Un judío ultraortodoxo discute con otro ciudadano durante una protesta en la ciudad de Beit Shemesh ( Foto de "El País")
Miles de israelíes protestan contra la exclusión de la mujer por la comunidad ultraortodoxa.
Convocada bajo el lema de "Venimos a dispersar la oscuridad", según una máxima de la fiesta judía de Janucá que concluye mañana, miles de mujeres y hombres se concentraron en una céntrica explanada de esa ciudad para demandar justicia y que las autoridades hagan cumplir la ley.
"Hay un profundo cambio que no hemos visto, y que comienza por colegios en los que no se enseña a los niños sionismo, por gente que piensa que las mujeres no valen", declaró en el acto la jefa de la oposición y dirigente del partido Kadima, Tzipi Livni, al denunciar recientes actos de discriminación sexual, étnica y religiosa.
En el acto de protesta participaron políticas de distintas formaciones, entre ellas la ministra de Cultura, Limor Livnat, del partido gobernante Likud, y la jefa del Partido Laborista, Sheli Yejimovich.
Contra los principios del Estado
Poco antes de la convocatoria, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se sumó a las críticas y aseguró en un discurso que "la exclusión de la mujer de los espacios públicos contradice el espíritu del judaísmo y los principios democráticos sobre los que fue fundado el Estado de Israel".
"He pedido a todos los organismos que pongan fin a este fenómeno, y que lleven ante la justicia a todos los que difamen y ataquen a las mujeres", afirmó durante una comparecencia en un concurso de Biblia.
Bet Shemesh, de unos 80.000 habitantes, se ha convertido en el símbolo de la lucha contra la discriminación porque su creciente población ultraortodoxa ha impuesto en los últimos años unas normas de conducta que incluyen la separación entre sexos en colegios, calles y centros públicos.
Una vestimenta sin recato
"No puede ser que día tras día tenga que planificar el recorrido que voy a seguir por la calle para no encontrarme a los 'negros' (ultraortodoxos, por el color de sus ropas)", denunció Rajel Sanker, de 52 años, una de las vecinas de la ciudad que ha sufrido este tipo de agresiones.
Sanker, así como otras dos mujeres que han sido víctimas de ataques por no vestir de forma modesta según las normas religiosas, participaron este martes en la manifestación, que fue convocada por los grupos "Israel libre" y "Jerusalén despierta".
También estuvo la joven Tania Rozenblit, que la semana pasada se negó a cambiarse de sitio en un autobús público porque varios ultraortodoxos le exigieron sentarse en la parte de atrás.
Las comunidades ultra-religiosas viven generalmente alejadas del resto de la sociedad y con reglas de comportamiento internas en las que la mujer tiene un papel subordinado al del hombre, como es el caso de las alrededor de 40 líneas de autobuses segregados, donde se les reservan los asientos traseros.
El caso más reciente de discriminación y acoso contra las mujeres en Beit Shemesh lo sufrió una niña de ocho años de edad y familia religiosa a la que un ultra-ortodoxo escupió por considerar que no iba vestida con el suficiente recato.
Horas antes de la manifestación, el presidente del Estado de Israel, Simón Peres, llamó a la ciudadanía -"religiosos, seculares y tradicionalistas"- a "defender la naturaleza de Israel frente a un pequeño grupo que compromete la solidaridad de la nación".
La segregación aumenta
Pero el problema de la segregación se ha expandido estos últimos años a otras comunidades e instancias públicas.
En el Ejército, símbolo de la igualdad en la sociedad israelí, han sido denunciados varios casos en los que oficiales y soldados religiosos exigieron que soldadas mujeres no cantaran en ceremonias públicas por estar prohibido según las normas más estrictas judías.
Denuncias similares se han registrado contra varias alcaldías, instituciones y hasta empresas privadas que prohibieron la participación de mujeres en actos públicos o en campañas de publicidad para no irritar a la comunidad ultraortodoxa.
Dicha comunidad salió ayer a las calles de Bet Shemesh a protestar violentamente y este martes consiguió que la manifestación fuera trasladada del patio de un colegio para niñas a otro lugar más alejado de sus barrios.
Fuente:elmundo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario