martes, 18 de agosto de 2015

¿Quiere boicotear a Israel? No use ordenadores


                                                                                
Uno de los edificios de Intel en Haifa, Israel. | Intel

En 1974, sólo seis años después de nacer, Intel se convirtió en una empresa multinacional al abrir un centro de diseño de chips en Haifa, Israel. La razón de tan sorprendente decisión para la época tenía nombre propio, el del ingeniero israelí Dov Frohman.
Hay que recordar que hasta los años 80, y pese a haber inventado el microprocesador, el principal negocio de Intel eran los chips de memoria. Y por eso Frohman era un tipo importante en la empresa: había inventado en 1971 un tipo de memoria nuevo, la EPROM, que combinaba la posibilidad de reescribir sus contenidos como la memoria RAM con la persistencia de esos contenidos tras apagar la corriente eléctrica como la memoria ROM. Un producto que se vendió muy bien durante años y que es la base bajo la que se acabaron desarrollando las memorias flash.
Nacido en 1939 en Amsterdam, Frohman había crecido en Tel Aviv y estudiado en el hoy prestigioso Technion, el MIT israelí. Quería regresar y sabía del enorme talento que había en su país. Así que convenció a los gerentes de la empresa de montar sus primeras oficinas fuera de Estados Unidos en Israel y terminó siendo el director general de Intel Israel entre 1985 y 2001. Con los años Intel se ha convertido en el mayor empleador privado del país y muchos de sus trabajadores han terminado creando empresas tecnológicas propias, contribuyendo a la fama de Tel Aviv como el segundo mayor vivero de este tipo de iniciativas, detrás de Silicon Valley.
Pero la importancia de Israel para los consumidores de productos de Intel no se limita al número de personas que trabajan en la empresa, o que muchos de sus chips se fabriquen en ese país. Y es que el pequeño centro de Haifa ha crecido lo suficiente como para poder decir con certeza que no hay microprocesador de Intel en el que no haya participado de una forma u otra.
Además, algunos de los micros más importantes de los últimos años fueron responsabilidad principal suya, como el Core 2 Duo, que permitió a Intel recuperar el pulso perdido frente a una AMD que se había puesto por delante en términos de tecnología y que a punto estuvo en 2006 en adelantarle en cuota de mercado. O los nuevos Skylake, que la propia Intel califica como los microprocesadores más importantes de la empresa en los últimos diez años.
En definitiva, que cualquier fanático antisemita similar a los que han vetado al músico Matisyahu en Benicassim tendrá que renunciar a su Mac, que emplea sólo microprocesadores Intel y buscarse un PC con núcleo de AMD. Pero los de Sunnyvale tampoco están limpios. Tras la compra de Remedy en 2010, AMD estableció en Israel uno de sus centros de investigación y desarrollo. Naturalmente, este centro no tiene la importancia de Intel Israel, pero es que acaban de empezar. Denles tiempo.
Fuente:libertaddigital.com

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