Casa de Israel - בית ישראל


Desde " Casa de Israel " trabajamos para hacer frente al antisemitismo , la judeofobia y la negación o banalización de La Shoá ( Holocausto) .
No olvidamos las terribles persecuciones a las que fue sometido el pueblo judío a través de los siglos , que culminaron con la tragedia de La Shoá .
Queremos tambien poner en valor y reconocer la fundamental e imprescindible aportación de este pueblo y de la Instrucción de La Torá , en la creación de las bases sobre las que se sustenta la Civilización Occidental.

"... עמך עמי ואלהיך אלהי ..."

lunes, 21 de febrero de 2011

Irán en Suez - Gabriel Albiac

IRÁN tiene un pie en el Mediterráneo. Ahora. Es la única novedad tras la caída de Mubarak. Desde 1979, cuando los ayatollahs tomaron el poder y mutaron el humano despotismo del Shah por el divino de la teocracia, el paso de Suez estaba vetado a los navíos militares iraníes. Ha dejado de estarlo. Primer gesto internacional del gobierno de Omar Suleimán: dos barcos de guerra de Ahmadineyad han sido autorizados a cruzar Suez, camino de Siria por la ruta naval más corta. Como era de esperar, los egipcios aseguran que los barcos no son portadores «de armas químicas ni nucleares». Uno de ellos transporta, eso sí, misiles y torpedos. El otro carga 33 toneladas de armas para Hizbulà, que, en el sur del Líbano, hace mucho que dejó de ser una convencional guerrilla, para trocarse en disciplinada unidad de choque del ejército iraní en la frontera con Israel.

Entre tanto, aquí, en Europa, afinamos los matices acerca de la imaginaria democracia que deseamos ver avanzar en el mundo islámico. Como si democracia islámica fuera menos oxímoron que círculo cuadrado. Así andaban los teólogos bizantinos, cuando ya los bárbaros estaban a las puertas de Constantinopla: meditando sutilmente acerca del peso de la pluma desprendida del ala de un ángel. Constantinopla cayó. Y ellos ni se enteraron. Hasta que estuvieron muertos y su biblioteca destruida. Aquí pasará lo mismo. Aunque sin aquel esplendor de grandiosa teología. Nos iremos extinguiendo en el silencio de los resignados. Sin épica. Sin dolor siquiera. Nuestra anestesia es profunda.

Porque, a decir verdad, no se requieren grandes teologías para sumar los datos y sacar conclusiones. Ni se exige una excelsa lucidez para sentir el escalofrío de la amenaza en curso.

Sumar los datos. Sumemos. Irán posee tecnología nuclear. En buena parte, aportada por los mismos técnicos que pusieron en pie —con la loca aquiescencia internacional— la potencia de un Pakistán nuclear, siempre a un paso de la guerra abierta con la nuclear India. Es más que verosímil que la bomba atómica iraní exista ya o esté a punto de ser montada. Irán posee misiles con radio de alcance suficiente para bombardear Israel; lo cual quiere decir, para bombardear el sur de Europa. Posee una unidad de élite que controla, ante la pasividad de las fuerzas internacionales, todo el sur de un Líbano cuya hegemonía se ha repartido amigablemente con la dictadura siria de Al Assad. Posee, a partir de ayer, paso libre por el Canal de Suez. Lo que es lo mismo: plataforma para sus misiles en el Mediterráneo.

Puede que a Europa le dé igual. Europa hace ya mucho que, como la Sybila de Cumas, a cuya trágica imagen da voz el Satiricónde Petronio, sólo desea morir. Y qué más le da que sea sin combate ni gloria. Israel, no. Israel tiene el mal gusto —que tanto nos embaraza a los europeos— de negarse a ser pasivamente degollado. De demasiados degüellos está hecha la historia del pueblo judío, como para que ningún europeo venga a predicar la resignación a quienes en Israel han puesto su última esperanza de supervivencia. Ese Israel es lo último que queda de Europa. De aquello que fue la Europa que ya no es: certeza moral de que sólo en la lucha por la libertad somos hombres libres.

Fuente:abc.es


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