Casa de Israel - בית ישראל


Desde " Casa de Israel " trabajamos para hacer frente al antisemitismo , la judeofobia y la negación o banalización de La Shoá ( Holocausto) .
No olvidamos las terribles persecuciones a las que fue sometido el pueblo judío a través de los siglos , que culminaron con la tragedia de La Shoá .
Queremos tambien poner en valor y reconocer la fundamental e imprescindible aportación de este pueblo y de la Instrucción de La Torá , en la creación de las bases sobre las que se sustenta la Civilización Occidental.

"... עמך עמי ואלהיך אלהי ..."

viernes, 30 de diciembre de 2016

Siete graves errores de la política de Obama hacia Israel - Carlos Alberto Montaner


El presidente Barack Obama cometió el error de ordenar la abstención de Estados Unidos en la última votación de la ONU en la que se condenaba la fabricación de nuevos asentamientos judíos en los territorios de Cisjordania controlados por Israel.
No apoyar al Estado de Israel es un grave error por estas siete razones fundamentales:
1) Israel es la única democracia liberal que funciona en el Medio Oriente. Respaldar a ese Estado es perfectamente coherente con los principios y valores de la sociedad norteamericana. No hacerlo es una contradicción.
2) Israel es un aliado militar y político de Estados Unidos. El único fiable en la región desde el punto de vista estratégico. La conducta de Estados Unidos envía el mensaje de que no existe en Washington la menor lealtad a sus aliados y en cualquier momento los puede abandonar.
3) En Estados Unidos las minorías cuentan mucho en el diseño de la política exterior del país, y la inmensa mayoría de los norteamericanos de origen judío (unos seis millones) apoyan la existencia del Estado de Israel. Una resolución como la aprobada con la anuencia de Washington debilita a esta nación y contraría a los judíos estadounidenses.
4) Israel es un socio científico de primer orden de Estados Unidos. Las empresas tecnológicas israelíes en el terreno del software, de la medicina, de la agricultura y de la energía aportan un considerable apoyo al desarrollo científico y económico norteamericano. Es como si Estados Unidos contara con un enorme thinktank en el Medio Oriente. Otro Silicon Valley, pero sin los enormes costos de investigación y desarrollo que ello implica. Uno no golpea una parte fundamental de su propio cerebro.
5) No es verdad que la presencia de esos asentamientos agrave los problemas entre árabes y judíos. En el 2005 Israel se retiró totalmente de la Franja de Gaza y dejó a los árabes las empresas creadas por los asentamientos judíos, pero lo que sucedió fue que la organización terrorista Hamás se apoderó del territorio, destruyó esas instalaciones y comenzó a lanzar sus ataques contra Israel y contra los árabes más moderados que vivían en su territorio.
6) Los asentamientos judíos en Cisjordania ocupan sólo un 10% del territorio, y si algún día se crea el Estado palestino, como es el consenso general de la población judía, será conveniente que no se trate de una nación con una sola etnia y una sola religión, porque ahí está la raíz de la intolerancia y la agresión. Si Israel puede sostener su próspera y moderna democracia con un 20% de población islámica y otro 5% de otros grupos y religiones, ¿por qué los árabes no pueden convivir con un exiguo grupo judío?
7) Como afirma el exministro de Defensa israelí Moshe Yaalón en su excelente ensayo Cómo construir la paz en Oriente Próximo y Por qué de abajo arriba es mejor que de arriba abajo, el problema de fondo, el verdadero problema, es que los palestinos realmente no desean crear su propio Estado, sino que su objetivo primordial, desde hace muchas décadas, desde su fundación, es destruir Israel a cualquier coste. Borrarlo de la faz de la Tierra. Y para esos siniestros fines el voto norteamericano les vino a esos palestinos antisemitas y antiisraelíes como anillo al dedo.

martes, 27 de diciembre de 2016

Israel, solo ante el peligro - Carlos Navarro Ahicart

                                                                         
La familia Berko en su casa de Amona, , coloca las velas de Hanukkah


 Nuevo desplante de la Organización de las Naciones Unidas y, en general, todo Occidente al único país en Oriente Medio que defiende los principios de la libertad sobre los que -en teoría- se edificó nuestra civilización: Israel.
Por enésima vez, la ONU, con el visto bueno de Estados Unidos y de otros países relevantes en el plano internacional, señala a Israel por sus asentamientos en “territorio palestino” que tanto tiempo llevan denunciando el grupo terrorista Hamás y sus marionetas gubernamentales en Gaza. Sí: curiosamente, los que se han pasado años justificando intervenciones militares y masacres de todo tipo en nombre de la “democracia” y la “libertad” atacan ahora a una nación entera por el simple hecho de querer defenderse de los constantes e incesantes ataques de los yihadistas.
Parece ser que el hecho de que Obama juegue al nation-building allá donde ya no le interesa mantener dictadores es algo que no consta en el orden del día de las reuniones de la organización más vendida del mundo. Pero las quejas de las autoridades de un país de dudosa existencia contra la única democracia real de la zona bastan para que se mueva cielo y tierra para secar sus falsas lágrimas.
Cabe destacar que Israel es la única de las dos partes del conflicto que ha demostrado su voluntad de dialogar y llegar a un acuerdo con Palestina. De hecho, la mayoría de la población israelí apoya que sea reconocida como Estado independiente. Pero las autoridades palestinas y su pueblo ni desean adoptar medidas diplomáticas ni aceptan reconocer al Estado de Israel como país. ¿Quién es el radical aquí? ¿Los que simplemente se defienden como llevan defendiéndose años de las agresiones de países islamistas y hostiles? O ¿los que se empeñan en continuar su guerra santa contra un país caracterizado por el progreso y la libertad religiosa? Parece estar bastante claro.
Pero la ONU -y los gobiernos occidentales, en general- parece haberse postrado ante las directrices del marxismo cultural y los intereses de los enemigos de la libertad y la democracia: precisamente los principios para cuya defensa fue concebida esta organización. Aunque, claro, en Occidente somos propensos a olvidar nuestros orígenes y nuestras bases como civilización en beneficio de aquellos que buscan destruirnos. Y cada día hay más ejemplos de esto.
El caso de Israel solo es uno de tantos casos en los que quienes se supone que velan por nosotros y nuestros derechos se dejan engañar y manipular por las fuerzas del liberticidio y el odio. Israel y, en definitiva, la defensa de nuestros valores en Oriente Medio, necesita el apoyo internacional para seguir sobreviviendo en un ambiente tan hostil. Y es repugnante e indignante que “el faro que guía” a toda democracia liberal de la espalda a más de 8 millones de personas que, lejos de ser asesinos invasores sin escrúpulos, quieren vivir en paz, desarrollando sus proyectos personales en un entorno favorable a la libertad, la democracia y los valores del respeto y la convivencia.
Es importante que no olvidemos de dónde venimos. Pero igual de importante es -si no más- no olvidar a dónde vamos. Israel nos da el ejemplo que la ONU y nuestros gobiernos dejaron de darnos hace años: la libertad es un jardín que hay que regar a diario y cuidar con sumo empeño. Si se descuida, es solo cuestión de tiempo que lo invadan las malas hierbas y lo destrocen las alimañas.
                                                    Fuente:larazon.es

lunes, 26 de diciembre de 2016

Israel: solos contra el mundo - Enrique Navarro


 
Este es un mundo complejo, a menudo difícil de entender, sobre todo porque parece que son intereses muy particulares y coyunturales los que lo rigen. Lo ocurrido en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el pasado viernes condenando la construcción de unas centenares de viviendas en Jerusalén Este, con la abstención de Estados Unidos, ha sido una gota demasiado grande que ha conseguido colmar la paciencia no sólo de Netanyahu, sino de una gran mayoría de los habitantes del estado de Israel. Aunque todos sabemos que conseguir la unanimidad en un posicionamiento político en Israel es tarea imposible y siempre hay voces discordantes, las que normalmente no existen en sus países vecinos incluyendo a los mimados por la comunidad internacional de la Autoridad Nacional Palestina, esta vez el pueblo de Israel se siente golpeado por sus propios supuestos amigos.
Israel sabe perfectamente que su supervivencia depende de la solidaridad de las democracias del mundo y si éstas muestran fisuras en su apoyo a Israel y más en votaciones públicas, estarán condenando a Israel a su desaparición. En esta línea debe entenderse la reacción del primer ministro Netanyahu, que necesita con esta postura ganar tiempo para que la llegada de Trump sea una catarsis sobre las relaciones mantenidas entre Obama e Israel y también para mantener en el gobierno a la única coalición que garantiza una estabilidad política en Israel, que está soportada por Bennet y Lieberman, dos halcones con respecto a la política de asentamientos en los supuestos territorios palestinos.
El texto de esta resolución esponsorizada, entre otros, por la Venezuela de Maduro, -y no por Egipto como se pretende hacer creer en un juego de confusión-, lo cual ya debía haber sido motivo suficiente para que no gozase con el apoyo de la comunidad internacional -una vez más reforzamos a una dictadura comunista para condenar a una democracia liberal-, utiliza unos términos desafiantes contra Israel como nunca antes había ocurrido y una vez más pone en el mismo plano el derecho a la legítima defensa de un estado con los actos terroristas contra Israel.
Es muy posible que el pragmático Netanyahu sea consciente de que está sobreactuando, pero los gestos en la política son demasiado importantes como para despreciarlos. Para mantener una mayoría política y evitar el abismo de unas elecciones en un país muy fragmentado políticamente, el primer ministro debía tomar el liderazgo de la revuelta contra el mundo, para que no fueran otros los que obtuvieran el rédito político, y en parte debemos entender de esta manera el comportamiento del gobierno de Israel en estos días, restringiendo ciertas relaciones diplomáticas con todos los miembros del Consejo de Seguridad, incluyendo a España, lo que para nosotros debía ser un motivo de reflexión especial.

