domingo, 31 de julio de 2011

Que contentos se ponen los de "El País" si ven algún "problema" en Israel.


"Más de 100.000 indignados se echan a la calle por todo Israel"

Una masa de gente de unas 100.000 personas tomó ayer las calles de varias ciudades de Israel para exigir un cambio radical en las políticas sociales y económicas del Ejecutivo de Benjamín Netanyahu, e incluso un relevo del primer ministro.
Bibi, como se conoce a Netanyahu, fue el protagonista de muchas de las pancartas que pudieron verse anoche en las siete ciudades del país que atendieron la convocatoria realizada a través de Facebook por una estudiante desahuciada de su vivienda. Desde la enorme Tel Aviv, pasado por la norteña Haifa (con entre 8.000 y 10.000 manifestantes, según las diferentes fuentes) hasta la urbe más desértica del país, Beer?sheva, que protestaba hasta "siete veces", según rezaban algunos carteles, sirviéndose del nombre de la ciudad para hacer un juego de palabras (sheva significa "siete" en hebreo)

Netanyahu no da con la fórmula; tampoco su ministro de Hacienda, Yuval Steiniz, que ya ha recibido las reprimendas del primer ministro, que no cesa de pedir a su Gabinete fórmulas infalibles y rápidas para terminar con la crisis interna más grave que vive desde que asumió el cargo en 2006. Ni las 10.000 nuevas viviendas para estudiantes prometidas por el Ejecutivo, ni la rebaja del 50% en el precio de los terrenos públicos que salgan a concurso, parecen contentar a los indignados. En este fin de semana de protestas se les unieron en Jerusalén, además, los gays, que celebraron su desfile anual, y los médicos, que mantienen su propia batalla con el Gobierno debido a la creciente precariedad de la sanidad pública.

"Los servicios sociales no son un lujo", se leía en una de las pancartas en Tel Aviv, mientras se oía de fondo el escenario donde actuaban músicos y cantantes de renombre. Exigía lo que para muchos ciudadanos israelíes es un derecho en una sociedad acostumbrada históricamente a una política intervencionista y que observa, impotente, cómo se dispara el precio de la gasolina o de productos básicos como la leche, la mantequilla o los yogures (su precio es un 36% más caro que en Estados Unidos, Reino Unido o Australia, según un estudio publicado en julio por la organización de consumidores israelí, Imán Hatzibur)

Pero el caso más sangrante es el de la vivienda. En los últimos tres años, su incremento ha sido del 250% en ciudades como Tel Aviv frente a una subida salarial irrisoria del 1%. "La economía crecerá este año un 5%, nos dicen, pero nosotros, la clase media, no sabemos dónde va", comenta Gabriel, un universitario que asegura estar decidido a no cerrar su tienda, en Jerusalén, hasta que el Gobierno le dé una solución.

Marchas multitudinarias por todo el país a las que por primera vez en 16 días se les unieron ciudadanos árabe-israelíes y donde empiezan a tomar fuerza lemas contra la ocupación militar de Cisjordania y a favor de la solución de dos Estados.

Una protesta convocada por Facebook

Ninguno de los miembros del Ejecutivo israelí ni de la oposición imaginaron hace dos semanas que una protesta que empezó con una convocatoria en Facebook de una estudiante desahuciada de su vivienda se convertiría en el quebradero de cabeza más importante para el Ejecutivo.

La jefa de la oposición y líder del partido Kadima le pedía este sábado al presidente de la Knesset, Rubén Rivlin, que cancelara el tradicional periodo vacacional de agosto. "No está el horno para bollos" decía Livni en el Canal 10. Rivlin anunció que la comisión parlamentaria de vivienda e infraestructuras debatirá la conveniencia de prorrogar el período de sesiones estival mientras duran las protestas.

Y, mientras tanto, comienzan las primeras bajas en el Gabinete de Netanyahu. Hoy domingo ha dimitido el director general del Ministerio de Hacienda, Haim Shani, por desavenencias con el ministro Steiniz. Incluso, el reputado presidente del Banco Central de Israel, Stanley Fisher ha dicho que mañana lunes comparecerá ante los medios para analizar la situación y ofrecer posible soluciones.

Fuente:elpais.com

La polémica sobre el matrimonio civil en Israel , aprovechada al máximo por los enemigos del país.


Alex y Niv tuvieron que casarse en Praga

Lucha por el matrimonio civil

'No entiendo por qué tengo que casarme fuera de mi país'

Si el Parlamento hubiera aprobado hace unos días la ley que permite matrimonios civiles en Israel, los "cruceros del amor" como el de hace un mes no serían posibles. 165 parejas israelíes zarparon en junio desde el puerto de Ashdod hasta Lárnaca para casarse. En Israel no pueden hacerlo en una ceremonia oficiada por un rabino. Muchos porque no son judíos y unos pocos porque desean hacerlo por lo civil.

Las bodas civiles: en el extranjero

Alexandra Olshensky está feliz por el anillo chipriota pero su enfado es palpable: Yo soy judía y mi marido no lo es. No entiendo porque tengo que irme a otro país para casarme. Amo a Israel, he servido en el Ejército israelí y ahora tengo que irme Chipre para casarme", afirma Alexandra, feliz por su primer hijo de apenas dos meses y medio.

Como ella, miles de israelíes viajan al extranjero para poner el sello oficial a su amor. Eso sí, Alexandra recuerda que el ministerio israelí de Interior reconoce las bodas celebradas fuera del país.

Hace cuatro meses, Alex Hersonski (28) y Niv Shimshon (33) eligieron Praga. No porque esta maravillosa ciudad les ofreciera un romántico fin de semana sino porque sabían que en Israel lo tenían crudo. "No fuimos al Rabinato porque ya sabía que no nos casarían. Mi padre es judío pero mi madre no. Y aquí manda la religión maternal. Mis padres y los de de Niv nos apoyaron en todo momento en la decisión de casarnos en el extranjero. A sus abuelos les costó más ya que son religiosos. Les convencimos que no había otra alternativa", nos comenta Alex que presume de ser una reservista, algo poco habitual entre las israelíes.

"Desde el punto de vista legal y de derechos, Israel considera nuestro matrimonio exactamente igual que uno que se casó en una ceremonia religiosa pero me gustaría que un día Israel cambie la ley y acepte los matrimonios civiles", opina esta joven graduada en Ciencias Políticas. "Al menos puedo decir que Praga fue maravilloso", se consuela riéndose.

Al regresar a Israel, hicieron una pequeña fiesta incluyendo un acto civil en el que los deseos de sus amigos y familiares sustituyeron las bendiciones del rabino. "Creo que es más sincero y sobre todo nos toca más a nosotros", asevera.

Intento de cambiar la ley

Horas después de que su propuesta de ley del matrimonio civil cayera en el Parlamento, el diputado de izquierdas, Nitzan Horowitz, lamentaba a ELMUNDO.es: "La mayoría de Israel apoya desde hace años la libertad para casarse por lo civil pero, como siempre, los partidos ultraortodoxos convencen a la coalición de Gobierno a tumbar la ley". Según él, "el Parlamento ha vuelto a ceder ante la imposición religiosa y el miedo político al evitar el derecho básico de centenares de miles de ciudadanos".

Las encuestas concluyen que la mayoría de israelíes apoya los matrimonios civiles en Israel pero al mismo tiempo la mayoría dice preferir, por numerosos motivos, pasar por el rabino.

El partido Israel Beitenu -el segundo más importante de la coalición- consiguió aprobar una ley al respecto aunque el efecto es mínimo. Cabe recordar que el núcleo duro del electorado del partido de Avidgor Lieberman es de origen ruso y de esta comunidad proceden mayoritariamente los más de 300.000 ciudadanos "sin indicación de religión alguna".

Legislación matrimonial en Israel

En Israel, los matrimonios y divorcios deben pasar los responsables religiosos judíos, musulmanes y cristianos. Algo que intenta cambiar la asociación Israel Jofshit (Israel libre). Su objetivo es separar completamente el Estado y la religión. Su director, Micky Gitsin, nos dice que "la votación estaba perdida de antemano pero hemos ganado porque hemos vuelto a sacar el tema a debate público".

Revela que recurrirán al Tribunal Supremo y que el 10.6% de los judíos israelíes que pueden casarse a través del Rabinato lo hacen fuera de Israel en señal de protesta.

"Israel es una nación tan romántica que su Gobierno organiza al mismo tiempo matrimonios civiles y cruceros de amor", ironiza el popular periodista Yair Lapid, hijo del que fuera ministro de Justicia, Tommy Lapid, gran opositor a la conexión entre la religión y el Estado.

