Casa de Israel - בית ישראל


Desde " Casa de Israel " trabajamos para hacer frente al antisemitismo , la judeofobia y la negación o banalización de La Shoá ( Holocausto) .
No olvidamos las terribles persecuciones a las que fue sometido el pueblo judío a través de los siglos , que culminaron con la tragedia de La Shoá .
Queremos tambien poner en valor y reconocer la fundamental e imprescindible aportación de este pueblo y de la Instrucción de La Torá , en la creación de las bases sobre las que se sustenta la Civilización Occidental.

"... עמך עמי ואלהיך אלהי ..."

martes, 18 de junio de 2013

El islam radical llega a Ramala - Jaled Abu Toameh

Lo sucedido el pasado día 4 en Ramala, a menudo considerada bastión del laicismo y la moderación, sirve como recordatorio de que el islam radical ha logrado penetrar en esta ciudad de la Margen Occidental.
Ese día, cientos de fundamentalistas islámicos desfilaron por las calles de la ciudad conmemorando el 92º aniversario de la caída del Califato.
La Autoridad Palestina (AP), que en el pasado había reprimido a Hizb ut Tahrir (Partido de la John Kerry, por reactivar las conversaciones de paz entre los palestinos e Israel.
Liberación), la organización radical que encabezaba la marcha, ordenó a sus fuerzas de seguridad que no intervinieran, ni siquiera cuando el portavoz de HT condenó los esfuerzos del secretario de Estado estadounidense,
Hizb ut Tahrir (HT) es una organización islamista radical, que insta a todos los musulmanes a unirse bajo un Estado islámico regido por la sharia y un califa. La marcha de Ramala fue organizada por miembros de su sección palestina, que, junto a sus seguidores, lamentaron la decisión, adoptada hace ya tantos años, por la Gran Asamblea Nacional en Angora (Ankara): deponer al califa Abdul Meyid Effendi y abolir el Califato.
Habitantes de Ramala manifestaron su sorpresa ante la decisión de la Autoridad Palestina de permitir que cientos de fundamentalistas islámicos desfilaran por su ciudad, en escenas que parecían sacadas de las calles de Gaza, controlada por Hamás. "¿Desde cuándo permite la AP que partidarios de Al Qaeda organicen manifestaciones en nuestras ciudades?", se preguntaba un tendero. Por su parte, un universitario confesaba:
Hoy me he sentido como si estuviera en Siria o en Gaza. Resulta extraño que la Autoridad Palestina, que detiene a gente por publicar comentarios críticos en Facebook, permita que extremistas musulmanes marchen por Ramala llamando a la instauración del Califato.
Los fundamentalistas llamaron a los ejércitos islámicos a "marchar sobre Palestina para liberar la mezquita de Al Aqsa y el resto del país", mientras recitaban proclamas a favor de la restauración del Califato. También profirieron consignas de apoyo a los terroristas yihadistas que combaten al régimen del presidente sirio Bashar al Asad.
Baher Saleh, alto cargo de Hizb ut Tahrir, dijo a la multitud que era hora de que los ejércitos musulmanes "liberaran la mezquita de Al Aqsa de manos de los sucios judíos". Saleh y otros miembros de HT condenaron a los dirigentes de la AP por no respaldar su ideología ni movilizar al mundo islámico para la guerra contra Israel.
Los responsables de la AP no han ofrecido explicaciones que aclaren por qué Hizb ut Tahrir, cuyos miembros son a menudo objetivo de las fuerzas de seguridad palestinas en la Margen Occidental, obtuvo permiso para celebrar un mitin a favor de la yihad contra Israel.
Sin embargo, algunos palestinos afirmaron que la decisión de permitir a los fundamentalistas celebrar el mitin de Ramala tenía como finalidad enviar un mensaje a Kerry sobre los desafíos y amenazas a los que se enfrenta la AP. Según esta teoría, los líderes de ésta se están valiendo de los radicales islamistas para asustar a los donantes occidentales, a fin de que sigan enviando (o incluso aumenten) su ayuda financiera al Gobierno palestino de la Margen occidental.
Pero, al mismo tiempo, se están disparando en el pie. Hizb ut Tahrir es una organización que desprecia de forma manifiesta a los dirigentes de la AP, a los que considera traidores y colaboradores de los enemigos del islam.

