Hitler negó su plusmarca nacional (1,60) en salto de altura y le impidió participar en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 por su condición de judía
ELMUNDO.es
MADRID.- La Federación Alemana de Atletismo (DLV) ha reconocido un récord nacional de salto de altura logrado en 1936 por la atleta Gretel Bergmann, pero denegado por el régimen nazi porque la saltadora, que todavía vive, era judía.
MADRID.- La Federación Alemana de Atletismo (DLV) ha reconocido un récord nacional de salto de altura logrado en 1936 por la atleta Gretel Bergmann, pero denegado por el régimen nazi porque la saltadora, que todavía vive, era judía.
Expulsada de su club tras el ascenso nazi al poder, emigrante en Gran Bretaña y repatriada a golpe de coacción por parte del gobierno nazi de Alemania durante la década de los años 30, Bergmann logró batir, hace ya 73 años, la plusmarca nacional germana de salto de altura al sobrepasar el listón en 1.60 metros -el récord del mundo en la actualidad, 2.09, pertenece a la búlgara Stefka Kostadinova-.
Fue un mes antes de unos Juegos Olímpicos firmados por la megalomanía de Adolf Hitler y marcados por el éxito de un atleta negro, Jesse Owens, cuando la saltadora de origen judío igualó el récord nacional teutón. Dos semanas más tarde, 15 días antes del inicio de la competición olímpica, una carta de las autoridades deportivas alemanas le comunicaba que su nivel era "insuficiente" para competir internacionalmente. Dora Ratjen, su compañera de habitación, sería su sustituta, aunque tiempo después se descubrió que, en realidad, era un hombre.
Un año después, en 1937, Gretel Bergmann abandonó Alemania y se instaló en Estados Unidos, donde aún vive a los 95 años de edad y donde ha recibido la noticia, más de siete décadas después de que la federación alemana (DLV) ha querido borrar aquella injusticia, algo de lo que su presidente honorario, Theo Rous, se ha mostrado orgulloso por el "simbólico acto de justicia y respeto hacia Gretel Bergmann".
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