Fuente:elmundo.es

jueves, 28 de julio de 2011

El oficial italiano que era judío y murió como un héroe en España - Pedro Fernández Barbadillo

El teniente coronel Giorgio Morpurgo era un militar profesional italiano que amaba su patria y su oficio. Había luchado en la Gran Guerra y se había presentado voluntario para marchar a España a combatir al comunismo. En diciembre de 1938 era jefe de Estado Mayor de la división Frecce Verdi, que se preparaba para comenzar la ofensiva de Cataluña, cuando cayeron sobre él las leyes raciales fascistas.

El peor error de Benito Mussolini fue aliarse con Adolf Hitler. A causa de ello (y de las victorias alemanas en Polonia, Noruega y Francia), Italia entró en la guerra en junio de 1940 y sólo tres años después, en julio de 1943, el Duce fue derrocado por sus antiguos partidarios. Pero el eje Roma-Berlín, constituido en octubre de 1936, no se limitó a una alianza militar y política, sino que Italia adoptó los principios racistas del nacional-socialismo.

En mayo de 1938 Hitler acudió a Italia para reunirse con el rey Víctor Manuel III y con Mussolini; el papa Pío XI se retiró a Castelgandolfo y ordenó cerrar los Museos Vaticanos para evitar que el dictador alemán los visitase. Pocas semanas después, los italianos se descubrieron arios puros. Mussolini, epítome del político moderno, como Napoleón y Roosevelt, llevaba su cinismo al extremo de imponer un antisemitismo en el que no creía por simple conveniencia, quizás incluso porque lo creía progresista.

Los científicos racistas

El 15 de julio apareció en la prensa italiana un manifiesto de científicos racistas titulado "El fascismo y el problema de la raza". En el verano, el régimen fue promulgando leyes y decretos sobre el nuevo estatus de los judíos, con las leyes de Núremberg como referente. Uno de los más ilustres perjudicados fue el físico Enrico Fermi, que al estar casado con una judía tuvo que emigrar; ya en Estados Unidos, participó en la fabricación de la bomba atómica.

Según recogió el embajador argentino ante el Vaticano en un informe que remitió a su Gobierno, el secretario del Partido Fascista, Achille Starace, explicó así a los profesores universitarios la necesidad repentina de una política racial:

Con la creación del Imperio, la raza italiana ha entrado en contacto con otras razas y debe por ello prevenirse de todo hibridismo (sic) o contaminación. En tal sentido, ya se han elaborado y aplicado leyes razziste (sic) en todo el territorio del Imperio.

En cuanto a los hebreos, ellos se consideran, hacen miles de años, en todas partes como en Italia, una raza diversa y superior a las otras y es notorio que, maguer la política tolerante del Régimen [fascista], los hebreos han constituido —con sus hombres y medios propios— el estado mayor del antifascismo.

Y esto ocurría cuando en el Partido Nacional Fascista había un número apreciable de judíos. De la misma manera, muchos industriales y empresarios judíos habían respaldado a Mussolini en los años 20, ante el auge del socialismo y las huelgas.

Las leyes incluyeron unas excepciones para los judíos que habían combatido en Libia, la Gran Guerra, Etiopía y España. Pero el 22 de diciembre de 1938 las autoridades militares decidieron, por iniciativa propia, licenciar a todos los oficiales judíos en servicio. Y la orden llegó incluso a las unidades de servicio en España. Nadie se iba a librar de ella, como tampoco se libró de las leyes raciales la amante favorita del promiscuo Duce: Margherita Sarfatti, pelirroja, inteligente, rica y judía.

El Corpo di Truppe Volontarie

El Gobierno fascista, en cuya capital se alojaba el exrey Alfonso XIII, había colaborado con los conspiradores monárquicos españoles y nada más estallar la guerra había enviado unos aviones militares al general Mola. En diciembre de 1936 empezaron a llegar a Sevilla los mandos, las tropas y el material de las unidades del Ejército italiano y del Partido Fascista, que formaron el que luego se denominó Corpo di Truppe Volontarie (CTV).

Uno de los principales oficiales italianos en España era el teniente coronel Giorgio Morpurgo. Había nacido en Roma en 1892, y salió de la Academia Militar de Módena con el grado de subteniente (1915). Su primer destino fue la Tripolitana, en la colonia italiana de Libia, recién tomada (1912) a Turquía. En los dos años siguientes aprendió árabe y ascendió a capitán. En 1918 regresó a Italia y participó en las últimas batallas de la Primera Guerra Mundial, que concluyó con su país en el bando de los vencedores.

A continuación reanudó sus estudios y sus ascensos. En 1926 se le trasladó al Estado Mayor, destino que todos los Ejércitos reservan a los más inteligentes de sus oficiales. Mussolini, de acuerdo con el rey Víctor Manuel, ya se había hecho con el poder. Entre los planes del Duce estaba la expansión militar por los Balcanes, el Mediterráneo y África, para lo que reforzó el Ejército y la Marina e impulsó la Aeronáutica.

Un oficial tres veces condecorado

Morpurgo, que ascendió a teniente coronel en 1935, pidió ser destinado a España en cuanto se formaron las unidades. Llegó a Cádiz en febrero de 1937, y el general Mario Roatta, jefe del CTV, le nombró jefe de servicios de Estado Mayor. En poco más de un año, Morpurgo recibió tres Medallas de Bronce al Valor (los militares italianos siempre fueron muy generosos distribuyendo condecoraciones), por su comportamiento en las batallas de Guadalajara (marzo de 1937), Santander (agosto de 1937) y Levante (abril de 1938).

Durante los dos años que permanecieron en España los italianos, sus unidades pasaron varias reorganizaciones, en una de las cuales se llegaron a constituir dos brigadas mixtas que mezclaron italianos y españoles.

En diciembre de 1938, después del triunfo del bando nacional en la batalla del Ebro, el mando franquista se preparaba para la campaña de Cataluña, cuyo comienzo se fijó para el día 23. Morpurgo era entonces jefe de Estado Mayor de la brigada de Flechas Verdes (Frecce Verdi), que se encontraba en una cabeza de puente en el río Segre en el pueblo de Serós (Lérida). La noche del 22, cuando estaba enfrascado en ultimar los planes para el ataque inminente, o bien descansando nervioso, recibió una orden por la que se le apartaba de su puesto.

Un delito imborrable

Sólo había una razón para decisión tan grave la víspera de una operación, y no era militar. Morpurgo no era un espía, ni un indolente, ni un traidor, ni un cobarde ni un ladrón... No, el delito había ocurrido en Italia hacía más de 45 años, y era un delito imborrable e irredimible. Giorgo Morpurgo lo llevaba en la sangre y, según algunos, en la cara y en el alma: sus padres eran judíos y le habían transmitido esa tara.

Abrumado, Morpurgo dio las novedades a su sucesor y se retiró. Horas después, cuando empezó la preparación artillera previa al ataque de infantería, Morpurgo cruzó solo el puente sobre el Serós y se abalanzó contra las trincheras del Ejército Rojo. Fue la primera baja de esa batalla. Sus camaradas del CTV encontraron su cuerpo acribillado y sin zapatos, al otro lado de las alambradas.

Morpurgo había preferido suicidarse antes que ser expulsado con deshonor del Ejército, al que había dedicado su vida. El régimen fascista cometió una última infamia con Giorgio Morpurgo: le concedió la Medalla de Oro al Valor, pero en la justificación, en que se reconocía su competencia y heroísmo, se decía que había muerto encabezando un ataque al frente de los soldados de su brigada.

Cuando hablamos de las muertes que un régimen puede originar por medio de sus leyes y actos, solemos pesar las vidas o contarlas, con lo que podemos llegar a perdernos en los números. El final de Morpurgo y su manipulación por los poderosos nos devuelven la cara y el nombre de una víctima.

Fuente:libertaddigital.com

domingo, 24 de julio de 2011

Muere , posiblemente por causa de su adicción a las drogas , la cantante judía inglesa Amy Winehouse


La cantante británica Amy Winehouse, de 27 años, ha sido encontrada muerta en su casa de Londres, en el barrio de Camden. La intérprete de soul tenía un largo historial de problemas con el alcohol y las drogas.

Hace unos meses salió de una cura de desintoxicación, justo antes de intentar realizar una gira de conciertos veraniegos que tuvo que anular. En su último recital, en Belgrado, fue abucheada por el público al no poder, prácticamente, mantener el equilibrio ni entonar sus canciones.

