"Profundamente emocionado" y aún bajo los efectos del "escalofrío de horror" que produce el recorrido de sus salas, donde se conmemora el exterminio de 6 millones de judíos durante la II Guerra Mundial , el príncipe de Asturias ha lanzado esta mañana una proclama antirracista al término de su visita al museo Yad Vashem en Jerusalén. Don Felipe ha plasmado en el libro de honor del centro el compromiso de España con "el valor -en todo momento y lugar- de la vida, la libertad y la dignidad del ser humano, sin importar su raza, género, religión o nacionalidad".
No ha habido revista a las tropas pero sí todos los otros elementos habituales en el recibimiento a un jefe de Estado. Don Felipe, con traje azul marino, y doña Leticia, con un traje de chaqueta blanco, han saludado a los niños con los que ha bromeado el presidente Peres. "¿Sabes español?", le ha dicho este último a uno de los escolares. "Yo solo sé contar hasta diez", ha contestado. Quienes sí hablaban perfecto castellano eran tres de los niños de entre seis y siete que vivieron en España hasta hace un año y que han entregado un ramo de flores a doña Letizia.
Acompañados por la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, los Príncipes se han entrevistado durante casi una hora con el presidente israelí, antes de dirigirse al Museo del Holocausto, que recibió en 2007 el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, y donde Don Felipe, tocado con la tradicional kippa, ha colocado una corona sobre la lápida donde se guardan cenizas de las víctimas del Holocausto.
Está previsto que esta tarde visiten el centro Isaac Rabin en Tel Aviv y reciban a la colonia española en Israel, antes de regresar a Jerusalén para la cena oficial que esta noche les ofrecerá Peres en el hotel Rey David.
Fuente:elpais.com
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