"¿Arrepentirse es volver a la blasfemia que había antes de creer en Cristo? No puedo"
La ideología ya es lo de menos. Es una cuestión de libertad. Si a principios de septiembre eran varios homosexuales los que murieron en la horca es ahora un cristiano el que espera la muerte por el delito de apostasía.
Si nada lo remedia, y parece difícil que así sea, el régimen islamista de Teherán podría ejecutar mañana mismo a Nadarkhani Youcef, un hombre de 34 años cuyo delito ha sido convertirse al cristianismo y provenir de una familia de tradición musulmana. Según cuenta el blog Contando Estrelas, el reo de muerte se convirtió a los 19 años siendo ahora pastor evangélico. La Justicia de Irán, por llamarlo de algún modo, considera que al tener ascendencia islámica no puede ser cristiano por lo que debe renunciar a su fe en Jesucristo para poder seguir vivo.
Organizaciones como el American Center for Law and Justice están intentando por todos los medios alertar sobre esta inminente ejecución para despertar la conciencia de Occidente y también de sus gobernantes, evitando lo que puede ser una muerte segura. En este sentido, advierten que la ejecución se podría producir mañana.
La Audiencia Provincial de Gilán le exige que renuncie a Jesucristo y abrace de nuevo el islam puesto que su ascendencia musulmana, según el régimen iraní, le impide poder ser cristiano. Antes incluso de presentar pruebas contra Youcef los jueces le exigieron de nuevo que se retractara de su fe en Cristo y en una más que valiente confesión de su credo el cristiano condenado dijo: "¿Arrepentirse significa que debo volver a la blasfemia que había antes de mi fe en Cristo?". Los magistrados le contestaron que debía volver "a la religión de sus antepasados, el Islam". "No puedo", sentenció el cristiano iraní.
Según la sharia que se aplica en Irán se dan tres posibilidades al condenado para que apostate del cristianismo. Ya se le ha exigido dos veces sin éxito y mañana miércoles está previsto que le lleven de nuevo ante los jueces para agotar la tercera posibilidad. Si vuelve a reafirmarse en el cristianismo ya podría ser ejecutado en cualquier momento.
Sólo una implicación directa y contundente de distintas organizaciones y sobre todo de los países de tradición cristiana podría salvar la vida al pastor Nadarkhani Youcef. Caso que pone de manifiesto la brutal persecución que vive la minoría cristiana en países de mayoría musulmana y el cobarde silencio de las decenas de países que tienen en su esencia la tradición judeocristiana y que se les llena la boca con la defensa de los derechos humanos.
El holocausto silencioso
La condena a muerte de este cristiano iraní es sólo uno de los numerosos casos de persecución y exclusión de los cristianos. Otros tanto no se conocen ni se publican en los medios de comunicación. "Cada cinco minutos se asesina un cristiano por razón de su fe. 105.000 cristianos en el mundo son condenados al martirio. Un verdadero holocausto del que se habla muy poco". Esta frase se ha podido escuchar en la conferencia celebrada en Roma y que se titulaba: Los buenos serán martirizados. Las persecuciones a los cristianos en el siglo XXI y que se celebró esta semana en la Universidad Lateranense.
En su intervención, el representante de la OSCE para la lucha contra la discriminación de los cristianos, Massimo Introvigne, afirmó que "la intolerancia, la discriminación y la persecución a los cristianos de hoy es una emergencia humanitaria que nos afecta a todos. Un problema para la sociedad civil".
Igualmente, recogió los datos del investigador David Barret, que ha fijado el número de mártires cristianos en 70 millones, de los cuales 45 se habrían producido en el siglo XX. Unos 160.000 lo habrían sido en la primera década del siglo XXI y se calcula que serán unos 105.000 en la segunda. "Esto significa un mártir que cada cinco minutos. Asesinados no por razones bélicas sino por motivos religiosos", añadió.
También habló el eurodiputado y exdirector del diario italiano Corriere della Sera, Magdi Allam, que se convirtió al cristianismo y que fue bautizado por el propio Benedicto XVI en San Pedro. Éste recordó, según recoge la agencia Zenit, que "de 10 perseguidos siete son cristianos y desde 1945 hasta hoy, 10 millones de cristianos han sido obligados a dejar sus tierras, junto a un millón de judíos".
Además, en una afirmación políticamente incorrecta y basada desde su propia experiencia, Magdi Allam, llega a asegurar que "se es cristiano sólo si se cree en Jesucristo. Si se pone en el mismo plano a Cristo y a Mahoma terminamos disminuyendo la certeza de nuestra fe cristiana, además de no declararnos cristianos y de legitimar el islam, este es el núcleo del problema. O recuperamos la certeza de lo que somos o nuestra civilización terminará por desaparecer".
Por ello, puso de manifiesto con un ejemplo las incoherencias de Occidente y el miedo al islam: "si se ultraja a otra religión todos se indignan, pero si es el Papa el ultrajado lo llaman libertad de expresión".
Fuente:libertaddigital.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario