sábado, 17 de septiembre de 2011

Tunick desnuda y fotografía el Mar Muerto


Más de 1.000 israelíes desnudos ante el objetivo de una cámara en las impresionantes vistas del Mar Muerto. Más de 1.000 mujeres y hombres de todas las edades (de 18 a 77) flotando sin ropa en las saladas aguas como inédito retrato. Al amanecer, el fotógrafo estadounidense Spencer Tunick ha sumado una pieza más a su colección internacional de desnudos masivos. Una de las más polémicas y esperadas.

"Deseamos concienciar al mundo del gradual deterioro del Mar Muerto debido a la sequía", argumenta el artista culminando un proyecto parecido más a una secreta operación de comando.

Tunick y sus 1.000 estrellas desnudas (en su mayoría israelíes pero también turistas de países como España, EEUU, Suiza o Gran Bretaña) evitaron revelar el lugar y la hora de la foto. De hecho, lo tenían prohibido tras firmar un documento de confidencialidad para evitar posibles manifestaciones de protesta o la llegada de curiosos.

La sigilosa operación empezó a las 11 de la noche. Los elegidos entre 3.000 candidatos fueron citados en seis diferentes puntos de Israel para salir en autobús a la zona del Mar Muerto. A las seis de la mañana y tras ser instruidos por Tunick, se desnudaron y sonrieron a la cámara del fotógrafo estadounidense judío convirtiéndose en piezas de un puzzle que pasará a la posteridad del Mar Muerto. El escenario elegido finalmente fue la playa Mineral y no faltó el conocido barro terapéutico.

Antes de ponerse manos a la obra, Tunick confesó que "el Mar Muerto es el más emocionante y difícil de los casi 100 proyectos que he realizado en mi vida".

Liberación del cuerpo y el espíritu

La joven Ilana, que se ha desnudado con su marido, afirma "no entender el revuelo causado ya que se trata de algo completamente inofensivo".

"Yo me he desnudado porque creo que Israel es el único país en Oriente Medio donde se puede hacer una foto de desnudo masivo. Es la liberación del cuerpo y el espíritu", afirma Raffe Gold (25) al diario 'Jerusalem Post'.

Aunque no ayudó económicamente la iniciativa, el ministerio israelí de Turismo considera que puede contribuir a que el Mar Muerto triunfe en el Certamen de las Siete Maravillas de la Naturaleza.

El principal obstáculo de Tunick no fue encontrar voluntarios sin complejos, sino la oposición de algunos rabinos y diputados. "El Mar Muerto es el punto más bajo del mundo pero Tunick lo ha bajado aún más con este vergonzante acto", dijo el parlamentario Zvulun Orlev mientras el ultraortodoxo Nissim Zeev lo llamó "prostitución disfrazada de arte".

Arte o provocación, moral u obsceno, de buen o mal gusto, Tunick ha desnudado Tierra Santa.

Fuente:elmundo.es

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