Consecuencia de la resolución 478

Esta resolución como todas las que han condenado a Israel desde 1980 son consecuencia formal de la resolución 478 de 1980 que condenó la anexión de lo que en términos muy vagos denominamos Jerusalén Este y los territorios de Jordania de la Cisjordania, bajo la presidencia de Carter y en pleno secuestro de la embajada de Teherán -y esto explica parte del problema-, Estados Unidos declaró ilegal la ocupación y anexión de este territorio y a partir de ahí cualquier minúsculo acto administrativo de Israel en la zona origina un ciclón de acciones internacionales donde se consigue que los israelitas sean vistos y percibidos como los agresores y los palestinos como las víctimas.
Basar la legitimidad o legalidad en las decisiones de un Consejo de Seguridad que no ha condenado la ocupación de territorio español por Reino Unido durante la guerra civil o la anexión militar de Crimea por Rusia o de islas en disputa en el mar de China por China, frente a una historia indiscutible, frente a una victoria en el campo militar en una lucha por la supervivencia y frente a una seria de decisiones administrativas analizadas con lupa por el tribunal supremo de Israel que ha ordenado la demolición de miles de viviendas ilegales desalojando a colonos israelitas que vivieron en esos territorios por generaciones, muestran que la comunidad internacional no es justa ni equitativo con Israel.

Tres grandes errores

Esta resolución contiene, a mi juicio, tres errores políticos de bulto que dificultarán en gran medida la conclusión de un proceso de paz que en realidad nunca ha existido por la falta de voluntad de los dirigentes palestinos y de sus apoyos del mundo árabe y sobre todo por la exquisita e incomprensible neutralidad en el mejor de los casos, de los países europeos.
El primer error ha venido siendo consecuencia de unos Acuerdos de Partición basados no en las legitimidad histórica sino en la conveniencia de las potencias y en particular del Reino Unido y Francia después de la Segunda Guerra Mundial. Israel existe porque el pueblo judío luchó por sus territorios, que es como se han construido todas las grandes naciones; por la compra de tierras con dinero particular que los árabes vendían a diez veces su precio y sobre todo por la vergüenza moral que sufrió Occidente al conocerse la magnitud del holocausto nazi ante el cual, y antes de 1939, seis años después de haber comenzado, nadie había movido un pie para parar a Hitler cuando la comunidad internacional era consciente de las leyes racistas del nacionalsocialismo. Israel no se concibe sin su histórica capital, Jerusalén, ¿Cualquier persona que estudie la Biblia o la historia puede imaginar una circunstancia distinta? Dejar la ciudad milenaria del templo de Salomón como lugar neutral demostró la incapacidad de Occidente para determinar un estado viable de Israel en 1948, y de aquellos polvos vienen estos lodos.
Palestina nunca ha existido como Estado y por tanto cualquier aspiración a una tierra para los Palestinos debería haber sido resuelta por los estados árabes pero no a costa de Israel. Sin embargo, el estado judío ha realizado un denodado esfuerzo por alcanzar un acuerdo con la Autoridad Palestina fundada por un grupo terrorista reconocido internacionalmente, en la base de paz por territorios. Este fue un concepto desarrollado por los judíos, es decir una concesión de otorgar a los palestinos una gran porción del territorio judío a cambio de seguridad. La Autoridad Palestina tomó aquellos territorios que de forma interesada le entregó Israel para constituir su incipiente estado, pero nunca cumplieron su parte del acuerdo, la seguridad que prometieron.
Cuando Israel ocupó una parte esencial del territorio dentro de sus fronteras milenarias en 1967, y después en 1980 cuando su parlamento aprobó la anexión al Estado, ofreció a los árabes la nacionalidad israelita, pero la presión internacional impidió lo que era una aspiración de la gran mayoría de los habitantes de estos territorios que era vivir en paz y bajo la cobertura de un estado democrático en el viven en paz, democracia y seguridad más de un millón de árabes. Las ciudades árabes de Israel son de todo el mundo las que gozan de más derechos, menos desigualdades y mayor renta per cápita; pero a aquéllos que pretenden manipular la realidad para favorecer sus propios intereses, no les interesa el bienestar del pueblo árabe sino mantener la tensión sobre la única democracia de Oriente Medio para mantener sus regímenes autoritarios.
El segundo error es pensar que evitando los asentamientos en Jerusalén Este se favorece el proceso de paz. Éste todavía es más grave. Impedir la construcción de unas cientos de viviendas en Jerusalén es una toma de posición internacional, una imposición del mundo en el proceso de paz. Es reconocer que los palestinos tendrán toda la legitimidad y apoyo internacional para sus reclamaciones y esto pone a Israel en la peor posición negociadora posible. No es una cuestión de reducir el tamaño o las capacidades del futuro estado palestino. Israel siempre ha ofrecido compensar con territorios en otras zonas mucho mayores por el reconocimiento de su capital indivisible. ¿A qué grado de idiotismo histórico hemos llegado para querer poner ciudades como Belén en manos de un estado que niega los mas mínimos derechos a la libertad religiosa? y si no, que se lo pregunten a los miles de cristianos palestinos forzados a abandonar los lugares en los que han vivido durante siglos sin ningún apoyo o reconocimiento de la comunidad internacional. Esta resolución dinamita las posibilidades para el entendimiento entre dos vecinos condenados a entenderse y dará alas a todos aquellos grupos terroristas que atacan todos los días al estado de Israel y que se sentirán reforzados en sus aspiraciones. Cuando el Consejo de Seguridad condena a Israel en relación con una pretensión de la Autoridad Palestina, está dando alas a los terroristas para incrementar la tensión con nuevos atentados terroristas que traerán mas conflicto, más inseguridad, es decir exactamente lo contrario que en teoría se pretende conseguir.
El tercer error y en mi opinión el que produce mayor daño, es que la comunidad internacional ha perdido al calor de los acontecimientos que han ocurrido en estos años con la primavera árabe, la aparición del Estado Islámico, los golpes terroristas en Europa y la guerra en Siria, la perspectiva de lo que debe hacerse y lo que debe evitarse. Se ha creado la convicción en muchas sociedades que condenar a los arrogantes israelitas nos dará más seguridad, generará menos odio en el mundo árabe frente a Occidente y contribuirá a rebajar la tensión en la región. Lo que nos hace más seguro es estar más unidos los que pensamos igual y que seamos más fuertes. La división entre las democracias occidentales entre la que debemos incluir Israel, es la victoria de los intolerantes y de los que quieren derrumbar los cimientos de nuestras sociedades. Mostrar fisuras en momentos tan convulsos no contribuye ni a generar más seguridad ni por ello vamos a ganar adeptos entre aquéllos que todavía abogan por la destrucción del estado de Israel. Si el mundo va a tratar con exquisita igualdad a Israel y a los países no democráticos y grupos terroristas que abogan por su desaparición; si tomamos postura por los 200 millones de árabes de la región frente a los 6 millones de judíos que viven en Israel, por una cuestión administrativa, estaremos haciendo un flaco servicio a la paz mundial y a la supervivencia del mundo occidental democrático y humanista que hemos conocido en los últimos doscientos años en el mundo libre.
A corto plazo, ¿Qué debemos esperar? ¿Debe Netanyahu depositar todas sus esperanzas en el presidente electo de Estados Unidos? Esta es la verdadera prueba de fuego de Israel. Obama no ha sido precisamente un gran valedor de Israel, pero lo cierto es que la mayoría de los judíos norteamericanos, esenciales por su influencia en la sociedad y vida política americana, votaron en una inmensa mayoría por Clinton, igual que antes lo hicieron por Obama. Esta desafección entre los judíos norteamericanos e Israel es a mi juicio la mayor amenaza para el estado judío.
Curiosamente han sido los republicanos quienes mejor han entendido cómo debía ser esta relación de profunda amistad, mientras que en la progresista comunidad judía norteamericana se ha extendido la creencia de que la paz es posible y que Israel debe estar dispuesto a ceder todo lo necesario para tener un pedazo de tierra seguro, ignorando la historia, que es la verdadera legitimidad del estado de Israel y de sus fronteras. Muchos congresistas y senadores americanos republicanos no perdonan a los lobbies judíos que siendo ellos los que más han hecho por la seguridad y reconocimiento internacional de Israel, no hayan sido capaces de movilizar el voto hacia los republicanos. No tengo duda que Trump será un soporte político esencial para Israel, pero tengo mis dudas de que la mayoría republicana le soporte a él. También tengo mis dudas de que en el juego de alianzas en el futuro y en especial en sus relaciones con Rusia, la posición inicial no pueda variar. La complejidad de los intereses en la región y la falta de un apoyo político interno en la sociedad norteamericana a decisiones más concluyentes en favor de Israel, pueden hacer varias estos posicionamientos internacionales. Trump ha aprovechado también esta decisión para reforzar sus ataques a las Naciones Unidas, pero a día de hoy, lamentablemente no hay alternativa mejor a la ONU para mantener una globalidad en las decisiones políticas; tampoco parece que vaya a producirse una unanimidad internacional a corto y medio plazo en lo que es un clamor que es variar la composición del Consejo de Seguridad, basado en la situación geopolítica de 1945. La ausencia de India, Alemania y Japón desautorizan en gran parte a este organismo como representante de los intereses globales.
Ya sabemos que es muy difícil dejar el poder, pero las acciones de Obama en estas últimas semanas después de saber que su política exterior había sido derrotada por sus conciudadanos, muestran la intransigencia y la falta de estilo de esta administración saliente que debía haber dejado que la nueva administración hubiera tomado aquellas decisiones más convenientes y trascendentes conforme la voluntad manifestada del pueblo norteamericano. Poner chinitas a Trump no es precisamente una muestra de patriotismo ni de aceptación de la derrota. Por una cuestión personal y partidista Obama ha dejado caer una vez más a nuestro más fiel e importante aliado en la región, cuando lo elegante hubiera sido dejar esa decisión al nuevo inquilino de esa Casa Blanca que tanto le está costando dejar.
Pero Israel sabe que no puede vivir de espaldas a todo el mundo y necesita sobre todo de Europa, que está una vez más encerrada en los barrotes de la amenaza islamista radical, la creciente islamofobia que en Europa va de la mano del antisemitismo y de los populismos que buscan siempre culpables endógenos como hicieron en los años veinte, y del oro negro que nos regalan a precio de saldo los grandes productores del mundo, la inmensa mayoría de los cuales no reconocen la existencia del estado de Israel. Basar toda la estrategia de seguridad en Trump no parece muy aconsejable, pero si Europa no se posiciona claramente en favor de Israel, Netanyahu deberá buscar amigos en otros lugares y sin duda uno de los más próximos se encuentra en Moscú; si Putin y Trump se alían para apoyar a Israel, Europa habrá dado un paso más en su proceso de insignificancia política y lo que es más grave, perdiendo las referencias de nuestra civilización por favorecer a los que son diferentes y nos amenazan, seremos más débiles, la libertad y la democracia estarán más amenazadas y nuestra economía se empobrecerá al ritmo que nuestros valores se ven arrumbados por decisiones oportunistas o populistas.
Las relaciones con Israel no pueden tratarse como con cualquier otro estado. ¡Ya quisieran los habitantes del este estado liberal y democrático de Oriente Medio tener unas relaciones normales y admitir estas derrotas en Naciones Unidas como parte de un proceso normal de entendimiento entre naciones!. Pero la realidad es que es un estado amenazado y sin fronteras seguras y continuamente atacado por grupos terroristas e ideologías que sentimos que tampoco comparten nuestro modo de vida Occidental.
Un pequeño país que ha conseguido un milagro económico gracias al esfuerzo y la inquebrantable voluntad de supervivencia del pueblo judío, y de los cientos de miles de árabes que conviven en su territorio. No es una cuestión religiosa lo que se está dirimiendo; ni siquiera una cuestión de fronteras o administrativas; se trata de hacer lo que es justo y legítimo; de apoyar a los que piensan como nosotros en el convencimiento de que tenemos razón; debemos apoyar a nuestros aliados en la guerra contra los terroristas y no debilitarlos y, sobre todo, debemos dejar que el pueblo judío sea soberano y tome sus propias decisiones. El día que palestinos y judíos se pongan negociar solos, sin ninguna injerencia de intereses externos espúmeos, la paz llegará mucho más deprisa de lo que muchos creen. Pero si seguimos en esta senda de debilitar al aliado, lo único que conseguimos en fortalecer al enemigo y ese no el camino. La pérdida del diálogo sincero entre Israel y sus aliados es la causa principal de estas decisiones que ha tomado el gobierno de Netanyahu. Retomarlo debe ser la prioridad número uno de Trump y de Europa pero también del premier israelí. La estabilidad de Netanyahu pasa bien por echarse en manos de los radicales de la derecha política y religiosa y llevar la cuestión de la seguridad a un nuevo conflicto, o por conseguir que Occidente sea un aliado más fiel y estable que justifique decisiones que serán dolorosas para una gran parte del pueblo de Israel, pero que está dispuesto asumir si no se sienten solos. Hoy sin embargo el pueblo de Israel está más solo que nunca en mucho tiempo y eso no es bueno para los principios que defendemos.

