viernes, 13 de julio de 2018

La última pista del cadáver del espía Eli Cohen - Sal Emergui



Eli Cohen es la historia de un éxito descomunal del Mosad que acabó en fracaso dibujado en la soga. 53 años después de ser ahorcado en Damasco, su reloj ha sido hallado en una operación en la sombra del servicio secreto israelí al norte de Tel Aviv.
"Nunca olvidaremos a Eli Cohen. Recordamos su legado, dedicación, valentía, determinación y amor al país", dijo el jefe del Mosad, Yossi Cohen, a la familia del agente que logró ganarse la confianza de los principales jerarcas de Siria. Sus mensajes codificados enviados clandestinamente desde su casa en la capital siria fueron vitales para Israel. Por ejemplo, para doblegar en seis días a varios ejércitos árabes en la guerra del 67. Su infiltración en el régimen sirio fue tan profunda que estuvo a punto de ser nombrado ministro. Su éxito, sin embargo, acabó siendo su perdición.
En la larga búsqueda del cadáver de Cohen, el Mosad se topó recientemente con el reloj de pulsera que en su día compró en uno de sus viajes-tapadera a Europa. Israel no da detalles de la delicada misión, aunque ha trascendido que tuvo lugar en Siria. Tras localizar al hombre que llevaba el reloj, se inició una segunda operación para confirmar que pertenecía al espía.
"Cuando el Mosad nos lo enseñó, nos emocionamos. Sentí que parte de Eli volvía a casa y que podía volver a tocar su mano. Nos dijeron que lograron recuperarlo en una operación muy compleja. También me alegra de que no se hayan olvidado de él", afirma su viuda Nadia. En una entrevista a EL MUNDO, aclara que aún espera que encuentren sus restos para que sea enterrado en Israel. "Es posible. Creo que existe el cadáver y espero que el Mosad siga buscando", añade.
Su hija mayor Sophie, que tenía cuatro años cuando fue ahorcado, recuerda emocionada que "es su primer objeto personal que tenemos. Ojalá encuentren su cadáver porque es un deseo de hace muchísimo tiempo pero tal y como está ahora Siria, lo veo difícil".

Un álter ego sirio

Nacido en 1924 en la localidad egipcia de Alejandría, hizo alia (emigración judía a Israel) en el 57. Al cabo de tres años fue reclutado por la Inteligencia. Tras una intensa instrucción que incluyó el perfeccionamiento del árabe, el estudio del Corán, fotografiar de forma discreta lugares sensibles y el uso de las comunicaciones, se hizo con el papel asignado: un empresario sirio que vuelve a casa tras unos años en Argentina. Bajo la falsa identidad de Kamel Sabet, el objetivo era informar desde las entrañas del régimen.
Gracias a su carisma y generoso bolsillo, hizo amistad con importantes generales y políticos sirios. Ninguno de ellos podía imaginar que detrás de este pudiente hombre de negocios con un discurso muy antiisraelí se escondía un hombre del Mosad que cada mañana enviaba información codificada desde su casa situada a pocos metros del cuartel general del ejército sirio. Por ejemplo, coordenadas de las fortificaciones fronterizas que él mismo recorrió como invitado de honor así como la situación real de la Fuerza Aérea. Con su chivatazo, Israel decidió lanzar una dura represalia contra el ejército sirio tras un ataque contra agricultores israelíes en la zona desmilitarizada.
En enero del 65 y tras cuatro años como agente encubierto en Siria que combinó con escasos viajes para ver a su familia en Israel, fue detenido. Con la ayuda de sofisticados dispositivos electrónicos recién llegados de la Unión Soviética, los servicios secretos sirios llegaron a su casa. Al principio pensaron que era un error. No lo era. Irrumpieron en su habitación y encontraron el equipo de transmisión.

Un héroe nacional

Tras ser torturado por los agentes sirios, fue juzgado sin abogado y sin opción de evitar la sentencia de muerte. Las peticiones de algunos dirigentes mundiales como el Papa VI no surtieron efecto. Al amanecer del 18 mayo del 1965 fue ahorcado en la plaza Marja de Damasco. Las autoridades retiraron su cuerpo al cabo de seis horas.
El reloj que lucía en Damasco, como se aprecia en una foto, está expuesto hoy en la sede del Mosad. "Es muy importante que esté allí donde pasan muchos que hacen actividades que hacía Eli", comenta Nadia orgullosa de que sea considerado un héroe nacional y que su nombre esté presente en numerosas calles del país. Ha llegado incluso a Netflix donde Sacha Baron Cohen interpretará su papel en la serie 'El Espía'.
Nadia crítica a los jefes del Mosad de esa época por mantener a su marido tanto tiempo en Damasco, pese a que el riesgo era cada vez mayor. Es el dilema de un servicio secreto: continuar la misión dado el ingente caudal de información de oro que genera o saber retirarse a tiempo.
"Querida Nadia, querida familia, escribo mis últimas palabras con la esperanza de que siempre estéis unidos. Yo pido a mi esposa que me perdone, que se preocupe de ella misma y que proporcione una buena educación a nuestros hijos. Algún día estaréis orgullosos de mí", escribió el espía de Damasco en sus últimas horas antes de que le quitaran el reloj y la vida.
Fuente : elmundo.es

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