El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Alí Akbar Salehi, advirtió este jueves a Estados Unidos de que "se lo piense dos veces" antes de entrar en "colisión" con Irán a causa de su programa nuclear.
"Por desgracia, Estados Unidos ha perdido la sabiduría y la prudencia a la hora de abordar las cuestiones internacionales y ya solo depende de las necesidades energéticas", declaró Salehi ante la prensa durante su visita a Benghazi, en el este de Libia. "Por supuesto, estamos preparados para lo peor, pero esperamos que se lo piensen dos veces antes de meterse en colisión con Irán", agregó.
Respecto al ensayo balístico efectuado ayer miércoles por Israel, Salehi se mostró contundente: "No tiene ninguna importancia, ni siquiera es algo que nos moleste".
Maniobras en retaguardia
La Comandancia de Defensa Civil del Ejército israelí realiza maniobras en varias ciudades que simulan un ataque con cohetes en centros urbanos y que coincide con el debate sobre la conveniencia de atacar Irán. Las sirenas antiaéreas ulularon en varias ciudades de la zona metropolitana de Tel Aviv en el marco de un simulacro que estaba previsto desde hace meses, pero que adquiere una relevancia especial en el nuevo contexto, con informaciones diarias sobre un posible bombardeo a Irán por parte de Israel o Estados Unidos.
En las maniobras fueron abiertos centros de evacuación en la ciudad de Holon, junto a Tel Aviv, y otro en la vecina Bat Yam, donde fueron distribuidas máscaras de gas. El simulacro tiene lugar poco después de que Israel probase con éxito el lanzamiento de un misil balístico de 6.000 kilómetros de alcance y posibilidad de albergar una cabeza nuclear.
El Ejército israelí también ha efectuado recientemente en Italia otro simulacro, en el que probó todos los elementos necesarios para un bombardeo aéreo de largo alcance: escuadrones de combate, repostaje en el aire y estaciones de control aéreo. En este contexto, el diario Haaretz publica un sondeo que revela una notable división en la opinión pública israelí sobre la conveniencia de que su país lance un ataque que podría encender todo Oriente Medio. Un 41 por ciento apoya la idea, mientras que un 39 por ciento se opone y un 20 por ciento está indeciso, según la encuesta.
El sondeo muestra asimismo una notable confianza (52%) en la capacidad del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su titular de Defensa, Ehud Barak, de lidiar con el "tema iraní". Por el contrario, un 37% desconfía y un 11% carece de opinión sobre la habilidad de ambos (partidarios de la operación, según medios locales) para gestionar la situación.
Netanyahu y Barak tratan de forjar una mayoría a favor de un bombardeo relámpago en el seno del consejo de ministros, donde los oponentes tienen "ligera mayoría", según Haaretz. Recientemente se ha sumado al grupo que apoya un acción militar el ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, que hasta ahora se oponía por las repercusiones.
El asunto iraní ha saltado a los titulares desde que el viernes pasado un destacado columnista del diario Yediot Aharonot, Nahum Barnea, alertó de la presión en el seno del Gobierno para lanzar un ataque. El lunes, la sesión inaugural de invierno del Parlamento estuvo dominada por esta cuestión, que Netanyahu ve como una amenaza existencial para Israel por las amenazas que ha vertido el presidente iraní, Mahmud Ahmadeniyad.
Ministros y diplomáticos dijeron a Haaretz que el próximo informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés), que será publicado el 8 de noviembre, tendrá un efecto decisivo en las decisiones de Israel.
Fuente:elimparcial.es
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