jueves, 26 de abril de 2012

"Un Irán nuclear cambia el mundo tal y como lo conocemos"

El programa nuclear iraní es una de las noticias de ida y vuelta en nuestra actualidad: al hilo de las amenazas del régimen teocrático de Teherán, de las sanciones que va a aprobando la comunidad internacional o de los sucesos más o menos inexplicables que se dan en el propio país persa (atentados contra científicos, misteriosos o no tan misteriosos ataques informáticos...) la amenaza nuclear iraní vuelve a las portadas.
A la espera de las negociaciones que tendrán lugar el próximo mes y tras el informe de la OIEA de noviembre, que señala inequívocamente que el país de los ayatolás está en el proceso de dotarse de armamento nuclear, el mundo parece preguntarse solamente si habrá un ataque militar Israelí o si EEUU apoyará este uso de la fuerza, pero probablemente el asunto debería preocuparnos por más razones.
"Esto no puede ser sólo un asunto de Israel"
Al menos esto es lo que piensa un experto diplomático occidental que visitó recientemente Madrid y describe esa obsesión por el posible ataque israelí "es un grave error en el enfoque", ya que "no es cuestión bipolar entre Irán e Israel", sino que si el país persa consigue completar su programa eso "cambia el mundo tal y como lo conocemos", por lo tanto, parar esto "no es sólo tarea de Israel".
Y es que, más allá del hecho de que logre antes o después disponer de la bomba, tal y como explica esta fuente diplomática Irán es un jugador muy agresivo en la escena política internacional un país que "mira al mundo y ve unas normas que no acepta, en las que no influye y que apuesta claramente por cambiar".
En este sentido, destaca que la disparidad de criterios respecto a asuntos esenciales hace prácticamente imposible llegar a puntos de entendimiento: "No aceptan nuestras definiciones sobre asuntos como terrorismo, armas nucleares o derechos humanos", nos dice nuestra fuente evidenciando el fracaso, si es que alguna vez tuvo alguna posibilidad de ser otra cosa, de la famosa Alianza de Civilizaciones de Zapatero.
La "lucha contra la droga"
Un buen ejemplo del comportamiento de Irán está en su supuesta lucha contra la droga: mientras el régimen de los ayatolás presume de desarrollar una intensa batalla contra el tráfico de estupefacientes, e incluso cuando "reciben dinero de ONU, de países de Europa y de la Interpol".
Pero al mismo tiempo y siempre según la misma fuente diplomática, "han establecido en la cuenca del Orinoco muchas instalaciones para procesar drogas" que luego acaban en su mayor parte en el mercado de EEUU. Del mismo modo, asegura que el régimen o al menos personajes muy relevantes del régimen "comercian con droga afgana que se purifica en el propio Irán".
Más aún: lo grotesco del asunto llega al punto de que según algunas informaciones las acusaciones de narcotráfico están siendo utilizadas como un método habitual para eliminar opositores.
¿Servirán para algo las sanciones?
Nuestro experto señala que las actuales sanciones "son exactamente lo que esta crisis requiere", pero eso no significa que vayan a ser útiles: "El problema es que deberían haberse adoptado 5 años antes", cuando las instalaciones secretas que ha desarrollado Irán "estaban por hacer" y el programa se encontraba "mucho más lejos del objetivo final".
Mientras tanto, "la ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente", es decir, que la posibilidad de frenar el programa antes de que Irán tenga la bomba son cada vez más reducidas. Además, hay aspectos muy importantes que ya han llegado a un grado casi completa de desarrollo, como el programa de misiles.
El problema con las sanciones es, según nuestro interlocutor, "que no se han tomado todas en serio", además de aspectos prácticos como que "Europa no tiene un sistema centralizado que vigile si se cumplen". Por unas razones u otras, "hasta ahora no ha habido masa crítica de presión para decirle a Irán q le conviene parar".
Un escenario muy complejo: el papel Saudí
Que el régimen chií de los ayatolás tenga armamento nuclear puede cambiar el equilibrio de las relaciones internacionales en todo el mundo, pero todavía más en Oriente Medio, una región que parece mantenerse permanentemente al borde del colapso.
El primer frente de esta tensión es obviamente Israel, como bien señalaba un informe de la asociación española ACOM, Ahmadineyad ha amenazado en varias ocasiones con "borrar del mapa" a Israel o con que el país tiene "los días contados".
Pero como nos cuenta un reputado experto español en relaciones internacionales, "el arma no es contra Israel, es contra Arabia Saudí", país que, como cabeza del Islam suní tiene a Irán, cabeza del Islam chií, como uno de sus enemigos naturales. De hecho, muchas de las acciones de Irán en política exterior son, a su modo, formas de enfrentarse a la monarquía wahabita: "Por ejemplo, financiar a Hamas es retar a los saudíes", dice nuestro experto.
Por supuesto, la monarquía petrolera saudí tiene bastante claro lo que se puede esperar si sus grandes rivales logran hacerse con armamento nuclear y los famosos cables de Wikilieaks confirmaron lo que era un secreto a voces en las cancillerías occidentales: que los saudíes llevan años pidiendo a EEUU que ataque a Irán.
Por otro lado, aunque los saudíes son los guardianes de las ciudades santas de Medina y La Meca, nuestro experto destaca que en los países árabes "todo el mundo árabe desprecia a los saudíes" por "su hipocresía religiosa" y porque "les repele el nivel de lujo con el que viven".
Un nivel de lujo, por cierto, que no ha impedido al régimen wahabita financiar una versión radical del Islam en prácticamente todo el mundo y, muy especialmente, en Occidente, donde sus petrodólares mantienen activas las mezquitas más radicales.
¿Habrá conflicto? ¿Y si lo hay?
En cualquier caso, Arabia Saudí no va a emprender un enfrentamiento que tendría un resultado incierto y, sobre todo, que resultaría muy difícil vender a su propia opinión pública y a los demás países musulmanes, y en este punto todas las miradas se fijan en Israel.
Un experto español en Oriente Medio cree que "un ataque convencional israelí es poco probable", sin embargo, "no sería raro algo más imaginativo" y ya hemos visto algunos ejemplos como los virus informáticos, los asesinatos selectivos o las explosiones en polvorines, incluso "pueden hacer algún tipo de sabotaje monumental a infraestructuras vitales como las de agua o las de electricidad".
Una demostración de fuerza que dentro de la mentalidad europea actual puede parecer un despropósito pero que, tal y como dice nuestro experto, "sí estaría en la lógica de las relaciones en Oriente Medio", ya que sería "una forma de disuadir a los iraníes y avisarles de que tiene capacidad de respuesta".
El problema es que "Israel tiene claro que no dispone de la capacidad militar necesaria", al menos para un ataque que fuese definitivo para el programa nuclear o el régimen, "solo EEUU tiene esa capacidad y está claro que Obama no lo va a hacer".
Nuestras fuentes diplomáticas, por su parte, aseguran que Israel "no está a favor del uso de la fuerza", pero "sí de la legitimidad de planteárselo". Eso no significa que haya fecha para un ataque, pero sí que "todas las opciones están sobre la mesa, incluidas las diplomáticas".
Expertos de fuentes diplomáticas señalan, no obstante, que Israel sí podría "comprar tiempo" con un ataque que no acabase el con el programa pero "sí lo retrasase". Por otra parte, estos mismos expertos aseguran que el país hebreo tiene ya preparado un plan de ataque, "o eso o el jefe del ejército y el ministro de defensa deberían dimitir". No parece que sea el caso e incluso hay quien apuesto porque habrá ataque y será pronto.
El petróleo
En cuanto se habla de conflicto en Oriente Medio los pensamientos de casi todo el mundo se paran en el posible efecto que este podría tener sobre el petróleo, de hecho, sólo la amenaza iraní de cerrar el Estrecho de Ormuz, por el que pasa el 40% del petróleo y el gas del mundo, hizo que el precio del crudo subiese.
La producción de Irán ya está en buena parte fuera del mercado, pero un conflicto en la zona podría afectar a la mayor parte del crudo que se produce en países como Irak, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait o la propia Arabia Saudí. No hay duda de que la escalada en los precios sería importante, probablemente brutal.
Pero, ¿qué perspectivas tiene el mercado del crudo en un escenario en el que, sin conflicto, Irán se haga con el armamento nuclear? Efectivamente: prácticamente todos los analistas coinciden en que, como ya señalaba a este periódico hace casi dos años el experto Emanuel Ottolenghi, "habrá una carrera nuclear en la región que la desestabilizará profundamente".
Además, el propio Ottolenghi recordaba que la agresiva política exterior de los ayatolás "y sus ambiciones de dominar la región" tendrán un efecto terriblemente negativo: "Desestabilizarán a los regímenes moderados de la zona y dará un empujón enorme en la promoción y extensión del Islam más radical, dentro y fuera de la región".
¿Y mientras tanto qué ocurre en Irán? Mañana dedicaremos la segunda parte de este artículo a analizar lo poco que se puede saber desde occidente de lo que está pasando dentro la compleja sociedad iraní.
Fuente:libertaddigital.com

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