© elmed.io
Jaled Abu Toameh, periodista árabe-israelí. Miembro del Gatestone Institute.
Fuente:libertaddigital.com

jueves, 13 de junio de 2013

El periodista Odoardo Focherini será beatificado este viernes tras salvar a cien judíos durante la Shoá.



Periodista, padre de familia, católico, justo entre las naciones y a partir de este viernes será beato, titulo reservado para unos pocos dadas las virtudes heroicas que le ha reconocido la Iglesia Católica.
Se trata de Odoardo Focherini, italiano de 37 años y padre de siete hijos. Durante la II Guerra Mundial salvó a 100 judíos y fue encarcelado tras ser delatado. Fue enviado a un campo de concentración en el que murió el 27 de diciembre de 1944. Este viernes será beatificado en la ciudad de Carpi.
Uno de los nietos de Focherini recuerda ahora que "uno de los judíos a los que salvó dijo que ‘somos milagros de Odoardo Focherini’ y siempre lo consideraron su salvador y ángel. Su prójimo fue su familia y los judíos".
A los 27 años era ya presidente de la Acción Católica Italiana. En 1930 se casó con Maria Marchesi, con la que tuvo siete hijos y en 1939 era director del diario italiano L´Avvenire d´Italia.

Creó una red clandestina para salvar judíos

Con el endurecimiento de las leyes antijudías y las deportaciones, este periodista católico junto con el sacerdote Dante Sala organizaron una red clandestina que consiguió trasladar a un centenar de judíos hasta Suiza sin el conocimiento de las autoridades nazis.
Sin embargo, pese a la cautela de sus actuaciones los nazis recibieron información sobre su labor por lo que en primer lugar fue detenido el sacerdote, más tarde puesto en libertad.
Mientras tanto, Focherini seguía con su labor caritativa. El 11 de marzo de 1944 fue arrestado en un hospital mientras ayudaba a un paciente judío. Primero fue interrogado ante las SS en Bolonia y más tarde trasladado a una prisión.
Durante una visita a prisión de su cuñado, éste le dijo: "Ten cuidado, quizá te estás exponiendo demasiado, ¿no piensas en tus hijos?". Sin embargo, la respuesta de Odoardo fue la siguiente: "si tú hubieras visto lo que he visto yo en esta cárcel, todo lo que hacen padecer a los judíos, lo único que lamentarías es no haber hecho lo suficiente por ellos, y no haberlos salvado en mayor número".
De la cárcel de San Giovanni in Monte fue trasladado al campo de concentración de Gries, más tarde al de Flossenburg y de ahí al campo de trabajo de Hersbruck. Allí sufrió hasta la extenuación con maratonianas y durísimas jornadas de trabajo. En una de ellas sufrió una herida en una pierna y ante la falta de atención sanitaria contrajo una septicemia y murió el 27 de diciembre de 1944.
Antes de morir pudo escribir dos cartas a sus familias. "A mis siete hijos...quisiera verlos antes de morir...sin embargo acepta, Señor, también este sacrificio y custodialos tú, junto a mi mujer, a mis padres, y a todos mis seres queridos", decía en una de ellas,
Además, escribía: "declaro morir en la más pura fe católica, apostólica, romana y en plena sumisión a la voluntad de Dios, ofreciendo mi vida en holocausto por mi diócesis, por la Acción Católica, por el Papa y por el retorno de la paz al mundo. Os ruego decir a mi mujer que la he sido siempre fiel, he pensado siempre en ella, y la he amado siempre intensamente".

