viernes, 26 de agosto de 2011

Israel-Egipto . Paz puesta a prueba - GEES

En Egipto falta cualquier imprescindible consenso nacional: los Hermanos Musulmanes legalizados como Partido Libertad y Justicia; choques intercomunitarios entre musulmanes y cristianos producidos la pasada primavera; con manifestaciones disueltas violentamente en la Plaza Tahrir en julio; y con el rebrote terrorista en agosto en la Península del Sinaí. Los egipcios encaran con inquietud el fin del Ramadán, y se enfrentan a un otoño que se promete tenso ante las convocatorias electorales que, se supone, deberán celebrarse.

Del susodicho abanico de problemas, el rebrote terrorista y el ascenso de los islamistas –tanto de los Hermanos Musulmanes como de otras corrientes aún más radicalizadas que también buscan la legalización– son los más amenazantes de cara a mantener el statu quo en lo que a la paz con Israel respecta. El que las autoridades egipcias abrieran en mayo la frontera de Rafah, rompiendo así el embargo compartido con Israel hacia la franja de Gaza dominada por Hamas, y propiciaran este verano el acercamiento entre este grupo y Al Fatah, sirvió de anticipo del nuevo clima que se está forjando en El Cairo. El 18 de agosto el ataque de varios terroristas procedentes de Gaza y que entraron en Israel por el Sinaí provocando la muerte de ocho israelíes cerca de Eliat, se confirmaba en Tel Aviv lo temido: que las evaluaciones sobre la relajación en la vigilancia egipcia de esta sensible zona tras la defenestración de Hosni Mubarak son ciertas. Como colofón, el que cinco policías egipcios murieran en el mismo día en el marco de la respuesta israelí contra los terroristas ha puesto las relaciones bilaterales –y en particular el capítulo de seguridad de las mismas– en una posición muy difícil.

Las manifestaciones de ira ante la embajada israelí en El Cairo y la decisión del Gobierno egipcio de llamar a consultas a su embajador en Tel Aviv han podido ser controladas. Es de destacar que el propio Jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el Mariscal Mohamed Tantawi, intervino para frenar la aplicación de la decisión del Ejecutivo. El problema es que de cara al futuro –ante el calentamiento de la situación en Oriente Próximo y ante el creciente peso de los islamistas más o menos radicalizados en la arena política egipcia– las relaciones entre Egipto e Israel que han sido ejemplo pionero de paz entre árabes e israelíes pueden verse puestas a prueba cada vez con más frecuencia.

La Península del Sinaí ya fue a mediados de la pasada década escenario de atentados yihadistas, justo como a fines de julio de este año, cuando los terroristas asediaron durante ocho horas la comisaría de la localidad de El Arish. Ahora, los diversos atentados producidos el 18 de agosto –que han incluido un ataque suicida y el lanzamiento de granadas contra un helicóptero, además de ametrallamientos de vehículos militares y civiles– demuestran las vulnerabilidades de esta región estratégicamente tan importante para las relaciones israelo-egipcias, para Oriente Próximo y para todo el mundo por la presencia del Canal de Suez.

GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.
Fuente:libertaddigital.com

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