El enfado de la mayoría de medios y políticos israelíes -tanto de derecha como de izquierda- provocado por el poema del escritor alemán Günter Grass -en el que acusó a Israel de poner en peligro la paz mundial y la posibilidad de que extermine al pueblo iraní si bombardea las centrales nucleares iraníes- se ha traducido este domingo en lo que parece la primera medida práctica.
El ministro de Interior, Eli Ishai, le ha declarado 'persona non grata'. Según él, "intenta avivar las llamas del odio contra el Estado de Israel y el pueblo de Israel y así promover una idea de la que fue partícipe en el pasado cuando vestía el uniforme de las SS".
Ishai se refirió también a los elogios de dirigentes iraníes al mensaje de Grass publicado el pasado miércoles en varios diarios: "Si Günter Grass desea continuar la difusión de sus ideas falsas y distorsionadas, le sugiero que lo haga en Irán, donde podrá encontrar un público favorable".
Aunque atacó frontalmente el artículo de Grass recordando su pasado nazi, el primer ministro Benjamin Netanyahu aún no se ha pronunciado sobre la declaración de Ishai. En cualquier caso, no ha salido del Consejo semanal del Ejecutivo, que no se ha reunido este domingo debido a la festividad judía de Pesaj.
El jurista israelí Moshé Hanegbi recuerda que el concepto de 'persona non grata' sólo puede ser declarado por el ministerio de Exteriores o el Gobierno en su conjunto. Como titular de Interior, Ishai sólo podría evitar la entrada de Grass al país.
Tras la polémica levantada con su poema 'Lo que hay que decir', Grass reconoció que podía haberlo escrito de forma diferente. "Evitaría el término general 'Israel' y aclararía que me refiero al actual gobierno de Netanyahu", confesó el escritor en una entrevista al rotativo alemán 'Süddeutsche Zeitung'.
"Lo que critico es una política que continúa construyendo asentamientos en contra de una resolución de Naciones Unidas. Critico una política que se granjea cada vez más enemigos y que aísla más al país. El hombre que actualmente más daño hace a Israel, en mi opinión, es Netanyahu. Y eso debería haberlo incluido en el poema", añadió sobre un artículo en el que advirtió del poder nuclear israelí.
La matización de Grass no ha apagado el enfado del Ejecutivo israelí. Todo lo contrario. En la conferencia de prensa en Jerusalén con el primer ministro italiano, Mario Monti, el responsable de Exteriores, Avigdor Lieberman, se sumó a la ofensiva retórica contra el Premio Nobel de Literatura: "Sus opiniones son una expresión del cinismo de parte de los llamados intelectuales europeos que, para promoverse y vender más libros, están dispuestos a sacrificar al pueblo judío por segunda vez en el altar de la locura antisemita".
"El difamatorio y surrealista artículo de Grass ha sido apoyado básicamente por los neonazis, la extrema izquierda y el régimen de Irán", añaden en el ministerio de Exteriores.
Fuente:elmundo.es
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