lunes, 8 de agosto de 2011

Nancy Wake, la heroína australiana de la Segunda Guerra Mundial. Salvó a decenas de judíos.


La australiana Nancy Wake, la mujer más condecorada por los aliados durante la Segunda Guerra Mundial, murió el 7 de agosto en Londres a los 98 años.

Wake, de origen neozelandés, fue condecorada por Francia con el mayor reconocimiento militar, la 'Legión de Honor', por su actividad en la Resistencia francesa, además de recibir tres medallas de la ¡Cruz de Guerra' y la 'Medalla de la Resistencia'.

También recibió la 'Medalla George' del Reino Unido, la 'Medalla de la Libertad' de Estados Unidos y, en 2006, la 'Insignia RSA' de Nueva Zelanda.

En 2004 fue galardonada con la 'Compañía de la Orden de Australia' a pesar de las reticencias en el Ejército que señalaron que Wake no había servido nunca en las fuerzas armadas australianas y de que años antes dijera a los mandos militares de Australia que se metieran las medallas "donde los monos se guardan las nueces".

Nacida en 1912 en Wellington (Nueva Zelanda) y criada en Sydney (Australia), se mudó a Francia en 1932 y poco después, tras la invasión de Francia en 1940, se unió a la Resistencia para ayudar a los aliados y a centenares de judíos a escapar del régimen nazi.

Wake huyó al Reino Unido después que fuera incluida en la lista de personas más buscadas por la Gestapo, que la llamaba "ratón blanco" por su habilidad en eludir las capturas.

Allí recibió entrenamiento como espía en las fuerzas especiales británicas antes de regresar a Francia para trabajar con la Resistencia en los preparativos del Día D, el desembarco aliado en Normandía en junio de 1944.

Al terminar la guerra descubrió que su marido, el empresario francés Henri Fiocca, fue torturado y ejecutado en 1943.

Contrajo segundas nupcias años después de la guerra con el piloto australiano John Forward con el que se mudó a Australia hasta que, en 2001, decidió regresar al Reino Unido.

La primera ministra australiana, Julia Gillard, dijo que "Nancy Wake fue una mujer de valor excepcional", mientras que la ministra neozelandesa de Asuntos de los Veteranos, Judith Collins, señaló que "el mundo ha perdido a una mujer valiente".

De acuerdo a sus deseos, Wake será incinerada y sus cenizas esparcidas en la localidad de Montlucon, en el centro de Francia.

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