La policía dijo que halló el cuerpo de una mujer de 27 años en un apartamento en Camden Square, en el norte de Londres, después de que los servicios de emergencias recibieran una llamada a las 16.05 horas (17.05 hora peninsular española). "Las investigaciones continúan para averiguar las circunstancias de la muerte. Se está tratando como un caso sin explicación", ha asegurado un portavoz de la policía. Los agentes han acordonado la casa para evitar el paso de los fotógrafos.

El padre de Winehouse, que se encuentra en Nueva York, regresará de inmediato a Londres, informa la cadena británica BBC. La cantante había hecho su última aparición pública el miércoles por la noche, cuando salió al escenario junto a su ahijada Dionne Bromfield en el teatro 'The Roundhouse' de Camden Town. A Winehouse se la vio bailar con Bromfield en el escenario mientras animaba a la audiencia a comprar su último álbum.

'No, no, no'

Winehouse, que empezó a despuntar en febrero de 2007 en unos Brit Awards en los que hizo sombra a Lily Allen, le arrebató el premio como mejor artista femenina, alcanzó el estrellato con su 'single 'Rehab'.


Amy Winehouse nació en Londres el 14 de septiembre de 1983. Fue descubierta por el cantante Tyler James a la edad de 16 años. Debutó con un disco, 'Frank', en 2003, que recibió buenas críticas. Su segundo álbum, 'Back to Black', se publicó en octubre de 2006. El 'single' 'Rehab' contiene la frase: "They tried to make me go to rehab. I said 'no, no, no'" ("Ellos intentaron llevarme a rehabilitación. Yo dije no, no, no").

Tras conocerse la noticia, varias figuras del mundo de la música y los medios de comunicación expresaron su sorpresa y pesar por la desaparición de la estrella. La DJ Fearne Cotton ha admitido a través de Twitter que no podía creer la muerte de Winehouse y calificó a la cantante de "chica especial. Es la noticia más triste". Mientras, la cantante Myleene Klasse afirmó que la artista tenía un "talento excepcional y era una chica realmente agradable".

"Acabo de escuchar la triste noticia de la muerte de Amy Winehouse. Con tan sólo 27 años, es una terrible pérdida de gran talento. Envío mis más sinceras condolencias a la familia", ha afirmado el presentador de música Phillip Schofield.

Fuente:elmundo.es

viernes, 22 de julio de 2011

Fallece Lucian Freud, el pintor de los desnudos carnales


El nieto de Sigmund Freud fue, junto a Francis Bacon, uno de los más brillantes representantes de la Escuela de Londres

Nacido en Berlín el año 1922, Lucian Freud, que era nieto de Sigmund Freud, se instaló en Londres en 1932, llevado allí con solo 10 años por su familia, huyendo de la inmediata barbarie nacional socialista, y su presumible plan implacable de exterminio judío. Dada la corta edad con la que desembarcó en Reino Unido, se comprende que su formación artística y posteriormente su brillante desarrollo como pintor se llevase a cabo como si se hubiese tratado de un genuino artista británico. De hecho, adquirió la nueva nacionalidad en la temprana fecha de 1939. Por todo ello, aunque su origen germánico es indudable, se le ha considerado siempre como uno de los más brillantes representantes de la llamada Escuela de Londres, un grupo informal que aglutinó a un conjunto de artistas de primer rango, surgidos todos ellos tras la II Guerra Mundial, entre los que se contaron figuras tan prominentes como Francis Bacon o Frank Auerbach, los cuales se caracterizaron por estar de alguna manera vinculados a una figuración de estirpe expresionista.

Benefits supervisor sleeping

Con su cuadro Benefits supervisor sleeping, se convirtió en 2005 en el pintor vivo más cotizado.-

Autorretrato de Lucien Freud que muestra su ojo morado

Autorretrato de Lucien Freud que muestra su ojo morado- SOTHEBY'S

<i>Doble retrato</i>, de Lucian Freud

No se puede, sin embargo, tampoco negar la impronta artística alemana que configuró la personalidad de Lucian Freud. Hay que tener en cuenta que su padre, que era arquitecto, había sido asimismo un prometedor pintor, en la época de la Secesión de Viena, y que no solo Lucian Freud, sino el resto de los representantes de la Escuela de Londres, coquetearon en su juventud con el surrealismo y con los pintores alemanes de la llamada Nueva Objetividad, como Otto Dix o Georg Grosz. Al margen de estos precedentes artístico-culturales, Lucian Freud estudió en la Central School of Art y en el Goldsmiths' College, antes de iniciar su carrera artística, hacia comienzos de 1940. Su primera exposición colectiva se produjo en 1944, pero la maduración de su estilo y el comienzo de su proyección pública no se produjo hasta una década después, a partir de 1951. Desde entonces, habiéndose librado de esas primeras influencias artísticas continentales, Freud se centró en una peculiar interpretación de la pintura realista, conectada en parte con el precedente británico de Stanley Spencer, pero también dejándose contagiar por el morboso sentido físico, carnal y existencial del primer Francis Bacon, con el que mantuvo siempre una relación dialéctica y artística muy vivaces. La pintura de Lucian Freud debe su original peculiaridad al modo con el que supo abordar la figura humana, fundamentalmente desnuda y haciendo siempre valer su turbadora densidad carnal. En su interpretación del desnudo, Freud unió la peculiar visión forzada con que Edgar Degas espiaba los desnudos femeninos, para obtener un punto de vista insólito, y un sentido matérico que les daba una fuerza táctil, muchas veces de efecto turbador. En realidad, como él mismo declaró, pretendía que la propia pintura tuviese una densidad elástica, como la de la carne: "Quiero que mi pintura funcione como carne. Para mí, la pintura es la persona. Que ejerce sobre mi mismo un idéntico efecto que la carne".

Esta versión del desnudo tan directa y, valga la paradoja, descarnada, así como su independencia de juicio y de costumbres le valieron, en el siempre puritano mundo británico, una fama de alocado libertino, atravesándose con ello muchas veces la frontera del sensacionalismo barato. No hace muchos años, cuando Freud era ya un octogenario, causó malestar la exhibición pública de un autorretrato en el que él se mostraba de pie, pintando sobre un lienzo, mientras una joven desnuda se abrazaba a una de sus piernas. Tomar esta autorepresentación como un delirio exhibicionista, no solo es un error, sino que significa desconocer la historia de la pintura occidental, a la que este genial artista rindió un sagaz culto, plagando con citas inteligentes de grandes maestros del pasado muchos de sus mejores cuadros. En cualquier caso, no cabe la menor duda de que Lucian Freud ha sido no solo uno de los mejores pintores británicos del siglo XX, sino que, todavía más importante, uno de los artistas figurativos más originales y poderosos de la época contemporánea.

Fuente:elpais.com

miércoles, 20 de julio de 2011

Los israelíes se «indignan» y acampan en varias ciudades por una vivienda digna


Centenares de ciudadanos indignados por la imposibilidad de encontrar una vivienda digna acampan en Tel Aviv y otras ciudades israelíes, en una protesta que evoca al movimiento 15-M de Madrid y que parece fraguar un desafío social al sistema.

Lo que comenzó como una acción solidaria con una estudiante desalojada de su apartamento para que el edificio fuera sometido a obras de rehabilitación, se ha convertido en una larga hilera de tiendas de campaña en el céntrico Bulevar Rothschild de Tel Aviv.

Como ya ocurriera en Madrid, en esta ciudad costera los manifestantes han comenzado a organizarse, celebran asambleas y ponen en común ideas que van más allá de la problemática de la vivienda, aunque los organizadores insisten en que ese es el punto de partida.

«El tema de la vivienda es sólo una parte, los políticos se han distanciado del pueblo y queremos que el pueblo recupere el poder», explica junto a la principal lona asamblearia Amit Adler, escritor y guionista, y uno de los promotores de la iniciativa.

Iniciada el pasado jueves, la protesta ya se ha extendido a ciudades como Haifa y Kiriat Shmoná (norte), Beersheba (sur), Jerusalén o a la región de Sharón, al norte de Tel Aviv.

Compra de viviendas

Las concentraciones están integradas por jóvenes universitarios y sobre todo por individuos de clase media que se consideran «nuevos pobres», muchos de ellos profesionales cualificados, con trabajo y salarios decentes, pero que no pueden adquirir una vivienda en urbes como Tel Aviv o Jerusalén, donde los precios se han disparado en los últimos tres años.

La razones son variadas, pero una de las principales es que extranjeros de origen judío y no residentes en el país adquieren viviendas en Israel que sólo visitan una vez al año, bien como una inversión emocional en Tierra Santa o como garantía.