Justo entre las naciones y ahora beato

El estado de Israel ha reconocido a Odoardo Focherini como "justo entre las naciones", un reconocimiento por su lucha y entrega hasta la muerte por ayudar a los judíos durante la brutal persecución nazi.
La causa de beatificación de este periodista y padre de familia numerosa comenzó en 1996. Este viernes se culminará con una multitudinaria celebración. A partir de entonces la Iglesia lo reconocerá como beato.
El obispo de Carpi, monseñor Francesco Cavina, ha asegurado que en la vida del futuro beato "no hubo separación entre su vida espiritual y su vida familiar. Es un hombre completo porque el trabajo, la familia y el apostolado en la Iglesia han sido su camino para la beatificación". "Él se dejó transformar por Jesucristo hasta que, como Él, murió", sentenció.
Por su parte, el postulador de la causa, el franciscano Giovangiuseppe Califano, dijo que este periodista murió por "odio a la fe. Las pruebas de eso es que él reveló en sus escritos que siempre hubo un tono anticatólico en su primer interrogatorio. La intención era suprimir a un activista católico". Además, agregó que Focherini "nunca pronunció una sola palabra de odio contra sus perseguidores". "Podemos decir que merece no sólo la corona de la fe, sino también la de la caridad".
Fuente:libertaddigital.com

jueves, 6 de junio de 2013

El boicot, Israel y el fútbol - Jacob Israel Sananes

Hoy ha empezado el Europeo Sub 21 de fútbol, que se celebrará en Israel hasta el día 18. La candidatura israelí, escogida por el Comité Ejecutivo de la UEFA hace dos años en Nyon, se impuso a las presentadas por países como Inglaterra, Bulgaria, República Checa y Gales. Pero, como suele ocurrir cuando la única democracia de la región organiza un evento internacional, los de siempre tratan de boicotear el torneo, que nada tiene que ver con el conflicto entre israelíes y palestinos.
Entre los muchos que han llamado al boicot se encuentra Mahmud Sarsak, jugador de fútbol palestino: "Queremos presionar a los responsables deportivos internacionales para que impidan la disputa de la Eurocopa Sub 21 en Israel", dijo. Sarsak fue detenido en su día por el Ejército israelí tras cometer actos vandálicos cuando militaba en la Yihad Islámica, movimiento considerado terrorista por Estados Unidos, la Unión Europa, Japón, Canadá, Australia… Otro boicoteador: el exjugador del Sevilla Frederic Kanouté, para quien la designación de Israel es "una recompensa" al Estado judío por acciones que son "contrarias a los valores deportivos".
El fútbol no es el único ámbito al que últimamente llega el boicot judeófobo. Ahí tenemos el mundo académico. El eminente físico teórico Stephen Hawking ha boicoteado la Conferencia de Presidentes que se celebrará en Israel la próxima semana, y cuyo objetivo es el avance en los principios que conducen a la paz. El boicot y lo universitario son antagónicos por se. Al igual que los términos países árabes y democracia.
En Irán, los bahais tienen prohibido estudiar en cualquier universidad o instituir sus propios centros de educación superior. ¿Por qué los de siempre no boicotean a Irán? Por una simple razón. Irán no es Israel. En términos utilizados por el historiador Gustavo Daniel Perednik, el boicot a Israel es "irracional, obsesivo, peligroso, quimérico"... características que nos llevan a una conclusión: la judeofobia.
Los de siempre ya han hablado. Una vez más, mantienen un absoluto silencio cuando un terrorista mata a tres personas en Boston, a un militar inglés; cuando Ahmadinejad dice que quiere borrar a Israel del mapa o cuando el terrorismo islámico ataca Bombay, El Cairo, Londres, Madrid, Tel Aviv…
El campeonato de fútbol se celebrará en Israel y será una gran fiesta para todos, y las universidades israelíes seguirán con esa extraña costumbre de crear la mejor tecnología, de promover los avances médicos y de velar por el progreso, el mismo que aquellos que fomentan el boicot han abandonado por querer preservar viva la llama de la judeofobia.
Fuente:libertaddigital.com

domingo, 2 de junio de 2013

El innombrable emperador . Un artículo de Gustavo D. Perednik.