                                                                       Fuente:libertaddigital.com

domingo, 13 de noviembre de 2016

Asamblea General de la Asociación Galega de Amizade con Israel - AGAI , y celebración del 10º aniversario de su fundación

En el día de hoy , 13 de Noviembre , se celebró en una localidad cercaana a Santiago de Compostela la Asamblea General anual de la Asociación Galega de Amizade con Israel-AGAI y la celebración del 10º aniversario de su fundación.


La Asamblea se desarrolló con total normalidad , tratando los asuntos propios de este tipo de reuniones . Se recibieron saludos y felicitaciones de instituciones y amigos ,( Embajador de Israel en España  Daniel Kutner ,Isaac Querub Caro  Presidente de la Federación de Comunidades Judías de España , David Hatchwell Presidente de la Comunidad Judía de Madrid , Laurence Franks Presidente de la Asociación Cultural Euskadi Israel , Gustavo Perednik  y Pilar Rahola ) felicitando a la Asociación por su trabajo y compromiso a favor de Israel y también por la celebración de su 10º aniversario.





Terminado ya la Asamblea se guardó un minuto de silencio en recuerdo de los asesinados en la Sala BATACLAN de Paris  , en el primer aniversario de tan terrible atentado islamista.

 
Los miembros de AGAI que participaron en la Asamblea   , celebraron una comida de confraternización para compartir y celebrar estos 10 años en los que la Asociación no dejó de crecer .