Estos propietarios, no sólo tienen un poder adquisitivo muy superior al israelí promedio, sino que cuentan con exenciones fiscales y no tienen obligaciones cívicas como las que deben cumplir los propietarios locales.

Pese a los compromisos del Gobierno de relanzar la construcción de viviendas para jóvenes parejas, la realidad en la cuestión inmobiliaria sigue estando marcada por la voracidad de un mercado en el que se construyen pisos de lujo que el ciudadano de a pie no puede afrontar.

Otra causa es la compra de viviendas por parte de acaudalados empresarios israelíes como inversión para sus hijos en el futuro y que permanecen vacíos.

Además, el parqué inmobiliario para el alquiler está formado por pisos viejos, mal conservados a lo que se suman contratos cortoplacistas sometidos a pronunciadas subidas anuales. Es el caso de Stav Shapir, una de las pioneras de la campaña en Tel Aviv y que en el último año tuvo que mudarse de apartamento en dos ocasiones.

«Cuando vi el caso de Dafni, la chica que originó la campaña, no lo dudé un minuto y al día siguiente ya estaba formando parte del nuevo movimiento», refiere.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reconoció esta semana la dificultad de los jóvenes para encontrar piso. Pero sus palabras no convencen a David Alexander, informático, con empleo y miembro de la plataforma de Tel Aviv: «La gente está harta de los gobiernos que nos prometen cosas y no hacen nada. Queremos lograr un cambio absoluto y no solamente en asuntos como vivienda y alquileres».

Fuente:abc.es

martes, 19 de julio de 2011

Soluciones, no resoluciones - Gerardo Stuczynski

A través de la Liga Árabe, los palestinos buscarán en septiembre que las Naciones Unidas reconozcan en septiembre la existencia de un Estado palestino.

Si bien no existe y jamás existió, ese Estado palestino estaría delimitado por las fronteras de 1967 –que no son tales, sino líneas de armisticio– e incluiría Cisjordania y Gaza, que no son contiguas. La capital sería Jerusalén Este.

El proceso precisa que se eleve la petición al secretario general de la ONU, que a su vez la derivaría al Consejo de Seguridad, donde tendría que obtener el visto bueno de nueve de sus 15 miembros. Entre esos nueve tienen que estar los cinco miembros permanentes (Rusia, China, EEUU, Francia y Reino Unido). Posteriormente el asunto quedaría en manos de la Asamblea General, que tendría que votar a favor por una mayoría de dos tercios.

Los palestinos llevan mucho tiempo esforzándose al máximo por eludir las negociaciones directas con Israel y dando la batalla en la arena de la diplomacia y la opinión pública internacionales, lo cual es evidente que no les conducirá al establecimiento del Estado.

Es como una partida de ajedrez en el marco de las relaciones internacionales. Se trata... no de avanzar hacia la creación de un Estado, sino de mantener el statu quo... pero intentando responsabilizar del estancamiento y de la falta de paz a Israel.

Eso se debe a que el verdadero objetivo no es la independencia, sino la deslegitimación de Israel. Prueba fehaciente de ello es el reclamo relativo al derecho de retorno de los refugiados. La exigencia es que los refugiados regresen; pero no a Palestina, sino a Israel. No parece propio de quien pretende crear un nuevo Estado el enviar sus potenciales ciudadanos al país vecino.

Al abordar el tema de los refugiados, la fecha de referencia para los palestinos es 1947, lo que implica que el origen del problema es la creación de Israel. En cambio, cuando hablan de las fronteras apuntan a 1967; y es que antes del 67 esos territorios ya estaban en manos árabes, y jamás mostraron la más mínima intención de establecer un Estado allí.

La última jugada, como decía al principio, ha sido solicitar a la ONU que reconozca el Estado palestino. Se trata de una jugada que conlleva riesgos y cuyos efectos pueden ser distintos a los previstos.

En primer lugar, Estados Unidos ha manifestado reiteradamente que se opone a un reconocimiento de este tipo, sin el acuerdo previo con Israel. Resulta superfluo recordar que Estados Unidos tiene derecho de veto en el Consejo de Seguridad, por lo que tal iniciativa no sortearía este primer obstáculo.

Así las cosas, la Asamblea General, donde el respaldo a los palestinos es mayoritario, no podría abordar el asunto. En caso de que lo hiciera, su resolución no tendría carácter vinculante ni obligaría a los Estados miembros. Por ello, los palestinos obtendrían una victoria en el campo diplomático, pero con escasos o nulos efectos en el terreno de los hechos.

Pues precisamente eso es lo que se proponen.

En Israel se discute sobre los posibles efectos de un pronunciamiento así. El Gobierno – más allá de la importancia que le otorgue– no ha dado la batalla por perdida, de ahí que el primer ministro Netanyahu ande recorriendo tantos países –fundamentalmente europeos– en busca de apoyos a su postura y esgrimiendo argumentos sobre lo negativo que sería un reconocimiento de esas características.

Para empezar, es evidente que una declaración así no solucionaría el conflicto sobre el terreno. Los palestinos siguen sin tener los elementos necesarios para la erección de un Estado. Por otra parte, esa solución infringiría los Acuerdos de Oslo, en los que ambas partes se comprometieron a no cambiar unilateralmente el statu quo. Una violación de tal envergadura tendría como consecuencia inmediata que Israel no se considerase comprometida con dichos acuerdos.

Además, el mundo estaría legitimando el poder de una organización terrorista como Hamás, que integra desde hace pocos meses el Gobierno palestino y que domina la Franja de Gaza. Sería un hecho sin precedentes. Hamás, estrecho aliado de Irán, condenó la muerte de Ben Laden –al que consideró un guerrero santo– y tiene como objetivo la destrucción de Israel.

Si los enemigos de Hamás no fueran los judíos, sería impensable que el mundo le otorgara tanto crédito.

En definitiva, esta maniobra no sólo no contribuye a poner fin al conflicto, sino que, por el contrario, lo complica. La resolución de asuntos tan complejos sólo puede venir con la celebración de negociaciones directas entre las partes. Lo que se está haciendo va en desmedro de la paz y de los intereses palestinos.

Si se reconociera a Palestina sin el concurso de Israel y sobre unas fronteras ficticias, ¿cómo se sentarían los palestinos a negociar luego las fronteras reales y definitivas? Ningún Gobierno palestino podría ceder un milímetro de lo ya obtenido por medio de la ONU.

La situación se agrava aún más si tenemos en consideración que la dirigencia palestina jamás se ha caracterizado por su pragmatismo, ya que, para lograr un acuerdo real, es imprescindible adaptar las demandas palestinas a la realidad histórica y demográfica, así como a las necesidades de seguridad de Israel.

En definitiva: lo que parecería una victoria a corto plazo podría convertirse en otra derrota y en más postergaciones para el pueblo palestino.

En el campo de batalla, la derrota de unos implica el triunfo de otros. En el campo de la paz, la derrota de unos es la derrota de todos. Como dijo el representante israelí Meron Reuben en la reunión del Consejo de Seguridad: "Necesitamos soluciones, no resoluciones".

© porisrael.org

GERARDO STUCZYNSKI, presidente de la Confederación Sionista Latinoamericana y miembro del Ejecutivo Sionista Mundial.

Fuente:libertaddigital.com

SUDAN DEL SUR . Con banderas de Israel - Mario Noya


Hablaba yo la otra noche con un amigo israelí de cosas regulares tirando a malas; y en un momento dado mi amigo israelí, por ver de espantar la murria, orgulloso me comentó con sorpresa, regocijado: "Celebraron la independencia con banderas de Israel, querido...".

Me hablaba de sudaneses del sur en su día grande, 9 de julio de 2011, Día de la Independencia de su patria, que desde entonces ya no forma parte del Sudán árabe, musulmán, genocida de negros cristianos o animistas (¡o musulmanes!). Estaban en su capital, Juba, bailando y cantando, exhibiendo junto a su bandera las de Israel y los Estados Unidos de América.

He dicho que mi amigo se sorpendió y he dicho bien pero Edwin no tenía motivos, fuera de los estrictamente sentimentales que te llevan a exclamar "¡No me lo puedo creer!" cuando las cosas salen como debieran: había razones de sobra para que aquellos chicos enseñaran esa bandera israelí que a todas luces hasta unos minutos antes había ejercido de sábana, o acaso fue mero pedazo de tela blanca. Porque Israel siempre ha estado junto a los machacadísimos sudaneses del sur. Durante la eterna guerra (1955-72, 1983-2005) que libró contra el Norte arabo-musulmán, y que se estima causó la muerte de dos millones de personas y el desplazamiento de otros cuatro millones, el Sur contó con el apoyo de Jerusalén; al punto de que, tras su fulgurante victoria en la Guerra de los Seis Días, y según relataba hace unos meses Oren Kessler en el Jerusalem Post, el Tsahal envió a sus amigos sursudaneses parte del arsenal capturado a sus múltiples enemigos árabes.

