viernes, 11 de junio de 2010

El desfile del Orgullo Gay en Tel Aviv denuncia los 'prejuicios' y la 'hipocresía' de Madrid


El joven israelí Adam Russo fue apuñalado en 2005 en un tenso desfile del Orgullo Gay en Jerusalén. Se debatió entre la vida y la muerte. Cinco años después, está aquí en Gan Meir, centro comunitario homosexual de Tel Aviv y punto de partida del espectacular desfile de la ciudad mediterránea.

Su buen humor se transforma en gran enfado cuando es preguntado por el veto a los gays israelíes por parte de la organización del Desfile en Madrid. "Son unos hipócritas. ¿Por qué no defienden a los homosexuales de Irán, Irak o el resto de países árabes en los que son asesinados o lapidados por su condición sexual? ¿Por qué nos boicotean a nosotros? ¿No saben que Israel es el único lugar en la zona donde puedes vivir como homosexual?", dice a ELMUNDO.es.

El argumento de los organizadores -la no condena del Ayuntamiento de Tel Aviv al asalto israelí a la flotilla que se dirigía a Gaza- no le convence. "Yo también soy pacifista y defiendo los derechos humanos, pero ellos critican sin tener ni puñetera idea. ¿Saben quién había en esa flota? ¿Saben que decenas de activistas eran radicales violentos? Están apoyando a las fuerzas más radicales del islam, que además de ser antiisraelíes son anti homosexuales", contesta. Y añade: "Me duele especialmente porque admiro a España y su política de tolerancia y reconocimiento de los derechos gays".

Un desfile, dos bandos

Más allá de bailar, cantar y festejar lo que definen como "el mejor momento del colectivo en Israel", los homosexuales, lesbianas, transexuales y bisexuales se enzarzaron este viernes en un apasionado debate. Por un lado, manifestantes autodenominados como "anarquistas" o "izquierdistas" con pancartas contra la ocupación israelí en Cisjordania y el bloqueo de Gaza. "Fin al terrorismo de Estado", gritaban. Por otro, numerosaos mensajes contra el grupo islamista Hamas y a favor del Ejército israelí. Los gays 'patriotas' gritaban a sus socios de desfile: "¡Hipócritas! ¿Por qué no defendéis a la población de Sderot que sufre los misiles de Hamas?".

En ese grupo, destacaban varios mensajes. En especial, uno. "No hay orgullo, hay prejuicio en Madrid". Entre los que llevaban el cártel -¡en español!- estaba Almog. "¡Diles a tus amigos de Madrid que es una vergüenza lo que han hecho! En lugar de apoyarnos, nos discriminan por un tema político", dice. "No sabía que el Ayuntamiento se negara o apoyara lo que pasó en el barco turco. Precisamente nosotros, los homosexuales israelíes, tenemos fama en este país de ser propalestinos. Que nos boicoteen en España, ¿nos coloca en el centro?", pregunta sarcásticamente.

El desfile este año en Tel Aviv es uno de los más exitosos e importantes en sus 12 años de historia. Por primera vez la líder de la oposición, Tzipi Livni, ha apoyado los derechos del colectivo gay. "Estos días, Israel no se puede permitir el lujo del miedo que se convierte en odio al prójimo. Dado que la orientación del cuerpo y del corazón no es política, la defensa de vosotros y vosotras no debe ser identificada con ninguna orientación política", exclamó ante los vítores de la audiencia.

Financiación pública

Por primera vez, el Gobierno financia parte de los eventos. Es también un desfile histórico porque es el primero tras el asesinato de dos jóvenes del colectivo gay en un club juvenil el pasado 1 de agosto. La burbuja en la que vivía la poderosa comunidad gay de Tel Aviv fue por los disparos de esa noche.

"Aunque quede mal decirlo, a raíz del asesinato hemos experimento muchos cambios positivos y la sociedad nos ha integrado de forma increíble. Somos más aceptados que antes", opina el periodista Gal Uchovsky, uno de los gays más famosos del país. "Hemos traducido el apoyo verbal institucional en medidas y gestos a favor de la comunidad", comenta Adi Steiner, que reconoce: "Siempre hemos sido un sector importante, pero ahora somos más relevantes porque hemos salido del armario".

Este año, también por primera vez, tienen lugar marchas de orgullo gay en más ciudades israelíes como Beer Sheva, Rishon Letsion, Eilat o Haifa. Los colectivos gays y algunos famosos DJ, en colaboración con el Ayuntamiento de Tel Aviv, han convertido esta ciudad en un centro caliente del turismo gay internacional. De ahí que la playa Gordon de Tel Aviv cuente hoy con una importante presencia extranjera en una desenfrenada fiesta. Sin límites ni vetos.

Según datos oficiales del Ayuntamiento de Tel Aviv, la cifra de participantes ha superado ampliamente las 100.000 personas, convirtiéndose en el desfile gay más concurrido en la historia de la ciudad
Fuente:elmundo.es

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