El Ejército justifica el ataque de los militares que vieron sus vidas amenazadas por los tripulantes. Los activistas les recibieron con armas de fuego y dispuestos a linchar a los soldados que capturaran.
Los soldados del Ejército israelí que asaltaron la pasada madrugada los seis barcos de la flotilla que pretendía entregar ayuda humanitaria en la costa de Gaza se encontraron con una desagradable sorpresa a bordo.
Aunque el fin del asalto era disuadir “con medios pacíficos” -como calificó el ministro de defensa israelía Ehud Barak- a los responsables de la expedición y redirigirlos hacia el cercano Puerto israelí de Ashdod, los militares se encontraron con que los activistas a bordo les recibieron pistola en mano y también con otras armas blancas como cuchillos y palos.
Asimismo, en un breve espacio de tiempo, algunos de los tripulantes se hicieron con al menos dos de las armas de fuego que portaban los soldados israelíes. Según el Ejército israelí, los tripulantes “tenían claramente preparadas sus armas”.
Al ver amenazadas sus vidas, las fuerzas navales vieron justificado el empleo de métodos de dispersion antidisturbios y después abrieron fuego contra sus atacantes.
Como resultado, al menos una decena de activistas murieron y hubo numerosos heridos, según el balance hecho por el Ejército. Además, informan las Fuerzas Armadas hebreas (IDF en sus siglas en ingles) de que cinco de sus soldados resultados heridos, dos de ellos gravemente por arma de fuego.
Testimonios de personal de las fuerzas israelís presentes en el asalto dicen que algunos de los participantes en el motín a bordo tenía planeado linchar a los soldados que capturaran.
En las próximas horas, los barcos de la flotilla seran dirigidos al Puerto israelí de Ashdod, donde la Marina israelí comprobará la identidad de las personas a bordo y el cargarmento de los buques de la flotilla.
Fuente:larazon.es
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