sábado, 12 de septiembre de 2009

EL ORDEN DE LA NOCHE DE ROSH HASHANÁ


El Orden de la Noche de Rosh Hashaná

Después de regresar de la sinagoga, en primer lugar debemos recitar el kidush sobre un vaso o una copa de vino, así como hacemos en shabat y las otras fiestas, y de esta forma, santificamos el día de fiesta. Luego, debemos hacer la netilat iadáim (lavado de manos).

Antes de hacer la netilat iadáim para la comida, debemos verificar que ningún cuerpo extraño esté adherido a las manos y si llevamos algún anillo deberemos quitárnoslo hasta después de la netilá. Luego se toma un recipiente entero, que contenga por lo menos 86 cc. de agua y se vierte el agua sobre la mano derecha y luego sobre la izquierda. Es bueno verter agua tres veces seguidas en cada mano (no alternadamente) y también utilizar mucha agua. Además, cada vez que se vierte agua sobre cada mano, debemos hacerlo sobre toda la mano para que el agua llegue hasta la muñeca.

Después del lavado, se levantan las manos y se dice la siguiente bendición: "Baruj Atá Adonai, Elohénu, Mélej haolam, asher kideshanu bemitsvotav vetsivanu al netilat iadáim", o en español: "Bendito eres Tu Adonai, D'os nuestro, Rey del universo, Quien nos santificó mediante Sus preceptos y nos ordenó sobre el lavado de manos".

Posteriormente, se deben secar bien las manos para que estén totalmente secas al decir la bendición del pan, pero debemos cuidarnos de no empezar a secarnos las manos antes de haber finalizado la bendición. Entre la netilat iadáim y la bendición por el pan no se debe hacer interrupción alguna.
Luego tomamos dos panes enteros y recitamos la siguiente bendición: "Baruj Atá Adonai, Elohénu, Mélej haolam, hamotzí lejem min haaretz", o en español: "Bendito eres Tu Adonai, D'os nuestro, Rey del universo, que sacas el pan de la tierra". Después de finalizar la bendición cortamos el pan y además de sumergir el pan en sal como hacemos durante todo el año, la costumbre es sumergirlo también en miel (o en azúcar), ya que la miel simboliza el deseo de tener un año dulce.

Muchas personas acostumbran preparar para esta ocasión jalot (panes) redondas, para simbolizar así el ciclo de la vida.

El Orden de los Simanim

Luego de haber comido el pan y antes de comenzar con la comida en sí, se acostumbran comer los simanim (símbolos) de Rosh Hashaná. Los simanim son distintos alimentos que acostumbramos comer en Rosh Hashaná después de recitar una breve plegaria a D'os que tiene alguna relación con el nombre de aquella especie o con su forma, como aparece en los distintos majzorim (libros de oraciones para Rosh Hashaná).

Rabí Iaacov Jaim Sofer (1870 - 1939) en su libro "Kaf Hajaim" nos enseña cuál es "el orden correcto para pedir misericordia en esta noche de acuerdo a la halajá (ley) y también de acuerdo a la kabalá".

Antes que nada, debemos recitar la bendición "boré perí haetz" ("Que crea el fruto del árbol") sobre los temarim (dátiles) como una buena señal - ya que ellos son dulces, y también porque el dátil es una de las siete especies mediante las cuales la tierra de Israel fue bendecida. En el momento de bendecir debemos pensar en incluir dentro de esta bendición a todos los frutos de los árboles que se encuentran sobre la mesa.

1. Luego, después de comer un poco de dátil se debe tomar un pedazo de silká (según una opinión: betabel, betarraga, remolacha; y según otra: espinaca), que simboliza el deseo de que se alejen de nosotros nuestros adversarios, y antes de comerlo se debe recitar la plegaria que a parece en los majzorim.

2. Después de comer el silká, tomamos un trozo de cartí (porro, puerro), que simboliza el deseo de que nuestros enemigos sean destruidos, recitando también la plegaria correspondiente, y comiendo un poco de él.

3. A continuación, tomamos nuevamente un tamar (dátil), que simboliza el deseo de que nuestros enemigos sean exterminados.

4. Luego, se toma un trozo de kará (zapallo, calabaza), que simboliza el deseo de que se anulen los malos decretos y que nuestros méritos sean proclamados ante D'os.

5. Después, se toma un pedazo de rubia (chauchas, judías), que simboliza nuestro anhelo de que nuestros méritos se acrecienten.

6. A continuación, se toma un trozo de rimón (granada), que simboliza nuestro deseo de estar llenos de mitzvot como los granos de una granada.

7. Luego, se toma un trozo de carne de la cabeza de un cordero, que simboliza el deseo de que siempre seamos la cabeza y no la cola.

8. Y por ultimo, tomamos un pedazo de tapúaj (manzana dulce) la cual sumergimos en miel para simbolizar nuestro deseo de tener un año dulce.

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