jueves, 29 de septiembre de 2016

Simón Peres, el último gigante - Elias Cohen


                                                                      
Ha fallecido Simón Peres, el último miembro de una generación de gigantes, pionera y excepcional que fundó el Estado de Israel –"uno de los acontecimientos más extraordinarios de la historia", según relató Josep Pla–. Peres no sólo fue fundador, también fue protagonista de los hechos y diseñador de las políticas que han formado el Israel que hoy conocemos; y es que Peres ha estado detrás de los cambios e iniciativas más importantes del Estado judío.
Su muerte marca el fin de una época fascinante y dramática; parafraseando a Chateaubriand, con la muerte de Peres "acaba y empieza un mundo", termina un ciclo y comienza la madurez de una nación que nunca ha olvidado su espíritu pionero y autosuficiente, que se resiste a abandonar. Peres llegó a Israel a mediados de la década de los 30, cuando la cristalización del Estado estaba lejos, y se va dejando, en resumidas cuentas, un país libre, consolidado y próspero, ejemplo mundial en áreas como la alta tecnología, la independencia judicial o la libertad sexual.
Sin haber ganado nunca unas elecciones, Simón Peres lo fue todo en la política israelí: primer ministro, ministro de Defensa, ministro de Exteriores, ministro de Información y, finalmente, un buen presidente. Fue muy criticado dentro de Israel como político activo, pero muy venerado en su etapa presidencial, en la que, con una agenda maratoniana, mejoró la imagen del país en el mundo. Tal como relata Ben Caspit en Al Monitor:
En los ochenta, Peres fue el político más odiado de Israel, pero después de ser elegido presidente se convirtió en la figura más popular del país. Era un hombre de reputación internacional, una marca global, y fue visto como un profeta de nuestros tiempos. Habló de la nanotecnología cuando nadie había oído hablar de ello y concibió una gran parte de las ideas innovadoras que convirtieron a Israel en lo que es hoy en día.
En este sentido, ha sido indudablemente el líder israelí más respetado y prestigioso en el plano internacional. Entre otras condecoraciones, recibió la Medalla Presidencial de la Libertad –de manos de Obama– y el Premio Nobel de la Paz, con Isaac Rabin y Yaser Arafat, por los Acuerdos de Oslo, de los que fue el principal artífice –junto a Yosi Beilin–.
Nació en Wizniew, Polonia (hoy Bielorrusia) en 1923 como Simon Perski y emigró a Tel Aviv en 1934 junto a su madre y su hermano. La mayoría de su familia fue asesinada en el Holocausto, y su prima más célebre fue Betty Joan Perski, conocida en el mundo entero como Lauren Bacall.
Como protegido del mismísimo Ben Gurión, en sus inicios se le consideró un halcón. Posteriormente evolucionó y apostó por la paz. Al final de sus días como político en activo abandonó la que fue su casa durante toda su carrera, el Partido Laborista, adoptó la teoría del unilateralismo con los palestinos y creó junto a Ariel Sharón el partido Kadima, que llegó a gobernar el país bajo la tutela de Ehud Olmert y ahora es una formación casi extinta.
Su hoja de servicios a Israel es incuestionable. Estuvo detrás de la creación de la industria militar israelí, capitaneó el proceso secreto y clandestino que llevó al desarrollo de la bomba atómica; como ministro de Defensa, apostó por rescatar a los rehenes en Entebbe en contra del criterio de Isaac Rabin (entonces primer ministro y su rival político dentro del Partido Laborista), y en 1985, como primer ministro, diseñó un plan de estabilización –junto a Stanley Fischer, George Shultz y Herbert Stein– que es el germen del éxito tecnológico y económico del que disfruta Israel actualmente. Pese a ello, los israelíes no le eligieron en 1988 y, en plena Primera Intifada, prefirieron a Isaac Shamir. Ciertamente, sin el empeño y el trabajo de Peres durante todas estas décadas, Israel sería diferente y, muy probablemente, un país peor.
Su biografía es un reflejo perfecto de la historia de Israel en los últimos ochenta años. Peres, por otro lado, fue miembro de una élite que gobernó el país y que ahora está en retroceso: la de los ashekanzíes (judíos provenientes de Europa central y oriental) de izquierdas.
Peres supo soñar y marcar la diferencia; como él solía decir: "Si estás entre dos opciones, piensa siempre en una tercera que no se le haya ocurrido a nadie". Ben Gurión le tenía en alta estima por dos cosas: nunca pedía nada para sí mismo y nunca calumniaba a nadie.
Es imposible entender Israel sin Simón Peres. Ha sido uno de los arquitectos del Estado del cual dijo en 2012: ha "superado todos nuestros sueños". Sirvió al país durante toda su vida, jamás pensó en la jubilación o en el retiro y siempre mantuvo su actitud inconformista, de la que siempre hizo gala:
¡La mayor contribución de los judíos a la historia es la insatisfacción! Somos una nación nacida para estar insatisfecha. Todo lo que existe creemos que se puede cambiar para mejor.
Con la muerte de Peres se cierra una página legendaria de la historia que él mismo escribió.
Fuente:libertaddigital.com

viernes, 23 de septiembre de 2016

Babi Yar, la trastienda del Holocausto. Se cumplen 75 años del inicio del asesinato sistemático de los judíos de Kiev por parte de los Einsatzgruppen nazis

                                                                       
El 26 de septiembre los nazis decidieron exterminar a la población judía de Kiev. Más de 33.000 personas fueron asesinadas en dos días
Eran llevados al borde del barranco desnudados y asesinados. Ucrania y otros territorios soviéticos fueron el 'laboratorio' de la Solución Final

Babi Yar es una herida ucraniana, una hemorragia de hasta 100.000 almas que ya no pueden ser vengadas. Fue el primer plato del Holocausto judío, cocinado con macabra eficiencia por los comandos de ejecución nazis en sólo dos días a las afueras de Kiev, la capital de la actual Ucrania. Este lugar será siempre un hoyo silencioso, donde entre hierbas salvajes el genocidio se alió con la orografía: todavía se abre el mismo vacío que entonces al borde de este barranco, el justo para que el cuerpo recién ametrallado ruede cuesta abajo con el resto de infelices.
El 22 de junio de 1941 las tropas de la Alemania nazi y sus aliados invadieron la Unión Soviética en la denominada Operación Barbarroja: hay fotos de judíos ucranianos cavando sus propias tumbas en Storow, Ucrania, ya en el mes de julio. El horror a partir de entonces no dejó de ir en aumento.


Babi Yar significa "barranco de la abuela" y cerca de él estaban situados un psiquiátrico y una cárcel. Imposible hallar un lugar mejor no lejos del centro de Kiev: sin testigos, sin interrupciones. El aperitivo llegó el 27 de septiembre, cuando fueron asesinados 752 pacientes de la clínica psiquiátrica: "Basura humana", fue la etiqueta que se les puso. El general Kurt Eberhard y el comandante de la policía del ejército del Grupo Sur, Friedrich Jeckeln, tomaron la decisión de borrar del mapa a los judíos de los alrededores.

La Shoah de las balas

En 1939 había 175.000 judíos en Kiev, representaban el 20% de la población, aunque cuando llegaron los alemanes ya habían huido muchos, dejando la cifra en algo más de 50.000. El autor ruso Vasily Grossman escribió que hubo dos Shoah: la perpetrada mediante las balas y la segunda mediante el gas. Babi Yar fue la puesta de largo del genocidio a través del plomo. Ahí fueron claves los 3.000 hombres Einsatzgruppen, los conjuntos de escuadrones de ejecución itinerantes especiales formados por miembros de las SS, y otros integrantes de la policía secreta de la Alemania nazi. Había cuatro en total, el Einsatzgruppe C fue asignado a Ucrania con el Grupo de Ejércitos Sur. Contaba con los Sonderkommandos 4a y 4b, que se encargaban de concentrar a la población que había que ejecutar, y los Einsatzkommandos 5 y 6, que fusilaban a destajo. Las otras formaciones, las de primera línea, no solían tomar parte en las masacres.


Con la guerra en marcha, el objetivo era la limpieza étnica para asegurar la "seguridad política" de los territorios conquistados. Los criterios se fueron ampliando desde la invasión de Polonia, y cuando los ejércitos alemanes cruzaron la frontera el 22 de junio de 1941 comenzó el exterminio de varones judíos. El 16 de julio de 1941 Hitler reunió a sus colaboradores para explicarles que Ucrania sería una joya del imperio nazi, administrada por las SS y otros cuerpos de seguridad.
A finales de agosto de 1941 estaba ya bastante claro que Kiev acabaría en manos de los alemanes. Tras muchas dudas por parte de Stalin, Mijail Kirponov, general a cargo de la zona, recibió la orden de retirarse de Kiev el 17 de septiembre. El 19 los nazis habían llegado a las afueras de la ciudad y algunos barrios cercanos al centro, y el día 21 los ciudadanos escucharon por radio una voz de la Sovinformbureau, la oficina de información, diciendo que las tropas soviéticas dejaban la ciudad. Llevaban semanas diciéndoles que eso jamás ocurriría.


En la capital muchos tenían familiares en el Ejército rojo. Pero también muchas familias habían sido diezmadas por las hambrunas y la colectivización forzada de los años 30, que habían causado más de tres millones de muertos. La situación entre los soldados del Ejército rojo a cargo de la defensa de la ciudad era muchas veces de desamparo, conduciendo a autolesiones que, años después, llaman la atención entre tanta estadística: de casi 500 heridos en varios hospitales de Kiev, nada menos que 460 presentaban un balazo en el brazo izquierdo.

De la concentración a la eliminación

Había un antibolchevismo notable y muchos ciudadanos de la capital dieron la bienvenida a los alemanes. Pensaron que les librarían de la opresión del estalinismo. Otros se alegraron de que por fin alguien pusiese 'en su sitio' a sus vecinos judíos, a los que la propaganda soviética había acusado mediante rumores de ser los causantes de las hambrunas que había provocado la colectivización agraria.
También jugaba a favor de los nazis el recuerdo de lo ocurrido durante la Primera Guerra Mundial, cuando los alemanes ocuparon la ciudad y emitieron una orden para intentar evitar el ataque a cualquier minoría, incluida la judía: "Alemania era una 'nación europea', y por eso pensaban que una ocupación de los nazis no podía ser peor que la de los bolcheviques", explica Victoria Khiterer, especialista en historia de los judíos.


La inquietud había subido sin cesar desde el anuncio de la incursión nazi. Pero las víctimas difícilmente podían imaginar el calibre de lo que se avecinaba. "Babi Yar es la mayor masacre en un periodo de tiempo tan corto", explica el historiador Per Anders Rudling. Los especialistas se han preguntado por qué con el avance sobre Ucrania cambió la política de los nazis respecto a los judíos: se pasó de concentrarlos a asesinarlos a marchas forzadas. Una de las razones que se apuntan es que al alcanzar la guerra una escala global los planes de enviar los judíos lejos de Alemania (Madagascar era una de las opciones) se tornaron muy complicados.


Ucrania, Bielorrusia y otros territorios soviéticos fueron así el 'laboratorio' del Holocausto. Se decidió matar a todos: hombres, mujeres y viejos. Y niños también, porque de lo contrario después de haber contemplado aquello podrían volver para vengarse cuando fuesen mayores. En Kaunas (Lituania) se había aniquilado a 3.800 judíos. Después, en Ucrania occidental, les llegaría el turno a 24.000.
Las víctimas eran obligadas a cavar su propia tumba. Si era una fosa común, debían ir acostándose desnudos sobre los cadáveres fusilados anteriormente pero en sentido contrario: la cabeza coincidiendo con los pies de los de abajo. Los nazis lo llamaban "formación lata de sardinas".