 

Occidente en guerra, no menciona contra quién

En China aún hoy en día se considera irrespetuoso llamar a los ancianos simplemente por su nombre, y son muy pocas las personas que portan el nombre de sus padres. Tales costumbres son vestigios de un tabú chino que llegó a ser más grave que el precepto bíblico de evitar el nombre divino.
En 1777, como castigo por haber escrito el nombre del emperador, Wang Xihou fue ejecutado junto con toda su familia. A los efectos de evitar aquel nombre, llegó a cambiarse el del primer mes del año, y el de la Puerta que conducía a la Ciudad Prohibida.
El tabú chino parece tener influencia en la corrección política de Occidente, con la leve modificación de que lo que no puede mencionarse no es el nombre del emperador, sino la ideología que promueve el terrorismo.
En otras ocasiones nos hemos referido a tabúes similares, como no mencionar Vietnam porque alude al fracaso del sistema; y eludir preguntas prohibidas según el esquema de Eric Voegelin.
Un tercer tabú, aquí analizado, es el de jamás insinuar alguna culpa que pudiera comprometer a la religión cuyos principios se esgrimen para cometer la mayor parte de los atentados terroristas y ataques violentos de hoy en día.
Tuvo un reciente ejemplo a partir del asesinato del soldado inglés Lee Rigby (22-5-13) en el distrito londinense de Woolwich. El crimen fue cometido a luz del día y con testigos oculares, por dos terroristas islámicos que decapitaron a Rigby y se jactaron frente a las cámaras de que reincidirían. La reacción del Primer Ministro inglés no se hizo esperar, y declaró que los asesinos «habían traicionado los valores del Islam».
La pregunta es: ¿y cómo sabe eso David Cameron? Probablemente no sea especialista en Corán, y su afirmación no pase de ser una forma disfrazada de la frustración por el hecho de que las grandes autoridades islámicas del mundo, que son las que deberían sentenciar la medida en que su religión se opone a la violencia, raramente se expiden al respecto.
En estos días comienzan las audiencias del juicio contra Nidal Malik Hasan, autor de la masacre de Fort Hood, Texas (5-11-2009), en la que trece personas fueron muertas y treinta fueron heridas.
A pesar de los probados contactos de Hasan con grupos islamistas, la matanza no es atribuida oficialmente al contexto de radicalización islámica sino al de la «violencia laboral».
La discusiones sobre las motivaciones de Hasan giraron en torno de si el causante había sido el racismo que había padecido durante su vida, o si era su sensación de no pertenencia, o sus problemas emocionales.
A tal punto llega la negación en este caso, que las víctimas del atentado y sus familiares están en juicio contra el Estado norteamericano porque éste ni siquiera admite que se trató de un atentado terrorista. Ni qué hablar del reconocimiento más incorrecto aún de que el asesino era de proclividad islamista. De este tema, simplemente, no puede hablarse.
No puede mencionarse que islamismo (la ideología política nacida hace un siglo; no la religión de Mahoma) intenta imponer un califato mundial y la ley de la sharía por doquier. Ni que aspira a someter la mujer al hombre y el no-musulmán al musulmán. No es políticamente correcto explicitarlo, ni tampoco lo es informar de que el islamismo es la causa más habitual del terrorismo contemporáneo, y eso a pesar de que en la última década se han perpetrado en nombre del Islam más de veinte mil ataques y agresiones, es decir un promedio de unos cinco por día.
La exoneración del Islam, en cuyo nombre se cometen casi todos los ataques terroristas, llega al extremo de que quien habla del terrorismo no debe olvidar presentarla una y otra vez como una religión de paz, caracterización reiterada con tal frecuencia que parecería no ser merecida por ninguna otra religión.
Un tabú que no se quiebra
Después del atentado mencionado y de varios otros que lo sucedieron, el legislador tejano Lamar Smith intentó, en mayo de 2010, que el Fiscal General de los EEUU, Eric Holder, admitiera como una posibilidad que el fundamentalismo islámico tuviera alguna relación con los ataques.
