En octubre de 1943 hubo una fuga masiva de prisioneros y solo
consiguieron escapar unos 150. Algunos de ellos acabaron después en
campos de concentración soviéticos. La fuga del campo de exterminio de
Sobibor, la mayor de la Segunda Guerra Mundial, fue llevada primero a la
literatura por Richard Adhker con "Escapar de Sobibor" y más tarde, a la pantalla a manos del director Jack Gold el año 1987 con el nombre de "Escape de Sobibor". Sobibor se convirtió en un campo mítico solo conocido por la gran fuga, símbolo de la resistencia judía.
Tras el motín, Heinrich Himmler ordenó cerrar el campo. Así, se
destruyeron los edificios y se aró la tierra, que luego se cultivó.
Cuando Haimi decidió buscar a sus antepasados, no podía conocer el
diseño exacto del campo y decidió comenzar a cavar.
La excavación que ha durado más de cinco años, ha permitido conocer el
diseño del campo, donde se cree que los nazis llegaron a matar a unos
250.000 judíos. De hecho, este arqueólogo ha podido localizar el punto
exacto en donde se encontraban las cámaras de gas en las que eran
envenenados los prisioneros.
Ha dado con huesos, cenizas, dientes, llaves, joyas, monedas y un
etcetera de articulos que han servido para identificar algunas víctimas
de Sobibor que hasta entonces no tenían nombre.
"Debido a la falta de información sobre Sobibor, cada pequeña pieza de
información es importante", dijo Haimi para Associated Press. "Nadie
sabe que había cámaras de gas aquí. Los alemanes no querían que nadie
las viera. Pero gracias a nuestra labor, no lo han conseguido".
Haimi ya ha dado con "el símbolo" del campo. Lea Judith de la Penha,
una niña judía de 6 años de Holanda, asesinada en Sobibor y de la cual,
el arqueologo ha encontrado una pulsera. El por qué de que sea el
símbolo es que, según Haimi, la historia de esta niña muestra que: "Los
alemanes no discriminaban, también mataban a niñas".
Fuente:Intereconomia.com
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