Ahora que Barcelona y Bayern de Munich
se van a medir en las semifinales de la Champions, es hora de rescatar
la historia de uno de los personajes que han vinculado a ambos
conjuntos. Podríamos hablar del más reciente y quizá el más importante
de todos, Pep Guardiola. También podría ser el caso de Van Gaal, de Van
Bommel, o de Thiago Alcántara.
Pero no, la figura que nos ocupa hoy es la de un futbolista y
posterior entrenador que hizo grande al Bayern en una época realmente
complicada, se vio obligado a huir de Alemania, y terminó encontrando
acogida en el Barcelona. En dos ocasiones. Es la historia de Richard
Dombi, el judío que hizo grande al Bayern en las narices de Hitler.
La Guerra truncó al futbolista
Richard Kohn nacía en Viena, en el seno de una familia judía, el 27 de febrero de 1888. Desde bien pequeño fue consciente de que su vida era el fútbol, y con 18 años ya debutó en el primer equipo del AC Viena. Apodado 'Little Dombi' (algo así como 'pequeña eminencia'), dicen de él que era puro talento, en una zona donde años más tarde se destaparían algunos de los mayores talentos del Viejo Continente.
Su magia le llevó a ser internacional absoluto con la selección austriaca a los 20 años, llegando a disputar los Juegos Olímpicos de Estocolmo de 1912, en los que Austria terminó finalmente sexta. Su carrera como futbolista se vio truncada en pleno apogeo con el inicio de la Primera Guerra Mundial.
El Bayern se hace grande con él
Tras varios años de inactividad, en 1921 comenzó su carrera como
entrenador. Hertha de Berlin, Zagreb y Viena fueron sus primeras
paradas, hasta que en 1926 recaló en el Barcelona, convirtiéndose en el único entrenador austriaco de la historia del conjunto azulgrana.
Estuvo un año, en el que tuvo tiempo de conseguir una Copa del Rey, un campeonato de Cataluña –la liga española aún no existía- y además tuvo el honor de ser el entrenador que estrenó el estadio de Les Corts. Pero sobre todo marcó un registro que a día de hoy aún nadie ha superado: el porcentaje más alto de victorias del equipo azulgrana en toda su historia. En los 24 partidos que dirigió sumó 20 triunfos, 2 empates y 2 derrotas, alcanzando 83 goles a favor y 19 en contra.
No fue hasta 1931 que recaló en el Bayern de Munich, y su llegada no estuvo exenta de polémica, pues procedía del 1860 Munich, el vecino y gran rival. Pese a ello, se llevó a varios futbolistas con él, destacando Oskar Rohr, quien posteriormente sería internacional alemán.
Nada más llegar al Bayern, Dombi llevaría al equipo a conquistar su primer campeonato alemán, tras imponerse en la final al Eintracht Frankfurt. Era un hito jamás alcanzado, que colocaba por primera vez al Bayern entre los grandes.
Al año siguiente no se pudo repetir título, pero sí que se alzó con la Bezirksliga, el campeonato del lander de Baviera. Además, el novedoso juego del equipo le consolidó como uno de los conjuntes más potentes de Europa, y a Dombi como uno de los mejores entrenadores.
Pero claro, todo esto estaba sucediendo en pleno apogeo del nazismo. Y Dombi era judío. También el presidente del Bayern, Kurt Landauer. Tal era la situación, que el equipo fue calificado de "club judío" por los nazis, mientras los vecinos del 1860 eran el equipo favorito de Hitler. Así, no tardaron en ser obligados a abandonar el Bayern, Munich, y Alemania.
Estuvo un año, en el que tuvo tiempo de conseguir una Copa del Rey, un campeonato de Cataluña –la liga española aún no existía- y además tuvo el honor de ser el entrenador que estrenó el estadio de Les Corts. Pero sobre todo marcó un registro que a día de hoy aún nadie ha superado: el porcentaje más alto de victorias del equipo azulgrana en toda su historia. En los 24 partidos que dirigió sumó 20 triunfos, 2 empates y 2 derrotas, alcanzando 83 goles a favor y 19 en contra.
No fue hasta 1931 que recaló en el Bayern de Munich, y su llegada no estuvo exenta de polémica, pues procedía del 1860 Munich, el vecino y gran rival. Pese a ello, se llevó a varios futbolistas con él, destacando Oskar Rohr, quien posteriormente sería internacional alemán.
Nada más llegar al Bayern, Dombi llevaría al equipo a conquistar su primer campeonato alemán, tras imponerse en la final al Eintracht Frankfurt. Era un hito jamás alcanzado, que colocaba por primera vez al Bayern entre los grandes.
Al año siguiente no se pudo repetir título, pero sí que se alzó con la Bezirksliga, el campeonato del lander de Baviera. Además, el novedoso juego del equipo le consolidó como uno de los conjuntes más potentes de Europa, y a Dombi como uno de los mejores entrenadores.
Pero claro, todo esto estaba sucediendo en pleno apogeo del nazismo. Y Dombi era judío. También el presidente del Bayern, Kurt Landauer. Tal era la situación, que el equipo fue calificado de "club judío" por los nazis, mientras los vecinos del 1860 eran el equipo favorito de Hitler. Así, no tardaron en ser obligados a abandonar el Bayern, Munich, y Alemania.
El descenso no consumado del Barcelona
El Bayern veía truncada de esta manera su enorme progresión, y Dombi debía buscar de nuevo acomodo fuera de Alemania. Y lo haría en el Barcelona, donde cumpliría su segunda etapa. Una segunda etapa que fue un auténtico desastre: dejó al equipo noveno en una liga de diez en la que bajaban los dos últimos clasificados. El Barça se salvó porque esa misma temporada la Liga decidió ampliar los conjuntos participantes a 12. Tan desastrosa fue la campaña, que entrenador y jugadores firmaron una carta a la directiva en la que solicitaban un recorte de su sueldo.Eso sí, dejó dos detalles que quedarían para la posteridad, y que contribuirían a establecer unos cimientos que acabarían dando lugar al Barça que conocemos hoy: fue el primer entrenador que desplazó su residencia y su despacho a Les Corts, el campo de entrenamiento del Barcelona; y destacó enormemente por trabajar con los futbolistas más jóvenes del club, lo que hoy denominaríamos la cantera, y de que tanto presume el conjunto azulgrana en los últimos años.
La consagración en Holanda
Una manera gloriosa de cerrar una carrera accidentada y, probablemente, de las más curiosas. Capaz de ser el único entrenador de, en realidad, descender de Primera División al Barcelona, y a su vez de ser el primero, y por tanto el que implantó, en trabajar con la cantera. Capaz de convertir al Bayern en el mejor equipo de Alemania cuando no estaba entre los grandes, y tener que huir unos pocos meses después. Capaz, en cualquier caso, de merecer un destacado recuerdo en la historia del Futbol Club Barcelona y del Bayern de Munich.
Fuente :libertaddigital.com