"We love Israel people", declaró recientemente Elia Dimo, uno de los creadores del Ejército de Sudán del Sur, a la televisora israelí Channel 10. "Por lo que a nosotros respecta, Israel es un país amigo, y nosotros amamos al pueblo de Israel. Pensamos que son el pueblo elegido y rezamos por ellos. Los queremos, y queremos tener una relación muy estrecha con ellos".

Sursudaneses festejando la independencia de su país en Tel Aviv.Ya en octubre, el ministro sursudanés de Información, Barnaba Marial Benjamin, adelantaba que el 193º Estado miembro de la ONU no tenía enemigos y que estaba dispuesto a establecer relaciones con cualquier país, empezando por ese que no es un país cualquiera: "Varios países árabes tienen relaciones diplomáticas con Israel, ¿por qué nosotros no?", se preguntó, pensando precisamente en aquellos que no decían ni mu cuando el arabísimo presidente del Sudán, Omar al Bashir, desataba verdaderas campañas de exterminio en Sudán del Sur (y en Darfur) pero con todo el cuajo se permitían el año pasado vigilar los primeros pasos del recién nacido... ¡antes de que los diera! Con menos mano, el presidente del nuevo país se sacudió la presión en diciembre aclarando o clamando: "Israel sólo es enemigo de los palestinos, no un enemigo del Sur". Luego se lo pensó mejor, o le presionaron más aún, negó que su Gabinete tuviera lazos con Jerusalén y dijo "entender" la "sensiblidad" que hacia este asunto muestran los regímenes árabes, tan sensibles ellos con su propia gente, en Trípoli como en El Cairo, en Damasco y en Rabat, en Riad o en Saná...

Decíamos que el 9 festejaron en Juba con banderas de Israel y el nuevo país. Otro tanto hicieron al día siguiente dos o trescientos sursudaneses en Tel Aviv. (¿Por qué el 10? Por deferencia a sus anfitriones: incluso en la laiquísima TA quisieron respetar el shabbat). Se reunieron en el edificio Panorama, bailaron, cantaron, rieron, se acordaron de sus vivos y sus muertos, sintieron nostalgia, previeron:

"Nuestros padres nacieron con la guerra, nosotros nacimos con la guerra", dice Simon Laderk, que contribuyó a la coordinación del encuentro [y que estudia Arqueología en Netanya]. "Pero ahora va a haber un cambio. (...) Espero que mi Gobierno tenga éxito. Necesitamos volver y apoyar a nuestro país".

En Israel hay unos 8.000 sudaneses, la mitad de los cuales procede del Sur ahora independiente. Gozan de protección por parte del Estado israelí –que, dicho sea de paso, no tiene relaciones con el régimen de Omar al Bashir, sobre el que pesa una orden de detención cursada por el Tribunal Penal Internacional, que le acusa de crímenes de guerra; Jerusalén, por su parte, denuncia su complicidad con la organización terrorista Hamás–, y cuentan con la asistencia de ONG como Operation Blessing, que ya ha ayudado a más de 600 a volver a su tierra, en la que ya está trabajando IsraAID, The Israel Forum for International Humanitarian Aid; con un proyecto de largo aliento, según se desprende de estas palabras de su fundador y director, Shachar Zahavi:

Israel, un país pequeño y relativamente nuevo, ha adquirido experiencia en cuestiones como la gestión del agua, la agricultura, el tratamiento del síndrome de estrés postraumático, la educación o la inmigración, una experiencia que podría ser valiosa para la gente de Sudán del Sur, que se dispone a construir su propia nación. Nuestro objetivo, coherente con los valores judíos, es tender la mano a nuestros nuevos amigos en todo aquello en que podamos serles útiles.

También quiere ayudar, de la mejor manera posible –o sea, posibilitando que Sudán del Sur se abra al mundo de los negocios y que el mundo de los negocios se abra a Sudán del Sur–, Meir Greiver, dueño de la South Sudan Development Company: "Es muy simple: el país está abierto y preparado para ser levantado desde los cimientos. El Norte jamás invirtió en el Sur, no lo desarrolló, y ahora hay mucho que hacer ahí", dice el veterano (73 años) emprendedor, que trabajó durante 22 años en Sudáfrica. Pueden dar idea del maltrato que infligía Jartum al territorio estos pocos datos: Sudán del Sur, con sus 644.329 kilómetros cuadrados (más que España y Portugal) y sus 8,2 millones de habitantes, tiene sólo 2 aeropuertos de pistas asfaltadas (Sudán –1.861.484 km2, 37 millones de habitantes–, 19), sólo 60 kilómetros de carreteras asfaltadas (Sudán, 4.320) y sólo 236 kilómetros de vías ferreas –en pésimo estado­­– (Sudán, 5.978 –y mucho mejor conservados–). Pero volvamos a Greiver, que es cualquier cosa menos pesimista:

[Sudán del Sur] tiene una gran cantidad de petróleo y otros recursos naturales que están esperando a ser utilizados y que ayudarán al país a salir adelante (...) El potencial para hacer dinero en diferentes campos es enorme. Tienen oro, uranio. Hay quien dice que tienen incluso algo de aluminio. Sin la menor duda, es un lugar donde se pueden hacer muchas cosas.

Y encima –incita Greiver a sus compatriotas– son muy proisraelíes, "no sólo por su creencia religiosa de que somos el pueblo elegido, sino porque Israel les ayudó en los años 60 y 70". Y cuando el periodista por fin le mienta el topicazo tóxico que opone ayudar al hambriento con enseñarle a que se haga la comida (y en el entretanto se la vendes, a cambio de lo que sea, incluso de su desempeño como pinche), Greiver le da una lección de vida:

Mire, yo no hago esto sólo por cumplir con unos muy nobles propósitos, también quiero ganar dinero. Pero no se trata de explotar a nadie, sino de dar y tomar.

De cooperar. De servir a y servirse de los demás. El mercado era, es y será esto, siempre que se lo deje, que se deje a la gente de carne y hueso que lo integra, estar.

Para el cierre recurriré de nuevo a Laderk, que celebró el advenimiento de la independencia de su país en su segunda patria, ese Israel vilipendiado como Estado canalla por la chusma flotillera y su cáfila de semejantes atorrantes:

En el mundo, mucha gente odia a Israel. Nosotros no. Nosotros amamos a Israel. Y quiero que su gente y su Gobierno unan sus manos y ayuden al pueblo sudanés.

MARIO NOYA, jefe de Suplementos de LIBERTAD DIGITAL.

No se robó Palestina; se compró Israel - Daniel Pipes

Los sionistas se robaron la tierra palestina: éste es el mantra que tanto la Autoridad Palestina como Hamás enseñan a los niños y difunden en sus medios de comunicación. Se trata de un punto de partida de enorme trascendencia.

"Presentar la creación del Estado como un acto de latrocinio y su persistencia como una injusticia histórica constituye la base central del no reconocimiento por parte de la Autoridad Palestina del derecho de Israel a existir", puede leerse en Palestinian Media Watch. Por lo demás, semejante acusación mina la posición internacional de Israel.

¿Es cierto el mantra de marras?

No, no lo es.

Irónicamente, la construcción de Israel ha sido uno de los procesos migratorios y de nation building más pacíficos de la historia. Comprender el porqué de tal fenómeno exige considerar al sionismo en su contexto. La norma histórica es la conquista, así de simple. Casi todos los Estados se han creado a expensas de otros. Nadie retiene siempre el control, las raíces de cada cual siempre están en otra parte.

Las tribus germánicas, las hordas de Asia Central, los zares rusos y los conquistadores españoles y portugueses rehicieron el mapa del mundo. Los griegos de hoy en día no tienen sino una tenue conexión con los de la Antigüedad. ¿Quién puede contar el número de veces que Bélgica ha sido invadida? Los Estados Unidos llegaron a ser luego de derrotar a los nativos americanos, y los arios invadieron la India.

Debido a su importancia y posición geográfica, Oriente Medio ha experimentado numerosísimas invasiones; por parte de los griegos, los romanos, los árabes, los cruzados, los seléucidas, timúridas, los mongoles, los europeos modernos. Por otra parte, los conflictos dinásticos hacían que un mismo territorio –Egipto, por ejemplo– fuera conquistado una y otra vez.

