miércoles, 24 de febrero de 2010

Un joven judío agredido en Madrid


Un joven judío, agredido en Madrid por una mujer que presumió de ser del PSOE

Se trata de la primera agresión física sufrida por un judío en España, tras una escalada de amenazas, insultos y ataques a lugares como una sinagoga en Barcelona o la propia embajada en Madrid aunque, según nos cuenta el propio Rubén en conversación con Libertad Digital, no es la primera vez que él mismo u otros miembros de la comunidad judía en nuestro país son insultados o amenazados en la calle: "Yo tengo que disimular la forma en la que visto", nos dice en referencia a su atuendo tradicional (abrigo negro, camisa blanca, sobrero oscuro y rizos cayendo a cada lado de su frente), "pero es que ni siquiera se puede ir con kipá por ahí".

La agresión tuvo lugar nada más y nada menos que en pleno Paseo de la Castellana, en las cercanías de la Plaza de Colón, una zona muy concurrida de la capital en la que a las 17:30 de la tarde había una buena cantidad de viandantes.

Mujer, 45 años, bien vestida y "del PSOE"

Rubén describe a su agresora como "una mujer de unos 45 años", que iba "muy bien vestida" y que tenía en conjunto un aspecto pudiente. Quizá por eso no se alarmó cuando se acercó a él con una frase peculiar pero, al fin y al cabo, no agresiva: "Hombre, que inusual, un judío".

Sin embargo, enseguida pasó a proferir una impresionante catarata de insultos entre los que estaba lo peor del imaginario antisemita popular, desde términos genéricos dedicados a todos los judíos como "ladrones", "usureros", "asesinos" o "nazis", hasta expresiones dirigidas personalmente a él como "hijo de puta" o "judío asqueroso".

El tono y la exaltación de la mujer fue en aumento hasta el punto de que llegó a propinar a una bofetada a Rubén, entonces llegó uno de los momentos más sorprendentes del hecho: cuando el agredido recriminó su comportamiento a la agresora y la llamó "nazi" ésta respondió: "No te equivoques, yo soy del PSOE".

Indiferencia y grabaciones en móvil

Mientras todo esto ocurría en plena calle, los transeúntes seguían paseando indiferentes o, incluso peor, grababan lo que estaba ocurriendo con su teléfono móvil, ni un intento de mediar o de detener o calmar a la agresora.

Esta actitud y la inseguridad que le ha causado la agresión, "ya no voy por esa zona", hacen decir a Rubén que lo peor de lo ocurrido no es la violencia física: "Lo que más daño me hizo fue lo moral", afirma mientras lamenta que "no puedo vivir mi religión libremente aunque se supone que en este país hay libertad religiosa".

Una realidad que sufren muy pocas confesiones pero que, a la vista de lo ocurrido, es muy cierta para la judía y que ha empujado a Rubén a dar un cambio radical en su vida: en unos pocos meses emigrará a Israel para instalarse allí de forma definitiva, algo que otros judíos españoles están haciendo en los últimos tiempos dado el cariz que está tomando la situación en nuestro país.

Denuncia ante la policía

El final de la agresión también resultó grotesco cuanto menos: Rubén conminó a la mujer a acudir a la policía para aclarar lo ocurrido y la invitó a acercarse a un hotel cercano para desde allí hacer la llamada pertinente.

Aunque en un principio la mujer pareció aceptar, al dirigirse hacia el hotel en cuestión espetó un nuevo insulto: "No me sigas más, judío asqueroso", incluso dijo a los empleados del hotel que "ese hombre me está siguiendo".

Finalmente, éstos empleados llamaron a la policía, que tomó declaración tanto a Rubén como a la agresora. y recibió la denuncia que presentó el joven judío y, sorprendentemente, la que también presentó la mujer que le había insultado y golpeado. En estos momentos está a la espera de que se le cite para el pertinente juicio.
Fuente :libertaddigital.com

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