otras cosas. Es
una declaración moral: no vamos a permitir un régimen que está violando
siete resoluciones de la ONU y de las leyes internacionales, esto no
puede quedar sin castigo.
La Guardia revolucionaria controla un 30% de la economía, por lo que esto, evidentemente, también les afecta.
Pero no puede compararse con el desabastecimiento que se vive
en algunas zonas, o el encarecimiento de todos los productos
básicos....
Por supuesto que no, ellos tienen su cheque asegurado y lo cobran sea
como sea. Pero cuanta más sea la presión, y más se hagan oír las voces e
la gente, antes el mundo tomará conciencia.
¿Está diciendo que con las sanciones lo que se trata de forzar es un levantamiento, llevando a los iraníes al límite?
El objetivo no es conseguir que se levanten, eso es cosa de la
gente., no es nuestro trabajo. Nuestro trabajo es cuidar del orden
internacional, sobre el programa nuclear inmensamente destructivo de
Irán... Sobre todo porque esto afectaría al resto de países que también
querrían tener su propio arsenal nuclear, porque si Irán tiene la bomba
atómica, ¿quién no querrá tener su propio arsenal? ¡Nadie se querrá
quedar atrás! La intimidación es un factor fundamental.
Tenemos que tomárnoslo en serio, porque ellos van en serio. Cuando
hablan de que quieren reconstruir el imperio persa, lo dicen de verdad.
Están alimentando una batalla que tiene cientos de años de antigüedad,
la batalla entre suníes y chiíes. Si Irán llega a tener misiles, ¿qué
ocurrirá con el Mediterráneo? ¡Podrían atacar a toda Europa, incluso a
los EEUU! Tendrían también la posibilidad de ayudar a alguno de sus
aliados, como Corea del Norte o cualquiera de los del "eje del mal",
como lo llamó Bush (ríe). Pero en serio, si Iran consigue la bomba, la
tecnología irá hacia Corea del Norte. Queremos evitarlo, y queremos que
sea pacíficamente.
Y, ¿cuál es su opinión sobre la estrategia que EEUU está
llevando a cabo con Irán? Da la impresión de que exige a Barack Obama
que sea más agresivo con el régimen.
En esto no se trata de lo que nosotros hagamos sino de lo que ellos
[Irán] perciben. Si ellos piensan que nosotros somos débiles, que
retiraremos las sanciones, al final acaban pensando que podrán obtener
los beneficios sin pagar el precio.
Ellos tienen que creer que tenemos la decisión y la determinación de
actuar si es necesario. ¿Por qué los aliados como Arabia Saudí están tan
asustados por lo que pueda ocurrir? ¡Porque también creen que no vamos
en serio! Miran y dicen 'Occidente no va en serio'. Vemos a muchos
hombres de negocios volando hacia Teherán, estamos rompiendo las
barreras psicológicas antes que las económicas. Y allí lo ven y deben
pensar: 'Bueno, podemos tener todos los beneficios, podemos seguir
construyendo petroquímicos y ganando millones de dólares'. ¿Por qué iban
a cambiar la manera de actuar si no tienen ninguna presión?
¿Cree que Obama acabará su mandato con una solución al tema de Irán?
No creo que esto sea una historia que quede colgando y pase al
siguiente presidente. Esto no puede esperar, no puede durar más años, y
deberá ser arreglado en el corto plazo.
Hablando del proceso de paz que se encuentra abierto en la
actualidad, ¿está tan paralizado como parece? Porque mientras Israel se
niegue a detener los asentamientos, parece que las autoridades
palestinas se niegan a continuar....
Las negociaciones continúan, y está pasando mucho más detrás de
escena que delante. La pregunta de fondo es: ¿Está Abbas realmente
convencido de llegar a un acuerdo definitivo? Yo creo, realmente que no
está sinceramente comprometido. Sin embargo, Netanyahu está preparado
para tomar decisiones difíciles, lo hizo con la liberación de
prisioneros, incluso aunque los palestinos no cumplieron sus
compromisos, hizo tres liberaciones de terroristas que tuvieron un coste
político muy alto en su casa. Pero lo hizo. Pero Abbas no, no está
comprometido, no está tomando pasos adelante. ¿Por qué no?
Queremos resolverlo, eso está claro. Llevo años en este proceso y sé
que al final israelíes y palestinos pueden convertirse en socios de
verdad, quizás lo más cercanos.
¿Y qué opina de iniciativas de boicot como la reciente con Soda Stream?
Pues mira, ¿sabes a quién afecta de verdad? ¿Quiénes son los que
trabajan ahí? De los 1.500, hay unos 400 que son palestinos. ¿A quién
estás castigando de verdad? Los israelíes podrán ir a otras plantas de
SodaStream en Israel, hay muchas. Y además, no es legítimo, aunque
SodaStream esté construido en un asentamiento. Es legítimo [el boicot]
en otras circunstancias, pero no aquí.
Esto no consiste en asentamientos, no es sobre 1967 sino sobre 1947.
Es sobre el derecho de Israel a existir, es una tapadera para el
antisemitismo, es una ilegitimación de los judíos, una voluntad de
aislarles, de hacerles responsables de todos los pecados de la sociedad.
Hoy no hablamos de los judíos individualmente, hablamos de los judíos
como colectivo. De demonizarlos. Porque puedes ser crítico con todo lo
que haga Israel como gobierno, como país, por supuesto. Eso no te hace
antiisraelí. Pero cuando niegas el derecho de Israel a existir, cuando
le pides cosas que no se le piden a otros países, cuando les niegas la
posibilidad de protegerse, eso es cruzar la línea. Y el boicot es
exactamente para desligitimar.
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