Como en todos los otros casos, los perpetradores habían estado vinculados al Islam radical, y por ello Smith preguntó una y otra vez si ese vínculo podría haber sido su motivación. Respuesta no obtuvo. Holder repetía sin desvíos que «hay muchas razones que podrían haber generado los ataques».
Smith insistió: «¿Podría el islamismo radical ser una de dichas razones?». Holder reiteraba: «Hay muchas razones». Fuenteovejuna señor, todos a una. Y el diálogo continuó «hasta el cansancio», porque Smith en efecto terminó por abandonar la pregunta después de haberla formulado varias veces.
Lo cierto es que una respuesta sincera a dicha pregunta podría terminar ofendiendo a los musulmanes, o producir la impresión de que Occidente está en guerra con el Islam, y así caeríamos en la trampa tendida por los islamistas que efectivamente sostienen que esa es la índole de la guerra actual.
A ojos de éstos, las miserias y el atraso que padecen los países musulmanes se deben a que han abandonado la pureza del sendero coránico, incluida la guerra santa contra los infieles. Pregonan, por lo tanto, que un Occidente malévolo ha arruinado la otrora gloria del Islam, y que en breve ese Occidente caerá putrefacto a los pies del Islam.
La negación de que el islamismo sea el enemigo es un modo de rechazar ese esquema, y además, la aceptación explícita de la identidad del enemigo implicaría graves consecuencias prácticas. Por ejemplo, en materia de seguridad los controles deberían ser más estrictos con ciertos ciudadanos que con otros, y ello conlleva el riesgo de ser catalogado como «islamófobo» o racista. En suma: stá claro que mencionar al Islam tiene su costo; lo que habitualmente se saltea es que el costo de ignorarlo no es menor.
En la práctica, cada agresión de musulmanes contra no-musulmanes convence a más personas de que el islamismo radical amenaza sus vidas. Daniel Pipes ha dado en llamar a ese proceso «educación por asesinato».
Con todo, aún estamos lejos de la claridad idiomática al respecto y, como en la China dieciochesca, la mención de nombre puede ser castigada con la muerte.
Así, el historiador danés Lars Hedegaard, cuya investigación académica viene mostrando la violencia del islamismo, hace unos meses fue blanco de un fallido atentado contra su vida (5-2-13). El disparo no dio en el blanco, y el perpetrador logró huir. Hedegaard debió mudar su residencia para protegerse.
Los medios casi no informaron de la agresión, y cuando tardíamente se refirieron a ella, pusieron el énfasis en que supuestamente algunos musulmanes habrían defendido la libertad de Hedegaard de expresar sus opiniones «aun cuando éstas fueran odiosas». Notoriamente, fueron «las opiniones» del agredido Hedegaard las que perturbaron a la prensa europea, y no el intento de homicidio contra su persona.
Peor aún: varios periodistas se apostaron frente a la nueva residencia de Hedegaard para fotografiarla, y debieron ser removidos por la fuerza policial, indignados ellos porque «el público fuera privado de la información».
Este paroxismo de negación de la realidad tuvo otra expresión hace unas semanas en la Universidad de California, en Berkeley. Allí se llevó a cabo el «Cuarto Coloquio Internacional Anual para el Estudio de la Islamofobia» (19 y 20-4-13), en el que los especialistas sostuvieron unánimemente que la amenaza la más grave que afecta a Occidente hoy en día, lejos de ser el terrorismo islamista, es precisamente la «islamofobia».
El presidente Barack Obama, por su parte, acaba de dictar una conferencia (23-5-13) en la Universidad para la Defensa Nacional, en Fort McNair, titulada «El futuro de nuestra lucha contra el terrorismo». En 6400 palabras de texto, el Islam fue mencionado sólo tres veces, y en las tres ocasiones para dejar en claro que no hay guerra contra él.
El problema es que al terrorismo no le cabe la definición de enemigo porque, después de todo, se limita a ser un método, o una actividad. Por el contrario, un género de enemigo está constituido por el islamismo radical, que se planta como una ideología que propone la redención por medio de la violencia. Por ahora, esta información sigue prohibida.
 Fuente:El Cartoblepas -

Gustavo D. Perednik