Pero en el caso de Kiev el barranco de Babi Yar el relieve aportaba una solución perfecta. Los guardias les conducirían hasta el punto exacto donde los iban a matar y les ordenarían que se quitasen la ropa. Mucha sería confiscada, aunque también los desnudarían para comprobar que no llevaban consigo dinero o algún objeto valioso.

La orden del exterminio

La impresión generalizada, y errónea, era que se estaba preparando una deportación masiva. Así que a la mañana siguiente, decenas de miles de judíos se presentaron en el lugar indicado. Algunos llegaron con mucha anticipación para asegurarse de que no les quitaban el sitio.


Las dos calles confluyen cerca de un cementerio: allí los niños lloraban y los adultos los intentaban tranquilizar. La gran masa de gente se movía muy despacio, algunos se impacientaban. A la altura de la verja del cementerio judío, unos pocos metros después, había que dejar el equipaje: como si fuese a ir en un vagón especial. Pero desde esa distancia ya se oían las ametralladoras, lo que levantaba las primeras sospechas. Pero en la cara interior de la verja se había colocado un puesto de control donde se pedía la identificación a todo el que intentase volver afuera. Si era judío, debía regresar con el resto.


Cada persona que llegaba a la primera línea era colocada con otros formando grupos de diez. Había que pasar por un pasillo formado por soldados alemanes que llevaban garrotes en las manos. Muchos estaban medio borrachos para poder cumplir así su lúgubre tarea: matar a sangre fría a civiles indefensos.

Desnudados al borde del barranco

"Schnell, schnell!", [¡rápido, rápido!] gritaban, conduciendo a la gente hasta una zona de hierba. Allí se pedía al cada uno de los miembros de grupo que se desnudase y si alguien se mostraba reticente era apaleado de nuevo. Los guardias estaban borrachos de furia, poseídos por el sadismo.
Ante ellos sólo quedaba el destino final, el barranco de Babi Yar. Los judíos eran colocados en el borde y se les disparaba sin contemplaciones. Sus cuerpos rodaban hacia el fondo del barranco. Anatoly Kuznetsov, en su libro 'Un documento en forma de novela', recuerda el testimonio de una mujer judía que logró escapar y pudo describir después la escena: "Miró hacia abajo y sintió un mareo, tenía la sensación de estar muy alto. Bajo ella había un mar de cuerpos cubiertos de sangre".


Hay un informe de situación, el 101, del Einsatzgruppe destacado en Kiev. Entre el 29 y el 30 de septiembre 33.771 judíos fueron ejecutados. Pero las matanzas fueron mayores, hasta 50.000 judíos por lo menos durante esos días. Y seguirían en los meses siguientes con otras minorías.
A mediados de 1943 los alemanes estaban en retirada. Los soviéticos avanzaban por el oeste, y los nazis pensaron en esconder su culpa. Se escogió a 100 prisioneros del campo de concentración de Syretsk, situado cerca de Babi Yar. Caminando rumbo al barranco, estaban seguros de que los iban a matar. En lugar de eso, les sirvieron la cena.

Rebuscar entre los muertos de la fosa

Les esperaba la labor más desagradable. Primero excavar en la fosa común, en la que se habían alternado varias capas de basura y las de muertos. Después, sacar los cadáveres (la mayoría de los cuales llevaba dos años enterrados), que en algunos casos estaban enredados y eran difíciles de separar: los nazis diseñaron un arpón especial que los enganchaba tirando de la barbilla, pero algunas veces salían tres unidos que había que cortar con hachas. Las capas de gente enterrada abajo del todo tuvieron que ser dinamitadas. Después había que buscar si llevaban algo de oro o si todavía llevaban alguna prenda puesta, pues la norma de desnudar a los que se iba a fusilar se había relajado en los últimos grupos.
Después los quemaron, hasta 2.000 cada vez, con los cuerpos colocados en capas. Los pies de los de arriba coincidiendo con las cabezas de los de abajo. Cada dos capas de cuerpos, una de leña. De todo el proceso todavía quedaron huesos de gran tamaño que fueron machacados con losas del cementerio judío cercano. Había que destruir cualquier evidencia, pero las llamas se veían desde el centro de Kiev. Una generación entera las recordaría para siempre.


Tras seis semanas trabajando, los prisioneros encargados de esta tarea decidieron fugarse. Conservaron algunos objetos que encontraron entre las ropas de los muertos que podían servir para abrir los cierres de los grilletes y para atacar a los guardias. Prepararon la fuga durante un tiempo, hasta que una noche un guardia les dijo que al día siguiente iban a ser ejecutados. En la oscuridad de la noche, corrieron en masa sin que el guardia que estaba a cargo de la ametralladora se atreviese a disparar, puesto que sus propios compañeros estaban entre medias. Según ha detallado Jennifer Rosenberg, historiadora especializada en el siglo XX, sólo 15 lograron escapar.

La matanza de prisioneros de guerra, gitanos, enfermos

Babi Yar fue un sumidero que se fue tragando todo lo que los nazis detestaban. Tras la masacre los nazis siguieron matando en ese barranco hasta casi el día en el que se marcharon: prisioneros de guerra soviéticos, gitanos, enfermos mentales y también integrantes de la 'resistencia' ucraniana.


Se calcula que pudieron haber muerto allí entre 70.000 y 120.000 personas, aunque algunos elevan la cifra hasta 200.000. El autor Ilya Ehrenburg describió el dramatismo de aquellos días en su novela 'La tormenta' en 1947: una niña suplicando sin éxito que la dejasen vivir, un abuelo ametrallado por no entender bien las explicaciones, familias despidiéndose de rodillas en el suelo, heridos enterrados vivos...
En 1959 Viktor Nekrasov se lamentaba en las páginas de 'Literaturnaya Gazeta' de que no se hiciese nada por recordar lo ocurrido en Babi Yar. Las autoridades barajaban por aquellas fechas transformar el barranco en un estadio de deportes. "Quisieron edificar, pero Dios protege esto", explica Vera, una anciana de 70 años que cuida de una iglesia ortodoxa situada en la zona. Al fondo del camino hay una sinagoga que ha sido víctima de actos vandálicos varias veces: "Han dibujado esvásticas y cosas peores", dice meneando la cabeza.
Moscú siempre esquivó la dimensión antisemita de la matanza. Pero un poema, titulado precisamente 'Babi Yar' y escrito por Yevgeny Yevtushenko, denunció en 1961 que las autoridades estaban mirando para otro lado mientras la generación que lo había vivido se hacía vieja rumiando en silencio.


A continuación llegó Dimitri Shostakovich con su 13ª sinfonía, una vibrante pieza musical que, usando esa misma poesía, estaba consagrada a inmortalizar esa tragedia. Se escuchó por primera vez en Moscú en 1962. Tanto Yevtushenko como Shostakovich fueron reprendidos por las autoridades soviéticas por su "cosmopolitismo". El gobierno de la URSS erigió por fin un monumento en 1976 para recordar a "los ciudadanos soviéticos" que perdieron sus vidas. Hubo que esperar a 1991, con la URSS ya finiquitada, para que se recordase allí, 50 años después de la tragedia, la masacre de judíos.

La ayuda ucraniana

Todavía hoy existe controversia. "Recientemente el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, ha rendido homenaje a los judíos y los nacionalistas ucranianos, pero mientras que los primeros murieron por miles los otros murieron por decenas, tal vez centenas, y además jugaron un importante papel ayudando a perpetrar aquellos crímenes", critica Per Anders Rudling, que ha dedicado parte de su vida a estudiar el nacionalismo ucraniano. Natalia Antonova, que perdió a familias de sus abuelo, opina en un café de Kiev: "Hay una ola de revisionismo imparable":
Jessica Milstein es nieta de supervivientes del holocausto. Anna Tsesarsky su abuela, logró sobrevivir a las atrocidades de aquel septiembre negro y todavía hoy le resulta muy amargo remover aquellos recuerdos. Su hermano, su padre y su tío se presentaron en el lugar señalado por los nazis, las noticias sobre las brutales matanzas de judíos todavía no habían llegado a Kiev. En Kiev, recuerda, los asesinatos se llevaron a cabo "con la ayuda de ucranianos". En algunos casos era nacionalistas que creían así poder echar a los soviéticos, aunque Hitler rechazaba de plano una Ucrania independiente. En otros casos era solamente por la promesa de los guardias alemanes de que podrían robar las pertenencias de los fusilados. Y mientras tanto la policía ucraniana ayudaba a vigilar a los judíos que iban de camino a este matadero.
Babi Yar fue un lugar de ejecución durante meses. Hasta el día de la liberación de Kiev por el Ejército rojo, el 6 de noviembre de 1943, unos 200.000 murieron en Babi Yar y sus alrededores. No quedaron más que unos pocos centenares de judíos en la ciudad. Y muchos se marcharon lejos. Anna Tsesarsky acabó en Estados Unidos.
En Denver, cada año se conmemora la matanza junto a un monumento. Jessica Milstein, su nieta, ha heredado una misión en nombre de todos esos cuerpos inertes enredados desnudos bajo la arena: la memoria. "Como adolescente", explica mientras cuida a la matriarca, "pasé noches enteras hablando de Babi Yar con mi abuela, cómo y por qué sucedió, por qué no hay que olvidar ni dejar que suceda, y creo que la necesidad de contarlo es hoy más fuerte que nunca". En el fondo de este barranco la tierra todavía parece removida, agitada por todo lo que esconde.
Fuente:elmundo.es

