¡¡ Bien por nuestras chicas , además de guapas , valientes. !! |
Cuando hace ocho años el Ejército israelí decidió crear un batallón de combate (Karakal) formado por hombres y sobre todo mujeres, algunos oficiales se opusieron con argumentos como "ellas no tienen la misma capacidad y fuerza que sus compañeros"
o "el contacto entre jóvenes de los dos sexos alienta relaciones
íntimas y supone un factor de distracción". También existía el temor de
que la soldado cayera en cautiverio en el frente.
Ocho años de dudas se esfumaron en 15 minutos. El tiempo que tardaron el viernes los miembros de Karakal (constituido hoy por 60% mujeres y 40% hombres) en abortar el ataque de un comando yihadista del Sinaí contra una patrulla israelí que protegía las labores de construcción de la valla fronteriza.
Tras llegar al cabo Natanael Yahalomi, muerto en la primera ráfaga de disparos, los miembros de Karakal se dirigieron a los atacantes en la frontera. Una francotiradora, de apenas 18 años y en servicio desde hace once meses, abatió a uno de ellos.
"No lo pensé dos veces y salí del Hummer para hacer lo que debía hacer.
Natanael estaba herido muy grave y le dije a mi oficial que era
imposible salvarle. No había más remedio que seguir así que fuimos a por
ellos que seguían disparando. En esos momentos pensé en mis padres. Uno
de los terroristas se explotó delante de nosotras y parte de sus
órganos volaron por todos sitios", relata la soldado citada por el
diario 'Yediot Ajaronot'. Poco después, apuntó y abatió a uno de los atacantes. Por la noche, recordó en Facebook al militar muerto y escribió: "Vaya día, vaya día he pasado demasiado para mí..."
"Hizo simplemente lo que nos enseñan en los entrenamientos", explica a ELMUNDO.es Inbal J,
una soldado de Karakal. Reservista desde hace diez meses, está
orgullosa de que sus compañeras contribuyeran a evitar un atentado más
grande.
"Es la primera vez que las soldados del batallón se enfrentan cara a cara y matan a terroristas",
reconocen fuentes militares. Tras superar con éxito el llamado "bautizo
de fuego antiterrorista", Karakal es visto de otra forma dentro y fuera
del Ejército.
"Soy conductor en Karakal y puedo asegurar que las chicas tienen una valentía impresionante. No tienen miedo de nada y rompen estereotipos", explica Tom. Aunque a algunos les costó al principio, los soldados se han acostumbrado a recibir órdenes de compañeras con mayor rango.
"Hemos demostrado que somos como cualquier otra unidad de combate",
destacan en un cuerpo que al crearse en el 2004 fue enviado a la
"frontera de paz" con Egipto. A las habituales misiones contra el
contrabando de drogas y la acogida de inmigrantes africanos procedentes
del Sinaí se le suma desde hace año y medio la máxima alerta ante los
cada vez más frecuentes ataques armados.
Desde la caída de presidente de Egipto, Hosni Mubarak,
es la frontera más "caliente" que tiene Israel debido a los numerosos
grupúsculos yihadistas en el Sinaí egipcio. Ya sea con el disparo de
misiles o como este fin de semana con un ataque planificado de un
comando.
Más allá de la cabina de la piloto de combate, Karakal es el lugar de más riesgo al que puede aspirar una israelí cuando se alista a los 18 años. Las que superan un duro curso de entrenamiento (también mixto), se comprometen a los tres años de servicio obligatorio (como los hombres) y no los dos fijados a las reclutas.
Es lo que hizo Inbal que ingresó en este batallón en noviembre del 2008. "Quería servir a mi país desempeñando una función importante y no quedándome en un despacho.
Tengo muchas ganas de que me llamen para hacer el servicio de reserva",
nos explica esta joven de 22 años recordando los inicios. "Mis padres
no estaban muy contentos y tuvieron mucho miedo. Me rogaron que no fuera
soldado de combate. Hoy no me arrepiento".
Inbal, que pronostica un futuro laboral asociado a temas de
seguridad, añade: "No me ha sorprendido que una de nuestras chicas haya
conseguido matar a un terrorista. Nos entrenan sin diferencias de sexo".
Las integrantes del batallón reconocen que la muerte de alguna de
ellas en el tiroteo hubiera disparado el debate sobre la misión de las
mujeres en el frente de combate. Este debate, sin embargo, no surgió
tras la muerte de la sargento Keren Tendler, mécanica del helicóptero Yasur, abatido por un misil del grupo Hizbulá en la guerra de 2006.
Cuando le preguntamos a Inbal si ser una especie de "Rambo" en la frontera con Egipto dificulta encontrar novio, contesta: "Me imagino que a algunos que no les gusta la idea de salir con alguien que es más fuerte entre comillas o que hace un servicio militar más peligroso que el suyo. Pero me da igual, es problema suyo, no mío".
Fuente:elmundo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario