martes, 9 de octubre de 2012

Benjamin Netanyahu anuncia que habrá elecciones anticipadas en Israel

Estaba previsto aunque con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, siempre hay margen para un último zigzag. Esta vez no. En un mensaje televisado, el líder del Likud ha anunciado esta noche el adelanto de las elecciones, inicialmente previstas para otoño del 2013. No ha mencionado una fecha concreta pero todo apunta a la última semana de enero o primera de febrero.
"En estos momentos no es posible aprobar un presupuesto responsable. Desgraciadamente en un año electoral, a los partidos políticos les cuesta anteponer los intereses nacionales a los partidistas. No permitiré que acabemos en la situación de las colapsadas economías de Europa", ha afirmado Netanyahu antes de soltar la bomba prevista: "Ante las dos convulsiones a nuestro alrededor, la de la seguridad (regional) y la económica, el bien de Israel obliga ir a las elecciones ahora y lo más rápido posible".
"En Israel es preferible un proceso (electoral) rápido de tres meses en lugar de uno largo de todo un año", ha añadido en un mensaje que inició mostrando su "apoyo" a la población del sur de Israel, tras los últimos cohetes disparados desde Gaza, y enumerando lo que define como "grandes logros de cuatro años de Gobierno".
El anuncio de Netanyahu, convertido en su primer mitin electoral, culmina una semana de consultas con los líderes de los partidos de su coalición para pactar los presupuestos generales antes del 31 de diciembre. Intento fallido ante los dolorosos recortes y tren electoral que se avecinaban.
Netanyahu ha llegado a la conclusión de que, para la reelección, enero-febrero es "más seguro" que octubre del próximo año. No le falta la razón. En primer lugar, se presentará a las urnas sin necesidad de aprobar y defender un draconiano e impopular presupuesto. Segundo, a día de hoy las encuestas le sonríen con amplitud. Pese a que ha sufrido un descenso de su popularidad, Netanyahu no tiene rival. El centro izquierda está dividido y sin un dirigente con experiencia y apoyos suficientes para formar Gobierno.
El principal partido de la oposición, el centrista Kadima de Shaul Mofaz parece condenado al fracaso debido a su ambigüedad ideológica y las luchas internas. En las últimas elecciones, la cara de este partido (fundado por Ariel Sharon en el 2005) fue la ex ministra de Exteriores, Tzipi Livni. Pese a obtener 29 escaños, uno más que el Likud de Netanyahu no consiguió formar Gobierno y posteriormente en mayo perdió las primarias ante Mofaz. La gran incógnita es si se presentará en las próximas elecciones al frente de un nuevo movimiento.

Los rivales más fuertes

Según los sondeos, la ex periodista y líder del renovado partido laborista, Shelly Yachimovich, es la gran rival de Netanyahu. El nuevo partido Yesh Atid (Hay Futuro) del también ex periodista Yair Lapid, muy carismático y con una agenda liberal, espera estar entre las cuatro facciones más votadas.
Mientras la izquierda intentará centrar la campaña en el frente social, Netanyahu apostará por el camino de gran consenso interno: evitar que Irán tenga armas nucleares.
El líder del Likud tiene a su favor la ligera ventaja del bloque de la derecha (formado también por los partidos Israel Beitenu y Shas) frente al de centroizquierda. "Desde hace medio año, Israel vive un ambiente electoral. No es una situación sana por lo que pido a Netanyahu que las convoque para el 29 de enero que es la primera fecha que la ley permite", había afirmado Yachimovich por la tarde. Y lanza su primer torpedo: "Los israelíes deben saber que adelanta elecciones para que después pueda aprobar un presupuesto cruel que afectará a casi todos los ciudadanos, excepto a los más ricos".
Así pues, se cumple la tradición en Israel y aunque sea por unos pocos meses, la legislatura no consumirá todos sus días.
Fuente.elmundo.es

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