El territorio del actual Israel no es ninguna excepción. En Jerusalén sitiada, Eric H. Cline escribe: "Por ninguna otra ciudad se ha combatido más implacablemente a lo largo de la historia". El propio Cline enumera 118 conflictos en y por Jerusalén en los últimos 4.000 años; habría sido destruida por completo al menos en dos ocasiones, asediada en 23 ocasiones, tomada en 44 ocasiones, atacada en 52 ocasiones.

La Autoridad Palestina fantasea con que los palestinos descienden de una tribu de la antigua Canaán, concretamente de la de los jebuseos; en realidad, en su mayor parte descienden de invasores e inmigrantes en busca de oportunidades económicas.

Frente a este legado de conquistas y violencias incesantes, los esfuerzos sionistas por asentarse en Tierra Santa sorprenden por su benignidad, fueron más de tipo mercantil que militar. Dos grandes imperios, el otomano y el británico, gobernaron sucesivamente por aquel entonces Eretz Israel. Los sionistas no tenían fuerza militar, así que no podían conseguir un Estado por medio de la conquista.

Lo que hicieron fue comprar suelo. La adquisición de tierras, dunam a dunam, granja por granja, casa por casa, está en la base de la empresa sionista hasta 1948. El Fondo Nacional Judío, creado en 1901 para comprar tierras en Palestina "a fin de colaborar en la fundación de una nueva comunidad de judíos libres, partícipes de una industria pacífica y activa", era la principal institución sionista, y no la Haganá, la organización clandestina de defensa, fundada en 1920.

Los sionistas se volcaron en la recuperación de un suelo estéril, que se consideraba imposible de cultivar. No sólo hicieron florecer el desierto, sino que drenaron pantanos, limpiaron canales, reforestaron colinas y desalaron el terreno. Sus labores de potabilización del agua y recuperación del suelo redujeron de forma notable la cifra de muertes causadas por enfermedades como la malaria.

Sólo cuando, en 1948, los británicos cedieron el poder y los Estados árabes trataron de machacar y expulsar a los sionistas recurrieron éstos a las armas y consiguieron nuevos territorios manu militari. Pero incluso en esas circunstancias, tal y como demuestra el historiador Efraim Karsh en Palestina traicionada, la mayoría de los árabes abandonó sus tierras de forma voluntaria; muy pocos fueron expulsados.

Esta historia contradice frontalmente la versión palestina de "bandas de maleantes sionistas que se robaron Palestina y expulsaron a su población", lo que provocó una catástrofe "sin precedentes en la historia", según puede leerse en un manual escolar palestino; los sionistas "saquearon el territorio palestino (...) y crearon su Estado sobre las ruinas del pueblo árabe-palestino", ha escrito un columnista en el diario de la Autoridad Palestina. Estas falsedades se repiten con frecuencia en organismos, periódicos y universidades de todo el mundo.

Los israelíes deberían ir con la cabeza bien alta e incidir en que la construcción de su país tuvo por soporte el movimiento popular menos violento y más pacífico de la historia. No hubo bandas de maleantes robándose Palestina, sino comerciantes comprando Israel palmo a palmo.

www.danielpipes.org

Fuente:libertaddigital.com

Israel detiene el único barco de la II Flotilla que pudo salir de Grecia hacia Gaza


Sin incidentes ni enfrentamientos, la Fuerza Naval israelí ha interceptado la embarcación francesa Dignité-Al Karama con 16 personas a bordo (activistas propalestinos, tripulación y periodistas) que deseaba llegar a la Franja de Gaza.

Desde las diez de la mañana, la Marina israelí mantenía contacto con el capitán del barco al que exigía en inglés y francés no seguir rumbo a Gaza. "Van a entrar en una zona donde rige un bloqueo naval decretado de acuerdo a la ley internacional", le dijeron los soldados.

Antes de que el comando Shayetet 13 subiera al barco a unos 60-70 kilómetros de las costas de Gaza, el ejército añadía: "Les hemos recordado que cualquier suministro lo pueden hacer legalmente por tierra y que pueden trasladarlo al puerto israelí de Ashdod o a los puertos egipcios. Les hemos advertido reiteradamente".

En la toma de control por parte del comando israelí -ordenada directamente por el jefe del ejército, Benny Gantz- no se han producido enfrentamientos y el barco está siendo desviado al puerto israelí de Ashdod. De ahí los activistas serán detenidos y expulsados del país.

Rodeados por cuatro barcos de guerra israelíes, los activistas respondieron que no llevan armas y que seguían dispuestos a llegar a Gaza. "Nuestra misión es pacífica. No tenemos ninguna intención de usar la violencia. Es un barco con bandera de Francia que representa a los centenares de activistas que querian llegar a Gaza", dijo minutos antes uno de los portavoces, el francés Thomas Sommer-Houdeville.

En el barco, se encuentra un equipo de la cadena árabe de televisión Al Yazira y la periodista del diario israelí, Amira Hass. "La Fuerza Naval ha anunciado a los activistas que les permitirán volver por donde han venido hasta el momento que sus fuerzas no tengan más remedio que subirse al barco", escribía Hass esta mañana desde la cubierta del barco.

De la docena de embarcaciones de la segunda Flotilla, Dignité-Al Karama es la única que consiguió salir de los puertos griegos. Lo lograron porque informaron a Atenas-que prohíbe terminantemente la flotilla hacia la franja palestina por motivos de seguridad- que su destino era el puerto egipcio de Alejandría y no Gaza. Los organizadores de la frustrada flotilla acusaron a Grecia de "ceder a la presiones y chantaje de Israel".

"Esperamos por el bien de todos que sus comandos no nos intercepten. No somos violentos. Estamos aquí como acto político de protesta y solidaridad con el pueblo de Gaza", decía anoche uno de los promotores propalestinos, el israelosueco Dror Feiler.

El viceministro israelí de Exteriores, Danny Ayalon, adelantó a ELMUNDO.ES que "si el barco se dirige hacia Gaza, territorio controlado por el grupo terrorista Hamas, violaría un bloqueo marítimo establecido de acuerdo a las leyes marítimas internacionales. Saben que no hay crisis humanitaria en Gaza por lo que su barco es una provocación antiisraelí".

La primera flotilla organizada a Gaza el año pasado estaba formada por seis embarcaciones. El asalto israelí al barco Mavi Marmara, integrado por centenares de militantes del grupo islamista turco IHH, acabó con la muerte de nueve ciudadanos turcos, la condena internacional y una grave crisis israeloturca que aún no se ha solucionado.

Fuente:elmundo.es

sábado, 16 de julio de 2011

Respuesta de la izquierda antisemita al Embajador de Israel Sr. Schutz , esta vez de mano de Juan Goytisolo


Los adioses del embajador de Israel

En lo que parece ser una carta de despedida a los españoles (Perspectiva y paciencia, EL PAÍS, 2-7-2011), el embajador de Israel en Madrid, Raphael Schutz, nos descubre el Mediterráneo. Desde el decreto de expulsión de los Reyes Católicos de 1492, nos dice, "a diferencia de lo que sucedió en otros lugares de Europa, que en España no hubo convivencia con judíos de carne y hueso durante siglos... El desconocimiento personal del judío hizo que proliferaran los estereotipos. Se puede deducir hasta qué punto estos están enraizados por el hecho de que hasta hoy día expresiones como hacer judiadas son comunes y corrientes en el discurso español, así como por los elementos manifiestamente antijudíos en las procesiones religiosas de Andalucía y de otros lugares".