lunes, 15 de agosto de 2016

La transición económica de Israel: del estancamiento al crecimiento

Tel Aviv


Israel enfrentaba un grave problema de inflación en la primera mitad de la década de 1980. El aumento interanual de los precios llegó a rondar el 400% en 1984. No hablamos de un repunte esporádico: la inflación superó el 300% en los años 1980 y 1985 y se movió entre el 100% y el 150% en los ejercicios 1981, 1982 y 1983.
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Al nefasto escenario inflacionista, se le sumaban otros factores problemáticos: en 1986, la deuda pública superaba el 160% del PIB y el gasto público rondaba el 60% del PIB. Con semejante panorama, el economista Michael Bruno diseñó el Plan de Estabilización Económica de 1985, un pacto que contó con el respaldo del gobierno, el banco central, la patronal y los sindicatos. Dos años después de su implementación, el aumento de los precios ya había caído por debajo del 20%. ¿Qué medidas lo hicieron posible? A saber: reducción del gasto público, freno al aumento continuo de los salarios, fin de la monetización de deuda pública, reorientación de la política cambiaria…

Menos impuestos, menos gasto y menos deuda

La presión fiscal se ha reducido de manera continuada entre los años 2000 y 2015. Hace tres lustros, alcanzaba el 44,2% del PIB, pero en 2015 había caído al 37,3% del PIB. Un año clave para reducir el peso de los impuestos fue 2003, cuando el entonces ministro de Finanzas y hoy primer ministro, Benjamin Netanyahu, redujo el Impuesto de Sociedades del 36% al 18% y bajó todos los tramos del Impuesto sobre la Renta, llevando el tramo superior del 64% al 44%.
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Algo similar ha ocurrido con el peso del gasto público sobre el PIB. Hace quince años, en el 2000, los desembolsos del Estado israelí alcanzaban el 47,5% del PIB, aunque en 2002 ya habían rebasado la barrera del 50% del PIB. Sin embargo, las medidas de contención del gasto introducidas desde entonces han reducido el peso de los presupuestos públicos hasta el 40% del PIB.
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La deuda pública ha evolucionado de manera positiva conforme ingresos y gastos se han ido reduciendo. El pico se alcanzó entre 2002 y 2004, cuando la deuda superó el 90% del PIB. Desde entonces, todos los años salvo el 2009 se han saldado con una caída del pasivo de las Administraciones. En 2015, la deuda suponía menos del 65% del PIB.
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Crecimiento e innovación

Entre 1986 y 2008, el PIB ha experimentado tasas de aumento superiores al 2% en todos los ejercicios salvo 1989, 2001, 2002 y 2003. De hecho, la tasa de crecimiento ha sido superior al 4% en trece de los veintidós años estudiados. Desde los años 80 hasta hoy, la tasa media de expansión de la economía ha sido del 4%, lo que se ha traducido en una espectacular multiplicación del PIB per cápita real, que pasó de 6.000 dólares en 1980 a 37.000 dólares en 2010.
Una de las claves del milagro económico de Israel, es el dinamismo de su sector emprendedor. Como explicó Libre Mercado, “las trabas burocráticas y administrativas a los emprendedores son ridículas en comparación con las que aplicamos en España. Por eso no sorprende leer que Israel es uno de los centros de innovación más importantes en el mundo. Los datos no dejan lugar a dudas: con 8 millones de habitantes, Israel tiene más start-ups cotizadas en el Nasdaq que todos los países europeos juntos. Además, su industria de capital riesgo (venture capital) es una de las más importantes del mundo”.
Fuente:libertaddigital.com

sábado, 30 de julio de 2016

El último judío de Auschwitz .¿Por qué Kluger volvió a Oswiecim?

Szymon Kluger

 El alcalde de Auschwitz, Janusz Chwierut, contesta de forma rotunda: "No, aquí no queda ningún judío". De la misma manera que también es categórico cuando aclara que Auschwitz no se llama así en realidad. De esta manera es como los nazis bautizaron a la localidad en alemán. Su verdadero nombre en polaco es Oswiecim.
"La mayoría de los judíos que vivían aquí fueron asesinados o emigraron durante el nazismo", aclara el responsable municipal. "Y los pocos que volvieron tras la Segunda Guerra Mundial se marcharon en 1948 con la creación del Estado de Israel", añade. La mitad de la población de Oswiecim era judía en los siglos XIV y XV, asegura el alcalde. En cambio, ahora no queda ni un solo judío.
El último judío de Auschwitz -perdón, de Oswiecim- murió en el año 2000. ¿Los nazis entonces se salieron con la suya en esta localidad polaca? El alcalde se encoge de hombros y considera que el hecho de que el campo de exterminio nazi se encuentre a un tiro de piedra de esta ciudad no es una razón para que los judíos no quieran vivir ahí. "Al contrario, su herencia nos ha ayudado a construir valores positivos", asegura.
Sin duda, conocer la historia ayuda a no repetir los errores del pasado, pero ¿ese pasado no es una losa demasiado pesada? "Las puertas de esta ciudad están abiertas a todo el mundo", insiste el político polaco, que pertenece al partido de centro derecha Plataforma Cívica.



 Residencia del último judío, convertido en café-librería

Al único judío que le quedó cuerpo para vivir en Oswiecim fue un tal Szymon Kluger que, tras la Segunda Guerra Mundial, se exilió a Suecia y regresó a la localidad polaca en 1962, a pesar de que sus padres fueron asesinados en el campo de exterminio. Él tuvo más suerte: fue trasladado a un campo de trabajos forzados en Blechhammer en 1942. Era el prisionero número 179539. Y después a uno de concentración en Buchenwald. Finalmente fue liberado por el ejército estadounidense en abril de 1945.
Pero, ¿por qué Kluger volvió a Oswiecim? Es una pregunta que nadie sabe responder. Sólo se conoce que consiguió un empleo en una industria química, y que estaba mal de salud. Incluso regresó a la antigua casa familiar, donde vivieron sus padres y hermanos.
Ese inmueblecontinúa en pie en la actualidad y se ha reconvertido en un moderno café-librería. "Los hermanos de Szymon nos donaron la casa cuando él falleció y consideramos interesante crear un lugar de encuentro", explica el director del Centro Judío de Auschwitz, Tomasz Kuncewicz, que gestiona el espacio. A pocos metros existe una sinagoga y un museo judío. Los hermanos de Szymon emigraron a Estados Unidos y, a diferencia de él, nunca volvieron a Polonia. El café-librería conserva la antigua estructura de la casa, e incluso sus puertas originales. Y como no, recuerda que allí residió el último judío de Auschwitz. Uno de los pocos que sobrevivió al exterminio nazi, y regresó a la ciudad.
Fuente:elmundo.es

viernes, 29 de julio de 2016

La violinista de 101 años de Auschwitz a la que saludó el Papa


El Papa saluda a la violinista Helena, superviviente del campo.
Era joven cuando su violín la salvó de la cámara de gas. Aún no había cumplido ni los 30, cuando fue detenida junto a su madre y trasladada al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Ahora, con más de un siglo -tiene exactamente 101 años-, regresó al mismo escenario de muerte, pero movida por la esperanza. Helena Dunicz-Niwiska fue una de las11 supervivientes del Holocausto que se reunió este viernes con el pontífice.
La anciana, que a pesar de su avanzada edad se mantiene completamente lúcida, fue obligada a formar parte de una orquesta que en el campo de exterminio tocaba para los nazis. Sus dotes musicales eran tan extraordinarias que llamaron la atención a los oficiales de las SS. La joven había empezado a acariciar el violín a la edad de diez años en la localidad de Lviv, en el oeste de Ucrania, de donde es originaria. Y desde entonces la música siempre acompañó su vida. Hasta el punto de conseguir librarla de la muerte.
En 1941 se creó una orquesta de prisioneros en Auschwitz. Su primer ensayo se llevó a cabo en la barraca número 24. Los nazis permitieron que los reclusos más duchos con los instrumentos pudieran tocar para que marcaran el paso del resto de prisioneros cuando se dirigían al trabajo, y también para que amenizaran las veladas a los oficiales alemanes las noches de los sábados y los domingos.
Helena formó parte de la orquesta de mujeres desde casi el preciso instante que pisó el campo de exterminio, en enero de 1943. Su madre llegó con ella pero no resistió las terribles condiciones: a los dos meses perdía la vida.
La violinista estuvo en el Auschwitz-Birkenau hasta enero de 1945, poco antes de su liberación por los soviéticos, pero no tuvo la suerte de presenciar la llegada del ejército rojo. Antes fue trasladada a otro campo de concentración. Esta vez en Alemania: Ravensbruck primero, y Neustadt-Glewe, después. Allí, por fin, fue puesta en libertad.
Helena vive en la actualidad en Cracovia y en 2013, con 98 años, publicó el libro 'One of the girls in the band. The memories of a violinist from Birkenau' (Una de las chicas de la orquesta. Las memorias de una violinista de Birkenau). Unas memorias que hoy, en pocas palabras, resumió al Papa.
Fuente:elmundo.es

