Aunque fuentes diplomáticas españolas insisten en que el ministro israelí de Exteriores, Avigdor Lieberman, se ha disculpado ante su colega español, Miguel Angel Moratinos, por la filtración de lo hablado en el encuentro que mantuvo con él y con el jefe de la diplomacia francesa, lo cierto es que el departamento de Lieberman no sólo no se ha retractado, sino que en declaraciones a ABC ha confirmado que fue el ministro israelí el que decidió "comunicarlo" y dio, "a través de su portavoz personal", la "versión que quería" que se conociera.
"El ministro ha propagado ese mensaje porque quiere que se sepa, y es para toda Europa en general: nosotros vamos a cuidar de nuestros intereses y de nuestra seguridad, porque ya sabemos lo que pasó con Checoslovaquia en 1938 y no dejaremos que nos sacrifiquen por una ilusión de apaciguamiento del agresor”.
Con estas palabras, Yigal Palmor, portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel, confirmaba y ratificaba el contenido de la entrevista filtrada anoche por el titular del departamento, Avigdor Lieberman, en la que reclamó a Miguel Ángel Moratinos y a Bernard Kouchner que “resuelvan los problemas de Europa” antes de dar lecciones en el proceso de paz de Oriente Próximo.
La filtración, decisión de Lieberman
Según el portavoz, fue decisión de Lieberman difundir esta “versión condensada” de lo que sucedió en el transcurso de una cena a puerta cerrada, con la intención expresa de que Europa tome nota. “Los políticos y los diplomáticos tienen discursos de conveniencia, y la estrategia de Lieberman sigue siendo la misma: yo seré el que diga las cosas como son, yo seré el que diga en voz alta lo que todo el mundo piensa y murmura, la verdad cruda, cuando lo demás tratan de maniobrar”, explicó Palmor en defensa de la “estrategia” comunicativa del titular de Exteriores, del que destacó la virtud de “saber hablar sin ambigüedades”. Y añadió, “es el único que no tergiversa”.
Esta mañana, Miguel Ángel Moratinos ha indicado en una rueda de prensa celebrada en Jerusalén que Lieberman había telefoneado horas antes para "disculparse", a la vez que ha restado gravedad al mensaje subrayando que en Israel es Benjamin Netanyahu quien manda y que Lieberman es un miembro del Gobierno israelí con una "visión diferente" a la de su primer ministro."Nosotros tenemos una visión de que cuanto más se retrase un acuerdo de paz, más se pone en riesgo el futuro y la seguridad de Israel. Así se lo dijimos y argumentamos", agregó.
No es la primera vez que Avigdor Lieberman, abiertamente opuesto al proceso de paz, desata una tormenta con sus declaraciones de “verdad cruda”. Sin ir más lejos, el pasado 28 de septiembre cundieron las peticiones de dimisión cuando el ministro aprovechó el marco de la Asamblea General de la ONU para presentar su visión personal sobre la necesidad de intercambiar poblaciones y territorios como parte de un posible acuerdo con los palestinos.
«No habrá paz ni en una generación»
El diario Haaretz escribió que “en un país sano con un primer ministro que se respete a sí mismo, Lieberman habría sido despedido en ese mismo momento, vía fax”. Benjamin Netanyahu se vio obligado a comunicar oficialmente que semejante plan no había sido “coordinado” con el Gobierno, aunque tampoco lo rechazó.
Días antes, en medio de los intensos esfuerzos por sacar adelante unas negociaciones que corren riesgo de naufragio, Lieberman despreciaba toda expectativa subrayando su creencia de que no habrá paz “ni en el plazo de un año, ni en una generación”.
Hoy, el diario Israel Hayom le acusa de que el domingo por la noche “avergonzó” a sus invitados, Moratinos y Kouchner. Avigdor Lieberman se convirtió en una pieza clave del Gobierno de Netanyahu cuando su formación, el partido ultranacionalista Yisrael Beitenu, obtuvo 15 escaños en las últimas elecciones y pasó a convertirse en la segunda fuerza de la coalición.
Su última victoria política se registraba ayer mismo, cuando consiguió sacar adelante una enmienda, -todavía pendiente de trámite parlamentario- que obligará a declarar lealtad a Israel como “Estado judío y democrático” a todos los no judíos que quieran obtener la ciudadanía.
La teoría del opositor Kadima es que Netanyahu ha terminado impulsando esa modificación, que inicialmente había descartado, con intención de lograr que Lieberman ceda en un futuro inmediato a que se imponga una nueva moratoria en los asentamientos, tal como EE.UU. y los palestinos exigen para salvar el proceso de paz. En el ideario del jefe del Yisrael Beitenu no hay, sin embargo, lugar ni motivo por el que detener la expansión colonial.
De hecho, Lieberman vive con su familia en el asentamiento de Nokdim. Bajo condiciones, el Kadima se ha ofrecido a Netanyahu a reemplazar a la fuerza ultranacionalista de Lieberman para sostener el Gobierno con el objetivo de reconducir a tiempo las frágiles negociaciones con los palestinos.
Fuente:abc.es
Fuente:abc.es
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