El antisemitismo es una monstruosidad, pero una colonización ilegal es un 'apartheid'

Los políticos conservadores de España sostienen la postura de Netanyahu

Si a primera vista las cosas sucedieron tal como las pinta el embajador, su reducción simplista a conocidos giros y refranes o a vagas referencias a la piedad popular de nuestro folclor deja de lado aspectos fundamentales del tema. Los judíos no desaparecieron sino aparentemente de la sociedad peninsular incluida la de Portugal. Aunque encubierta y rodeada de todo tipo de precauciones en razón del acoso de la Inquisición, la elite judeoespañola siguió siendo parte de nuestro paisaje cultural. Los cristianos nuevos que recibieron a la fuerza el "bautismo de pie" y sus descendientes de sangre "manchada" compusieron al revés la verdadera elite intelectual de la Península al punto que, como dijo un historiador, ya fueran secretamente judíos, ya racionalistas -esa línea de pensamiento que va de Fernando de Rojas a Spinoza, pasando por Uriel da Costa, tan bien estudiada por Révah-, ya cristianos embebidos en la mística hebrea, crearon en gran parte la espléndida cultura española de los siglos XV, XVI y XVII mientras que los españoles de sangre "limpia" se encastillaban en su búnker antisemita. La llamada Edad Conflictiva por Américo Castro y los dramas provocados por la obsesión enfermiza de la pureza de sangre han sido analizados por intelectuales de la talla de Castro, Domínguez Ortiz, Julio Caro Baroja, Márquez Villanueva, José Jiménez Lozano, etcétera, que quizá no sean unos desconocidos para Raphael Schutz, y por otros que ha leído sin duda como Benzion Netanyahu, Ierushalmi (cuya obra de referencia reseñé hace años en L'Express), el ya citado Révah, Samuel Armistrad, Silverman...

El antisemitismo sin judíos -que no es una triste singularidad nuestra sino también de algunos países del Este europeo como Polonia- se prolongó a lo largo de los siglos XVIII, XIX y primera mitad del XX. El magnífico estudio de Gonzalo Álvarez Chillida, El antisemitismo en España. La imagen del judío (1812-2002), que tuve la satisfacción de prologar, examina atentamente los prejuicios y clichés que salpican la obrade autores tan diversos como Alarcón, Bécquer, Balmes, Vázquez de Mella, Emilia Pardo Bazán, Pío Baroja, González Ruano o Vicente Risco. Las bien meditadas réplicas a dicha malquerencia de José Amador de los Ríos, Adolfo de Castro, Ángel Pulido y Rafael Cansinos Assens, amén del filosemitismo de figuras como Espriu o Josep Pla, podrían apuntalar con mayor firmeza la paticoja exposición del señor embajador.

Igualmente le aconsejaría la lectura de la antología de Literatura fascista española de Julio Rodríguez Puértolas que, frente al odio visceral al moro de los poetas y escritores del bando republicano durante la Guerra Civil -odio fomentado por la utilización de míseros mercenarios rifeños por los militares franquistas-, presenta en opuesta y perfecta simetría las soflamas antijudías de los agrupados tras la bandera de la Falange y el credo nacionalcatólico. ¡Un revelador homenaje de la barbarie a la llamada España de las Tres Culturas!

Sí, señor Schutz, el antisemitismo persiste en España después de tres décadas de democracia. Diversas estadísticas indican que en el palmarés de la infamia de los prejuicios raciales, el judío imaginario ocupa el tercer lugar después del gitano, pese a su probada españolidad desde hace siglos, y, naturalmente, del moro. Pero deducir que este "telón de fondo histórico dicta la actitud de los españoles hacia Israel" es dar un salto muy peligroso en la medida en que pasa por alto algo tan claro como que ser judío, ser sionista, ser israelí y ser extremista religioso del orden de los que imponen su ley en los territorios ocupados de Palestina son cosas distintas, y que esa amalgama no conduce a esclarecer el problema sino que lo complica.

Fuera de un puñado de antisemitas puros y duros, nostálgicos de la cruz gamada y de la Falange, la clase política conservadora de España, tradicionalmente antijudía, sostiene hoy la postura de Netanyahu y la ocupación de Cisjordania -vayan de ejemplo el expresidente Aznar y el vivero de pensadores de la FAES, para quienes Israel es el centinela de Occidente frente a la marea negra islámica-, y son muchos los projudíos de izquierda que sin dejar de serlo critican, por las mismas razones éticas que les condujeron a apoyar la creación del Estado israelí, el implacable apartheid impuesto por este a los palestinos y reclaman una paz justa y duradera entre dos Estados soberanos basada en las fronteras internacionalmente reconocidas.

Raphael Schutz se lamenta de que "los españoles en general se informen sobre Israel a través del prisma de los medios de comunicación y por ello no conocen el verdadero Israel". Ahora bien, fuera de la quimérica posibilidad de ofrecerles una masiva visita guiada a su país, ¿cómo quiere el embajador que se informen si no por medio de la prensa, televisión, radio, Internet, etcétera? Los veinte y pico representantes de los distintos periódicos y canales televisivos, afirma, no cubren el auténtico Israel de la diversidad cultural, la vanguardia tecnológica, el éxito económico y el florecimiento literario: "Un español que conozca Israel solo a través del material visual que llega aquí podría pensar que en aquel país viven únicamente dos tipos de habitantes: los ultraortodoxos y los soldados".

Pero la implícita acusación de maniqueísmo a nuestros corresponsales no tiene en cuenta un factor elemental que vale tanto para Israel como para el resto del mundo: el contenido informativo de los hechos, lo que es noticia. Nadie o casi nadie duda de que los israelíes gozan de derechos democráticos y han alcanzado un nivel educativo y cultural digno de aplauso, pero esos derechos y valores ¿se extienden a los palestinos que sufren su ocupación militar? ¿Qué tiene mayor contenido informativo: la Operación Plomo Fundido, o la exposición visual de la vida apacible de una familia israelí de clase media, con buenos conocimientos tecnológicos y abierta a las redes sociales del mundo moderno? Si, por poner un ejemplo, los corresponsales de este periódico, desde Ferrán Sales a Juan Miguel Muñoz y Enric González, han centrado su atención en los ultraortodoxos y los militares o, mejor dicho, en la creciente influencia de ciertos grupos de los primeros en los segundos, es porque dicha situación revela la inquietante militarización mental de una gran parte de una sociedad que era décadas atrás liberal y laica, y el devastador influjo en ella de un extremismo religioso que poco tiene que envidiar al de los grupos radicales árabes que niegan su existencia. La promesa bíblica de la tierra de Judea y Samaria a las tribus de Israel no es un contrato de propiedad avalado ante notario que autoriza a desahuciar de su suelo a quienes nacieron y viven en él. Este es el fondo del drama que no se resolverá mareando a la perdiz durante décadas como pretenden Benjamín Netanyahu y los suyos, sino con el cumplimiento de las resoluciones de la Asamblea General de la ONU de 1948 y 1967.

Olvídese el señor Schutz de las teorías conspirativas y supuestas "coaliciones del odio" como aquella en la que me metió sin pararse en pelillos en compañía de Chomsky, Saramago (cuya desafortunada comparación de Cisjordania con Auschwitz me dejó literalmente sin habla y estropeó mi viaje a Ramala) y, como guinda de tan extraño cóctel, Antonio Gala, y no incurra en amalgamas y descalificaciones similares a las que denuncia. El antisemitismo es una monstruosidad que toda persona digna rechaza. Pero hay que poner las cosas en su lugar y llamar una colonización ilegal con su verdadero nombre: un régimen de apartheid que tarde o temprano, y el porvenir de Israel le va en ello, Tel Aviv tendrá que liquidar.

Juan Goytisolo es escritor.

Fuente:elpais.com

Perspectiva y paciencia - RAPHAEL SCHUTZ


He tenido el privilegio de que mi cuarto y último año como embajador de Israel en España, que finaliza estos días, haya sido el de la conmemoración de los 25 años desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestros dos países, y, sin embargo, está claro que la decisión que honró a Felipe González y Simón Peres en 1986 no puede derrumbar ni borrar de la noche a la mañana los muros de distanciamiento y hostilidad, los sedimentos que se han acumulado a lo largo de 500 años.

El español que conoce Israel por la prensa cree que solo hay ultraortodoxos y soldados

El daño producido por los acontecimientos de 1492, aparte del trauma de la expulsión y la Inquisición de por sí, se reflejan en la obliteración de la vida judía en la península Ibérica. A diferencia de lo que sucedió en otros lugares de Europa, en España no hubo convivencia con judíos de carne y hueso durante siglos. Desde luego no se desarrolló aquí una élite judía intelectual, ni política, ni empresarial, ni de ningún otro tipo.

El desconocimiento personal del judío hizo que proliferaran los estereotipos. Se puede deducir hasta qué punto estos están enraizados por el hecho de que hasta hoy día expresiones como "hacer judiadas" son comunes y corrientes en el discurso español (de hecho su acepción aparece incluso en los diccionarios), así como por los elementos manifiestamente antijudíos en las procesiones religiosas de Andalucía y de otros lugares. Es más, muchos españoles de mi generación, nacidos en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, me han confesado que siendo niños, cuando no se portaban bien, sus padres les regañaban habitualmente con expresiones como "no te portes como un judío", "escupir es de judíos", etcétera.

