La Ciudad de los Canales recuerda con conciertos,
representaciones teatrales y exposiciones los 500 años del que ha sido
considerado el primer gueto del mundo, desde que un 29 marzo de 1516 la
República de Venecia segregó a los judíos. Informa Cristina Rocha/Efe.
El
Senado veneciano permitió a los judíos asentarse en la ciudad con una
condición, que lo hicieran en una zona periférica al norte de la urbe
donde serían encerrados y vigilados durante la noche por centinelas cristianos.
"Lo
podemos considerar el primer gueto oficial del mundo", relató a Efe por
teléfono desde la ciudad de los canales el estudioso Riccardo Calimani
(1946), autor del libro "Storie del ghetto di Venezia".
En la actualidad, sólo una decena de judíos sigue viviendo en el gueto,
aunque la zona "continúa atrayendo a turistas con su sinagoga del siglo
XVI y sus tiendas de productos judíos, galerías de arte, restaurantes y
panaderías kosher", explicó el estudioso.
El gueto se sitúa en
un islote en el sestiere (los distritos en los que se divide Roma) de
Cannaregio, rodeado de canales y con únicamente dos accesos, y con los
años se fueron acumulando diversas comunidades judías, como los
españoles (sefardíes), levantinos, italianos y askenazim, que contaban
con sus propias sinagogas diferenciadas.
Consta de dos zonas, el Gueto Viejo y el Gueto Nuevo, que
se caracterizan por sus estrechos callejones, con muchos pasadizos,
pequeños canales y por sus elevados edificios, conocidos como los
rascacielos de Venecia, que aún hoy pueden apreciarse.
La
liberación de los judíos se produjo con la invasión de las tropas de
Napoléon en 1797, pero no fue hasta 1866 cuando recibieron los derechos
de ciudadanía con motivo de la integración de Venecia al Estado de
Italia.
Durante la Segunda Guerra Mundial también sufrieron por
su condición de judíos y 246 miembros de esta comunidad fueron
deportados a campos de concentración nazis.
No sufrieron la
brutal persecución a la que eran sometidos en otras partes de Europa,
pero los judíos en Venecia estaban "discriminados y sólo se les permitía
trabajar como prestamistas, doctores, mercaderes y vendedores de
paños", afirmó el estudioso.
Ahora, para recordar el gueto en su
500 aniversario se han organizado festivales musicales que muestran la
contribución a la música de maestros de la danza judía.
El
próximo julio se representará por primera vez en las calles del gueto la
obra teatral de Shakespeare "El mercader de Venecia".
La
exposición "Venezia, gli ebrei e l'Europa. 1516-2016" se podrá visitar
desde mediados de junio en el Palazzo Ducale de Venecia.
Para el
coordinador del Comité del 500 aniversario, Shaul Bassi, esta es una
ocasión para "revitalizar la casi extinta vida del barrio y reflexionar
sobre la adaptación de una minoría en momentos en los que se levantan
muros, alambradas y verjas por toda Europa".
"No celebramos los
muros del gueto sino la riqueza y la diversidad de tradiciones
culturales que albergó en sus muros", dijo a Efe por teléfono.
Otros,
sin embargo, son contrarios a estas celebraciones, como Calimani que
opinó que recordar la existencia del gueto es "sólo doloroso".
"¿Cómo se puede 'celebrar' un gueto, símbolo de la presión en Europa?", valoró.
Para
otros es necesario recordar como Alisa Campos, de 36 años, nacida en el
gueto de Venecia, pues "los candados y verjas se abrieron hace más de
doscientos años, no es una herida abierta y no veo ningún motivo para no
festejar este aniversario y más si puede traer beneficios al barrio",
dijo a Efe.
Aunque reconoció que cada vez que vuelve al gueto se "entristece mucho al ver cómo la comunidad está muriendo".
"Casi
todos los judíos laicos tienen una relación con una persona no judía y
abandonan la comunidad porque no se sienten bienvenidos y prefieren
vivir según un estilo de vida ortodoxo", explicó Campos.
Y es que, en
los últimos 20 años, los rabinos del gueto han adoptado reglas más
severas que excluyen de la comunidad a las personas de diferente
religión, un hecho que "dificulta la integración de la creciente población de judíos laicos", según Calimani.
El
estudioso calificó de "suicidio" la política aplicada en los últimos
años por los rabinos y señaló a las autoridades judías como
"responsables del alejamiento de los judíos laicos y de aquellos casados
con personas de diferente credo".
Fuente:larazon.es