El ministro israelí de Exteriores, Avigdor Lieberman, ha puesto sobre la mesa de negociación la posibilidad de que el estado palestino acoja a los 1,3 millones de árabes con ciudadanía israelí.
"Nuestro principio que deberá guiar las negociaciones con los palestinos no debe ser 'territorios por paz', sino un intercambio de territorios y de poblaciones", declaró a los medios Lieberman a su llegada a la reunión del consejo semanal de ministros en Jerusalén.
El jefe de la diplomacia israelí y también líder del partido ultraderechista "Israel Beitenu", aludió también a que de acuerdo con ese "intercambio", los asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén Este deberían quedar bajo soberanía israelí.
Otra de las cuestiones a las que se refirió el ministro de Exteriores y que fue bandera de la campaña electoral de su partido las pasadas elecciones de 2009, fue la lealtad que según él, deben guardar al Estado judío los palestinos con ciudadanía israelí, también conocidos como árabes-israelíes.
"La cuestión de los ciudadanos de Israel debe ser una de las centrales en la mesa de negociaciones a la luz del rechazo palestino a reconocer a Israel como Estado judío", recalcó.
Lieberman se refirió al comunicado de la Liga Árabe que expresó el rechazo a reconocer a Israel como Estado judío: "Es exactamente este detalle el que nos obliga a abordar la cuestión de los árabes-israelíes en las negociaciones".
Y añadió: "Gente como la diputada (árabe-israelí) Hanin Zoabi y el jefe del brazo norte del Movimiento Islámico en Israel, Raed Salah, están luchando contra el sionismo y en lo que a mi respecta, deberían irse y convertirse en ciudadanos de la Autoridad Palestina".
Zoabi es diputada del Parlamento de Israel y participó en la campaña de solidaridad con la franja de Gaza a bordo de una de las embarcaciones de la "Flotilla de la Libertad", asaltada el 31 de mayo por Israel, en un abordaje en el que murieron nueve activistas.
Numerosos diputados árabes respondieron con ira a las declaraciones de Lieberman para que aquellos considerados "desleales" recibieran la ciudadanía palestina o fueran expulsados el país.
"Israel Beitenu" se convirtió en la tercera fuerza más votada en las elecciones del año pasado al abogar por conocidas propuestas de tinte xenófobo, como hacer un "test de lealtad" a los ciudadanos árabes del país, o expulsar a los árabes que no se sientan "conectados con el Estado Judío".
El reconocimiento de Israel como Estado del pueblo judío es una de las principales exigencias del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a los palestinos en el actual proceso de paz emprendido a principios de mes.
Fuente:elmundo.es
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