La cuestión de hasta qué punto y en qué medida este telón de fondo histórico dicta la actitud de los españoles hacia el Israel de hoy resulta fascinante. Dudo mucho que los acérrimos críticos de Israel reconozcan, incluso en una autorreflexión, que existe un vínculo entre aquellas imágenes de los judíos de las que se impregnaron durante su infancia y su posición hacia Israel hoy. Y, por supuesto, nunca lo reconocerán en público. Para empezar, dejemos claro que no me estoy refiriendo a aquellas críticas legítimas hacia políticas de Israel. Dicho esto, en el discurso español, se cruza a menudo la frontera más allá de la crítica legítima: en las páginas de este mismo periódico escribió alguien cuyo nombre no voy a citar que la creación del Estado de Israel fue un error histórico y sería mejor que desapareciera. En una encuesta reciente más de un 10% de los encuestados respondió que la desaparición de Israel sería la solución preferida por ellos para resolver el conflicto en Oriente Próximo. Israel es hoy por hoy el único país del mundo que es objeto de expresiones y opiniones radicales de esta índole. A aquellos que atribuyen este discurso de odio extremista únicamente al conflicto entre Israel y los palestinos les resultará difícil explicar por qué otros conflictos no despiertan estas emociones obsesivas y por qué en otros casos la crítica se dirige hacia la política del Gobierno en cuestión, mientras que en el caso de Israel, como hemos explicado, degenera muchas veces en la descalificación del derecho de existencia de una soberanía nacional judía.

Debido a la actitud obsesiva hacia el conflicto, continúa en cierta medida con respecto a Israel la misma situación que existió durante 500 años con respecto a los judíos. Los españoles en general se informan sobre Israel únicamente a través del prisma de los medios de comunicación y por ello no conocen el verdadero Israel. En el juego de asociaciones, cuando se cita a "España" ante un israelí de a pie, este último piensa en el fútbol, en Goya, Bardem (y por supuesto, Pe), Gaudí y las tapas. Cuando se cita a "Israel" ante un español de a pie, este último piensa en el conflicto, el conflicto y el conflicto. Hay más de 20 representantes de los medios de comunicación españoles en Jerusalén, pero no cubren el Israel de la diversidad cultural, la vanguardia tecnológica, la creatividad y la innovación, del éxito económico, y el enorme florecimiento cultural. Cubren única y exclusivamente el conflicto. Un español que "conozca" Israel solo a través del material visual que llega aquí podría pensar que en aquel país viven únicamente dos tipos de habitantes: los ultraortodoxos y los soldados.

A mí no me cabe duda de que no se puede negar la influencia continuada de cientos de años de desconexión entre dos pueblos sobre las relaciones bilaterales actuales. Quien pretenda hacerlo peca de descontextualización histórica. Me parece también que, a pesar de los esfuerzos positivos para cerrar la brecha por distintos medios (como por ejemplo la creación de Casa Sefarad-Israel), 25 años son un lapso de tiempo demasiado corto, un abrir y cerrar de ojos históricamente hablando, para lograrlo. Un puente que tiene que salvar tales abismos de tiempo y de sedimentos necesita unos cimientos sólidos. En gran medida nos encontramos aún en pleno proceso de construcción de dicho puente. Esta es la perspectiva, este es el prisma a través de los cuales deben analizarse las relaciones, y de ello se deriva la necesidad de entendimiento, tolerancia y paciencia por parte de todo aquel que estime nuestras relaciones y aspire a contribuir a su desarrollo. Con todo ello, mi experiencia aquí me da esperanzas de que no vamos a necesitar otros 25 años para finalizar la construcción del puente.

Raphael Schutz es embajador de Israel en España.

Fuente:elpais.com

El embajador israelí abandona España lamentando 'el antisemitismo' vivido


El embajador de Israel en España, Raphael Schutz, ha regresado a su país poniendo fin a cuatro años en el cargo durante los que ha vivido "en carne propia parte del odio y del antisemitismo que existen en la sociedad española". Schutz confiesa esta impresión en un artículo publicado en la página web de la Embajada de Israel en Madrid con motivo de su despedida.

El ya ex embajador confiesa haber pasado "épocas poco agradables" durante su estancia en España, adonde llegó en julio de 2007.

Cita la operación del Ejército israelí contra la Franja de Gaza en enero de 2009, que causó unos 1.300 muertos, en su mayoría palestinos, y el asalto a la 'Flotilla de la Libertad' a finales de mayo del pasado año, en el que murieron nueve activistas turcos.

Además de estos dos episodios, que provocaron las críticas del Gobierno español y las protestas de colectivos sociales, Schutz lamenta la aversión contra Israel que, según él, ha padecido en sus años en España.

"También el hecho de haber vivido en carne propia parte del odio y del antisemitismo que existen en la sociedad española es algo que me llevo conmigo", asegura.

Schutz añade que "a pesar de todo esto", ha teniendo "muchos momentos muy positivos, muy cálidos y muy emocionantes" tanto en el plano personal como profesional.

Recuerda con satisfacción haber sido embajador en la celebración este año del 25 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre España e Israel.

En el marco de esta efeméride, los Príncipes de Asturias visitaron Israel el pasado mes de abril, después de que el presidente israelí, Simon Peres, viajara a Madrid en febrero.

A juicio de Schutz, el "potencial" de las relaciones entre ambos países pone de relieve que "sólo están haciendo que despegar", después de los 500 años de distanciamiento que hubo tras la expulsión de los judíos de España.

Schutz voló ayer, viernes, rumbo a Tel Aviv después de haberse despedido en los últimos días del Rey, del Príncipe y de la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, han informado a Efe fuentes de la embajada israelí en Madrid

Su sustituto será Alón Bar, quien está previsto que se incorpore el 1 de agosto.

Bar, quien ya estuvo en la embajada en Madrid como número dos en la década de los noventa, fue uno de los asesores de la exjefa de la diplomacia israelí Tzipi Livni entre 2006 y 2009 como director general del departamento de Asuntos Estratégicos.

Fue cesado el pasado año de este último puesto por el actual titular de Exteriores, Avigdor Lieberman, asumiendo la dirección general de Relaciones Culturales de la cancillería.

Fuente:elmundo.es

jueves, 14 de julio de 2011

La Liga Árabe pedirá que se reconozca el Estado palestino y su pertenencia a la ONU


La Liga Arabe prevé solicitar en nombre de los palestinos que se reconozca "el Estado de Palestina, con Jerusalén como capital", y que se le declare miembro de pleno de derecho de Naciones Unidas, según indica el borrador de un comunicado del comité de seguimiento árabe, que se reúne hoy en Catar.

"Se ha decidido acudir a las Naciones Unidas a solicitar el reconocimiento del Estado de Palestina con Jerusalén como capital, e ir más allá y pedir su inclusión como miembro de pleno de derecho", se puede leer en el borrador.

El Consejo de Seguridad de la ONU organizará el próximo 26 de julio un debate abierto sobre Oriente Próximo. Los líderes palestinos han dejado claro que buscarán la aprobación de una resolución para el reconocimiento como entidad política independiente durante la próxima Asamblea General de septiembre.

La incorporación de Palestina como miembro de pleno derecho en la ONU requiere de la aprobación del Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos -principal aliado de Israel- vetaría casi con seguridad cualquier tipo de resolución en esta línea.

Según los palestinos, esta es la única manera de desbloquear la parálisis que sufre el proceso de paz en la región. El Gobierno de Israel ha advertido, sin embargo, que tendrá el efecto contrario y que dañará un proceso de negociación bloqueado desde hace meses.

La Autoridad Palestina ha reiterado varias veces que con el actual Gobierno israelí, encabezado por el derechista Benjamín Netanyahu, no hay posibilidad de llegar a un acuerdo debido a la negativa del Ejecutivo israelí a paralizar la construcción en las colonias judías de Cisjordania, tal como exigía también el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, desde el comienzo de su mandato en 2009.

Ya es muy difícil que los palestinos den marcha atrás, aunque Estados Unidos recela de esta propuesta. Los dirigentes palestinos -convencidos de que el proceso de negociación que se prolonga dos décadas no ha servido para frenar la colonización de los territorios ocupados- están embarcados en una campaña diplomática en Europa para convencer a varios países de la UE de que apoyen su iniciativa en Naciones Unidas. Alrededor de 130 Estados apoyarán la propuesta, pero para el presidente palestino, Mahmud Abbas, que la semana que viene visita España, es muy relevante el apoyo del Reino Unido, Francia y otros países de la UE, incluido España. Londres, París y Madrid todavía no han decidido su posición final.

Fuente:elpais.com