Kuczynski, judío peruano , toma posesión como presidente del Perú

Su padre fue Maxime Kuczynski, un médico alemán de ascendencia judío-polaca, pionero en el tratamiento de enfermedades tropicales que se instaló junto a su familia en la amazonia peruana desde mediados de la década de 1930. Allí, se desempeñó como director del Leprosario de San Pablo, razón por la cual Pedro Pablo vivió parte de su infancia en Iquitos, departamento de Loreto. Posteriormente, su padre sería catedrático de medicina tropical en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, así como jefe de Salud Pública del Ministerio de Salud del gobierno peruano.
Su madre fue Madeleine Godard, una maestra franco-suiza3 que lo introdujo en las artes y la música. Por lado materno, Pedro Pablo Kuczynski es primo de Jean-Luc Godard, cineasta suizo-francés creador de la nouvelle vague.4
Estudió en el Markham College de Lima y, luego, complementó su educación en el Rossall School de Inglaterra. Al finalizar su educación escolar, ingresó al conservatorio de Suiza y en Inglaterra estudió composición, piano y flauta en el Royal College of Music.5 Tras ganar una beca, estudió filosofía, economía y política en el Exeter College de la Universidad de Oxford en el Reino Unido y se licenció en 1959. Después, en 1961, realizó una maestría en economía en la Escuela Woodrow Wilson de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos.
Fuente : Wikipedia 

El nuevo presidente del Perú juró en un Congreso que tiene mayoría opositora, rodeado por su familia y acompañado por varios jefes de Estado.


"Yo, Pedro Pablo Kuczynski, juro por Dios, por la patria y por todos los peruanos que ejerceré fielmente el cargo de presidente de la República que me ha confiado la nación para el periodo 2016-2021", dijo el economista que ganó la segunda vuelta el pasado 5 de junio ante Keiko Fujimori.  Y agregó: "Defenderé la soberanía nacional y la integridad física y moral de la República, cumpliré y haré cumplir la Constitución y las leyes".
Kuczynski fue investido presidente en una ceremonia solemne celebrada en el Congreso de Perú y ante la presencia de seis mandatarios latinoamericanos, y del rey emérito, Juan Carlos I, como representante de España. La jefa de la sede legislativa, Luz Salgado, fue la encargada de colocarle la banda presidencial.
Durante su discurso, el economista subrayó que perseguirá la corrupción: "No permitiré, especialmente a mis funcionarios y colaboradores más cercanos, caer en la indignidad de la corrupción" y agregó como advertencia: "Sepan todos que en eso no tendré miramientos, quien falle acabará ante la justicia, la cual debe ser profundamente reformada". También envió un mensaje a los nuevos parlamentarios, la mayoría de ellos del fujimorismo, a quienes pidió su ayuda en su lucha.
Como resumen de sus primeras palabras como presidente, Kuczynski mencionó seis puntos. El primero de ellos fue "llevar agua y desagüe a todos los peruanos", uno de los asuntos en los que más ha insistido durante su campaña y en los últimos años. Luego, dijo que buscará "un servicio de educación pública de calidad que abra el mundo a millones de jóvenes", "un servicio de salud pública sensible al enfermo, oportuno y eficaz" y "formalizar el país hasta el máximo posible". Finalmente apuntó que buscará "construir infraestructura para el desarrollo que con tanta urgencia necesitamos" y "liberar a nuestra patria de la corrupción, de la discriminación, de la unidad, del delito, luchando con toda transparencia contra estos flagelos históricos".
Kuczynski no es nuevo para los peruanos. Fue primer ministro y titular de Economía y Finanzas durante el Gobierno de Alejandro Toledo, responsable de Minas y Energía con Fernando Belaúnde y ya intentó llegar a la Presidencia en 2011, aunque quedó en tercer lugar. El representante de Peruanos por el Kambio (PPK) tiene un perfil conservador que ha sabido explotar para garantizar la consolidación del crecimiento económico del país andino en el contexto de una gran incertidumbre global.
Así, su programa de Gobierno gira en torno a la economía. Kuczynski prometió crear "tres millones de empleos en cinco años", la mitad de nueva creación, gracias a la diversificación productiva, y la otra mitad recuperados de la economía informal. También apuntó a la inseguridad ciudadana y a la podredumbre política como ejes de combate de su eventual gobierno. "A los que frenan la economía, a los corruptos y a los delincuentes se les acabó el recreo", dijo en la campaña electoral.
Fuente:libertaddigital.com

domingo, 3 de julio de 2016

La Universidad Ben Gurion recibe una verdadera fortuna ,la mayor donación que jamás se haya hecho para cualquier institución educativa israelí.

 Dr. Howard and Lottie Marcus. (Dani Machlis/BGU)

En lo que se considera que es la mayor donación que jamás se haya hecho a una universidad israelí hasta la fecha, el Dr. Howard y Lottie Marcus de San Diego dieron 400 millones de dolares a la Universidad de Ben Gurion.

La Universidad Ben-Gurion del Negev (BGU) ha recibido una donación de 400 millones de dolares, lo que supone la mayor donación que jamás se haya hecho para cualquier institución educativa israelí. La donación proviene de la herencia del difunto Dr. Howard y Lottie Marcus, de San Diego.
“Las familia Marcus encontraron por primera vez en 1997 em la Universidad de Ben Gurion, y quedaron cautivados por su investigación principalmente en los campos de los estudios de agua, desalinización, y desérticas. Ellos apoyaron la investigación en estos campos, incluyendo un laboratorio y becas de estudiantes. Ellos creían que las soluciones de agua son la clave para lograr la paz en el Oriente Medio. Poco después, se tomó la decisión de depositar la mayor parte de su fortuna a la universidad”, dijo la American Associates, BGU (AABGU).
Las familia Marcus huyó de la Alemania nazi en la década de 1930 y perdió la mayoría de sus miembros de la familia en el Holocausto. Ellos emigraron a los EE.UU., donde Howard Marcus trabajó como dentista y donde amasó su fortuna a través de inversiones con Warren Buffett. Howard Marcus murió en 2014, a los 104 años de edad, mientras que Marcus Lottie murió en diciembre pasado a los 99 años.
Fuente : unitedwithisrael.org ( unidos con Israel)

Regreso a Entebbe

                                                                              
Un piloto es recibido como héroe al llegar a Israel el avión con los rescatados. DAVID RUBINGER

Tercer día de cautiverio. Los terroristas reúnen a los rehenes y anuncian que parte de ellos iría a un cuarto. "Empezaron a enumerar los nombres. Gross, Bloch... Estaba claro que por un lado iban los apellidos judíos e israelíes y por otro el resto. Los no judíos, excepto algunos de la tripulación, fueron liberados. La terrible selección nos devolvió al Holocausto", cuenta Sara Guter Davidson.
Emocionada porque su familia materna fue asesinada en Treblinka, la israelí prosigue: "En la puerta estaba una terrorista alemana. Otra vez selección, alemanes, judíos... Algunos rehenes llevaban tatuado en sus brazos el número de Auschwitz. No podían creer que pasarían una nueva selección entre la vida y la muerte".
Han pasado 40 años pero Sara no olvida aquel polvoriento y sucio hangar de la vieja terminal del aeropuerto de Entebbe, en Uganda. A sus 81 años no olvida las caras de su marido Uzi y sus hijos Benny y Ron, cuando el vuelo 139 de Air France a París del 27 de junio de 1976 fue secuestrado y desviado a África por terroristas del Frente Popular de Liberación de Palestina.
No olvida las órdenes y armas de los dos palestinos y dos alemanes que tomaron el control en la escala de Atenas. No olvida las conversaciones con el dictador ugandés Idi Amin, que se atribuía el papel de mediador aunque en realidad era aliado de los atacantes. Ni la espectacular operación de rescate. Fue el 4 de julio. Su segundo nacimiento.
Conversamos con la familia Davidson en el 40º aniversario de una de las operaciones más espectaculares del siglo XX. El éxito de la unidad de élite israelí Sayeret Matcal provocó la euforia de un país que invadió el vetusto aeropuerto de Lod para abrazar a los liberados y felicitar a los soldados. "La Operación Entebbe suele ser recordada cuando se produce una situación de largo secuestro. Escenario que, bajo el terror yihadista, es y será cada vez más frecuente".
El rescate se convirtió en leyenda en Israel también por el doloroso precio de su éxito: tres secuestrados muertos, una rehén asesinada días después por militares de Uganda como acto de venganza, el soldado Sorin Hershko paralizado de por vida por un disparo en la columna y la muerte del oficial de la unidad. Se llamaba Yoni Netanyahu y su carisma le apuntaba como futuro primer ministro. Entebbe frustró un sueño que acabó cumpliendo su hermano pequeño Benjamín.

