No se escribió con una gran ambición literaria, pero consiguió hacer reflexionar al mundo. Se convirtió en el altavoz de los más de millón y medio de niños que murieron durante el Holocausto. Annelies Marie Frank, en su afán de evadirse de la cruda realidad que le robaba la infancia y con objeto de constatar la injusta barbarie nazi que la tenía presa en una buhardilla de unos almacenes de Ámsterdam, anotó su día a día en tres cuadernos que su padre le regaló. Desde 1947,fecha de su primera publicación, El diario de Ana Frank se convirtió en best-seller.
Murió -según testimonios de los que con ella sufrieron- el 15 de marzo de 1945 en el campo de concentración de Bergen-Belsen, cruel ironía, unas semanas antes de que esta cárcel de la muerte fuera liberada por las fuerzas británicas. Una epidemia de fiebre tifoidea acabó con sus sueños de ser escritora. También falleció su hermana Margot. Han pasado 70 años pero su historia sigue viva. Nuevas versiones teatrales, exposiciones y películas documentales son anunciadas cada día, manteniéndose el interés del público por esta niña judía.
De continua actualidad
Uno de los últimos testimonios en salir a la luz ha sido el de Nanette Konig, hoy una señora de 86 años, que conoció a Ana en 1941, cuando los nazis impusieron las escuelas exclusivamente para judíos. "Proveníamos de distintos barrios y no éramos precisamente íntimas, pues cada una tenía su grupo de amigas. Era una chica muy vivaracha que amaba la vida. Le hubiera encantado saber que se volvería tan popular como lo es, porque eso le encantaba", ha narrado recientemente esta superviviente al diario Daily Mail.Se separaron durante el periodo que la familia Frank permaneció escondida y se volvieron a ver en 1945: "La vi agotada. Estaba envuelta en mantas porque sus ropas estaban llenas de piojos. Fue horrible. Se había consumido. No quedaba nada de ella. Aún hoy no sé cómo pude diferenciarla de un esqueleto".
"Me reuní varias veces con ella y me enteré de lo que había pasado en Auschwitz. Me habló de su diario y que quería utilizarlo como base para escribir un libro tras la guerra. Hablamos de su vida en la clandestinidad, en su escondrijo. Se podría decir que soñábamos con irnos de allí, teníamos que hacerlo, era la única forma de soportar aquello", añade Nanette, que pesaba 30 kilos cuando fue liberada. Necesitó tres años de estancia en el sanatorio de Santpoort, cerca de Haarlem, para recuperarse. Su testimonio está incluido en el documental Los últimos días de Ana Frank que estrena National Geographic con motivo del 70 aniversario de la muerte de Ana.
La simple humanidad de su diario
"La historia de Ana es la de una chica que llegó a todo el mundo con la simple humanidad de su diario. Mi historia es diferente. También fui víctima de la persecución nazi y me enviaron a un campo de concentración pero, a diferencia de Ana, yo sobreviví".Es el inicio de Después de Auschwitz, editado por Planeta en febrero de este año. Es un relato biográfico escrito por Eva Schloss Geiringer, superviviente que da conferencias por todo el mundo sobre el Holocauto y es miembro de la orden del imperio británico por su labor en la Fundación Ana Frank. Eva conoció a Ana de niña. Más tarde se convirtió en su hermanastra cuando su madrie Mutti, después de enviudar, se reencontró con el padre de Ana, Otto Frank, también viudo. En este libro cuenta la espeluznante vida en los barracones y los tremendos abusos que ambas niñas vivieron.
Primera película alemana sobre Ana
Hay hasta siete películas de Ana Frank, versiones británicas y estadounidenses, ninguna alemana...hasta ahora. La productora Zeitsprung Picture ha reconocido que se está filmando la primera película alemana basada en las narraciones del famoso diario. El Fondo de Ana Frank, que custodia sus derechos, ha dado el visto bueno.Han tomado imágenes de la plaza de Ámsterdam donde se ubica la casa en la que los Frank y otros cuatro amigos se refugiaran entre 1942 y 1944, aunque no grabarán en la Casa Museo donde Ana escribió su diario, un libro sin terminar. Un chivatazo, el 4 de agosto de 1944, lo dejó incompleto.
Tras el diario
Otto Frank fue el único en salir con vida de los campos de concentración y el responsable de la publicación del diario de su hija. Edith Frank-Holländer murió de hambre en Auschwitz. Ana y su hermana Margot, de tifus en Bergen-Belsen. Peter van Pels, el chico del que Ana estaba enamorada, en Mauthausen. Su padre, el Sr. Van Daan, como es nombrado en el Diario, en una cámara de gas en Auschwitz; y su madre, Auguste van Pels, murió de camino a Theresienstadt.
Las vidas, personalidades, preocupaciones, enojos, relaciones y
curiosidades de todos ellos, siguen de rabiosa actualidad 70 años
después de la muerte de la joven escritora que los hizo inmortales.
Fuente:libertaddigital.com
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