Adiós a la gasolina
Agassi halló una solución creativa para superar los dos grandes hándicaps que frenaban al vehículo eléctrico e intentó convencer a los grandes de la industria automovilística. La mayoría le dieron calabazas pero Renault abrazó el proyecto. Y el Gobierno israelí, escéptico al principio, se sumó entusiasmado. Ni que decir cabe que si todo el mundo occidental desea reducir la dependencia del petróleo, para Israel se trata, por razones obvias, de un objetivo estratégico de primer orden.
El coste era el primer obstáculo. Pero, de la misma forma que cuando uno ahora compra un coche no paga por la gasolina que consumirá, el que compre el coche eléctrico no pagará por la batería. La batería seguirá siendo propiedad de Better Place que la cederá como lease. El comprador pactará un plan de consumo, acorde con sus necesidades, como se hace con los operadores de móvil.
Cargar la batería del coche en casa o en el lugar de trabajo es fácil. En Israel ya se han instalado más de 1.000 puntos de carga y es solo el principio. El problema se planteaba con los viajes largos. La autonomía de una batería llena es de 160 kilómetros. La solución: estaciones de servicio donde se cambia la batería agotada por una llena. El proceso es automático y tarda exactamente 90 segundos; menos que llenar un depósito de gasolina.
El sistema de batería reemplazable se ha instalado en el modelo Renault ZE. Más de 200 empresas se han comprometido ya a cambiar su flota de vehículos. Ciudades y municipios firman acuerdos con Better Place para instalar la infraestructura. Se calcula que a finales del 2011 habrá unos 100.000 coches eléctricos circulando por Israel. ¿El precio? «No está fijado aún, pero será competitivo», señala una portavoz de Better Place, empresa ubicada, irónicamente, en el espacio que antaño ocupó la Reserva Nacional de Gasolina, en el norte de Tel-Aviv. A Israel le seguirán Dinamarca y Australia. Better Place ya opera en estos países.
Fuente:elperiodico.com
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