El recuerdo de los Davidson

Desde su pastoral casa en un kibutz en el centro del país, los Davidson retroceden en el tiempo para volver a sentarse en la parte trasera del Airbus A300 a París. El destino final era Estados Unidos y aquél, el primer viaje de sus hijos al extranjero. "Nadie nos había dicho que haríamos una escala en Grecia. Tuve miedo no sólo porque cada aterrizaje y despegue es una tortura para mí sino por las conocidas deficientes medidas de seguridad de Atenas", comenta Sara.
Su temor se cumplió cuando vio la cara de una azafata atacada por el pánico. "Escuchamos un desgarrador grito y enseguida le dije a Uzi: 'Han secuestrado el avión'. Estaba claro que algo pasaba en la parte delantera. Luego vimos a dos árabes y una alemana armados", relata.
El cuarto terrorista estaba en la cabina apuntando a la sien del piloto. Nuevo rumbo. ¿Qué sentía en esos momentos?, preguntamos a Benny, que tenía 13 años. "Miedo y tristeza. Estaba emocionado y eufórico en el inicio del primer viaje al extranjero y veo que me lo quitan", recuerda Benny, que rompió a llorar en el avión mientras su hermano, de 16 años, se preguntaba mirando hacia arriba: "Dios, ¿por qué nos pasa a nosotros?".
La misma pregunta se hicieron probablemente los 248 pasajeros. Aunque no todos eran de la Fuerza Aérea israelí como el marido de Sara. Cuando los terroristas anunciaron que iban a recoger todos los documentos, Uzi recordó que llevaba un permiso de entrada a una base. "Rompimos el carné y lo masticamos antes de meter sus restos en una lata", afirma. Su mujer añade: "Registraron a los hombres pero Uzi nunca me dijo cómo fue... Sólo que no fue agradable".
El altavoz del avión difundía la voz del líder del comando atacando a Israel, EEUU y Francia por su asistencia en el proyecto nuclear israelí. Sus condiciones eran sencillas: liberación de 43 presos palestinos en Israel y otros países y cinco millones de dólares de Francia. De lo contrario, matarían uno a uno.
Tras repostar en Bengasi (Libia), el aparato aterrizó en el destino preparado, donde le esperaban otros terroristas. "El capitán está de buen humor. Bromea y dice que para la mayoría de nosotros es la primera oportunidad de visitar Uganda", escribió Sara en el diario personal redactado a escondidas durante los siete días en el infierno. Sus hojas se convertirían en libro.
En la pista de Entebbe vislumbraron la silueta de Idi Amin. "Pensaba que nos liberaría porque le considerábamos amigo de Israel", recuerda. Pero la pesadilla sólo había empezado. Amin les saludaba siempre con un "Shalom" en hebreo pero allí terminaba su simpatía. "Su presencia me aterraba. Cada vez que venía, lloraba", rememora Benny. El jerarca advertía de que si Israel no aceptaba las demandas, serían ejecutados.
En esos momentos y a 4.000 kilómetros de distancia, el primer ministro Isaac Rabin se planteaba lo imposible. "Rabin me miró a los ojos y me preguntó: '¿La misión de rescate es posible?'. Le dije que sí", cuenta uno de los pilotos de los cuatro Hércules que transportaron al centenar de soldados. El Mosad le dio varios miles de dólares por si debían huir en coche cruzando la frontera de Kenia.
Ningún secuestrado ni secuestrador creía posible la opción militar. "Sabíamos que Israel tiene comandos especializados en liberar rehenes pero sinceramente nadie pensó que podían ir hasta Uganda y conseguirlo", reconoce Sara.
Los alrededores de la sala donde fueron recluidos estaban minados. O eso les dijeron. Un día hizo algo atrevido. Se fue a dialogar con un secuestrador alemán.
-Queremos ayudar a los palestinos y su causa -le dijo.
-Si somos tu enemigo, ¿por qué no te enfrentas a nuestros soldados? ¿No sientes nada al estar ante mujeres y niños? -preguntó la israelí.
-Créame, me sentí mal. Me hubiera gustado luchar en el frente -concluyó antes de que cada uno volviera a su papel.
Benny recuerda momentos de luz en la oscuridad. "Fue una semana terrible con instantes horribles pero también con algunas risas. Por ejemplo, cuando roncaban", admite esbozando una sonrisa antes de confesar: "Desde que soy padre entiendo mejor la importancia de la actitud protectora y serena de nuestros padres".

Dispositivo militar israelí

Sábado 3 de julio. Cae la noche. Disparos. ¿Primera ejecución de un rehén? Sara protegió con su cuerpo a Benny. "Manteneos agachados", les susurró Uzi, que estaba con el hijo mayor. Mientras arreciaban los disparos y explosiones, Benny se puso a rezar bajo el cobijo de su madre. "No temí la muerte sino que la vi pasar ante mis ojos. Sólo pedí a Dios que primero me mataran a mí para no ver morir a mis hijos", señala Sara.
Las ráfagas de fuego se acercaban. Como el comando israelí que sorprendió a militares, terroristas y pasajeros. Un uniformado les preguntó en hebreo si estaban bien. "Nos dijo que nos sacarían de allí. Fue muy emocionante. Era como ver a un ángel", comenta. En la salida, quedó sumida en un estado de shock. Su hijo toma el relevo de la narración. "En el camino a la pista donde nos esperaban los Hércules, vi el derramamiento de sangre. Tres rehenes murieron esa noche mientras Dora Bloch, que había sido llevada antes a un hospital, fue asesinada días después", relata.
Los 105 rehenes judíos y miembros de la tripulación encabezados por el capitán Michel Bacos, que rechazó ser liberado, fueron introducidos en el vientre del Hércules. Los soldados hacían recuento, por lo que no cerraron inmediatamente las puertas del avión. El hijo de Bloch estaba triste porque su madre se quedó en el hospital. Tres años después encontraron su cadáver.
Omer Bar-Lev era uno de los ángeles a los que se refiere. El hoy diputado laborista que azota al conservador Benjamín Netanyahu era compañero de armas de su hermano. "Fue muy rápido. El jueves por la noche recibimos la primera orden y el sábado por la noche ya volvíamos con los rehenes. En 48 horas tuvimos que planificar, hacer los preparativos, repostar en Sharm El Sheij (Egipto), aterrizar en Entebbe sin despertar sospechas, sorprender a los guardias y terroristas y rescatar sanos y salvos a los rehenes".


Salvador y víctima - SAL EMERGUI
No estaban tan seguros como en otras operaciones. "La sensación en los preparativos no era buena porque no había un plan ordenado y claro. Tuvimos que realizar cambios", revela a Crónica. Así, se desechó la posibilidad de llegar en paracaídas, ya que espías enviados al lago elegido confirmaron la presencia de cocodrilos. "Todos los que participamos teníamos mucha experiencia en otros rescates pero nunca hicimos algo tan lejos. El plan no estaba cerrado pero confiamos mucho en la famosa improvisación israelí", añade Bar-Lev.
El Hércules transportaba un Mercedes similar al que usaba la comitiva de Idi Amin. Netanyahu estaba en la parte delantera del vehículo que avanzó hasta enfrentarse a los ugandeses, palestinos y alemanes. La misión del equipo de Bar-Lev era destruir el escuadrón de aviones Migs ugandés y ayudar al primer comando en caso de necesidad.
El regreso fue especial. Y raro. "Por un lado, alegría y adrenalina tras una operación de tales dimensiones. Por otro, profunda tristeza porque en el vuelo nos informaron de la muerte de Yoni, que demostró que un oficial debe ser el primero en el frente", sentencia Bar-Lev con el orgullo de haber participado en uno de los dispositivos más atrevidos en la Historia de Israel. Algunos compañeros suyos no incluidos en la misión aún se lamentan. Y concluye: "Entebbe fue uno de los episodios más importantes de la lucha antiterrorista. Por desgracia, el terrorismo sigue golpeando no sólo a Israel sino a todo el mundo. El mundo libre debe unirse y defenderse".
Jaffar Amin reconoce que la operación humilló a su padre. "Se dio cuenta de su error por haber ayudado a los árabes. Pese a la muerte de 20 soldados ugandeses, cinco palestinos y dos alemanes, pido perdón a los israelíes", ha dicho en el diario Yediot Ajaronot. "La operación desnudó las debilidades de mi padre". Fue el inicio de su fin: se vio que no era tan fuerte como parecía. Diez días después del rescate, los Davidson volaron a EEUU. La mejor terapia contra los fantasmas de Entebbe.
Fuente : elmundo.es -SAL EMERGUI