Amanecía tranquilo y apacible este lunes 19 de marzo, festivo en varias comunidades autónomas. El día dedicado a los padres españoles. Pronto se rompió la calma. Un padre de 30 años y sus dos hijos de 6 y 3 años morían en Toulouse víctimas del extremismo de la ultraderecha. La investigación apunta a uno o varios miembros del Ejército francés vinculados con la extrema derecha, llenos de odio y sed de sangre judía. Unos individuos que seguramente tienen que ver con los asesinatos, días atrás, de tres militares franceses de origen magrebí.
Y esto ocurre en pleno siglo XXI y en el corazón de Francia, país pionero en ganar libertades a golpe de revolución.
Uno de los colegios judíos de Toulouse ha sido el escenario de una matanza en la que víctimas inocentes, sin posibilidad de causar daño alguno, han perdido la vida a manos de alguien que sabía muy bien lo que hacía. 3 niños y el padre de dos de ellos han muerto y otras 5 personas han resultado heridas.
Francia está conmocionada y se ha detenido la campaña presidencial. España y su comunidad judía no salen del asombro y el horror que causa la matanza indiscriminada de inocentes. Una matanza que hace pensar en el peligro latente en esta Europa nuestra, donde una vez más se pone de manifiesto que el fantasma del crimen racial y del antisemitismo no es cuestión del pasado. Por eso pedimos a las autoridades que extremen las medidas de protección y ayuda a las minorías porque no estamos hablando de hipótesis sino de realidades.
Los judíos españoles condenamos con rotundidad los ataques contra la vida, y en especial contra los niños, y nos solidarizamos con nuestros hermanos franceses en estos momentos de horror y dolor.
Solicitamos unidad entre los países y acciones para erradicar las semillas del antisemitismo latente en el mundo.
Fuente:libertaddigital.com
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