Un hombre y una mujer comparten un talit ante el Muro de las Lamentaciones. | Efe |
Mientras se gestiona un acuerdo entre las diferentes corrientes del
judaísmo, el lugar más sagrado de esta religión ha sido escenario hoy de
nuevas tensiones en torno a las conocidas como 'Nashot Ha Kotel'
(Mujeres del Muro de las Lamentaciones).
Cinco mujeres de este grupo reformista judío fueron detenidas en el histórico enclave religioso de Jerusalén por orar con el Talit,
el manto de rezo tradicionalmente usado sólo por los hombres. Algunas
también llevaban en la cabeza la Kipá, el solideo que suelen usar los judíos en las plegarias.
Tras ser puestas en libertad, la juez del tribunal de Jerusalén pidió
a las partes "llegar a un acuerdo que evite provocaciones innecesarias
en el futuro". Según la magistrada, "las mujeres no empezaron las provocaciones" hoy en la explanada del Kotel, frente al muro.
Como cada principio de mes, las Mujeres del Muro de Las Lamentaciones
han acudido esta mañana para rezar y también protestar contra lo que
definen como "control ultraortodoxo" del Kotel. "Este es un lugar sagrado para todas las corrientes del judaísmo y el Estado de Israel debe garantizar
que podamos rezar como deseemos", protesta Lesley Sach, la directora de
la asociación que movilizó hoy a más de 120 mujeres, incluyendo varias
diputadas.
Una sentencia del Tribunal Supremo hace diez años prohibió a las mujeres
en el Kotel ponerse el Talit, los tefilim (filacterias) y oficiar el
rezo leyendo la Torá. La presencia de los policías evitó enfrentamientos
con algunos asistentes, furiosos al ver a las mujeres con talit
y oficiar los rezos, dos hechos que hacen sólo los hombres. Un
ultraortodoxo fue detenido al no conformarse con los insultos y gritos: quemó un libro de oraciones que llevaban las mujeres al considerar que "va contra la religión".
La Rabina Miri Gold, una de las líderes más
destacadas del reformismo en Israel, afirma a ELMUNDO.es: "No pueden
prohibir a mujeres rezar con el talit y la Kipa. El Kotel se ha
convertido en la sinagoga de los ultraortodoxos. Antes no era así y
debemos luchar para que respeten todas las corrientes del judaísmo».
Divididos por sexos
Precisamente horas antes se hizo pública la iniciativa del presidente
de la Agencia Judía, el ex ministro Natan Sharansky, para llegar a un
compromiso. Según la fórmula que gestiona con las partes y que aún
parece lejana de aplicarse, la explanada del Kotel se dividirá en tres secciones: las dos existentes (una para hombres y otra para mujeres) y un nuevo espacio de igual tamaño que sería mixto.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu,
espera que haya un compromiso en un caso delicado con dos polos
opuestos. Bibi no desea enfrentarse a los dos partidos ultraortodoxos
(aliados en el anterior Gobierno) ni a los pujantes grupos reformistas y conservadores de Estados Unidos.
"Lo sucedido en el Muro de las Lamentaciones es un recordatorio más
de la urgente necesidad para encontrar una permanente solución y hacer
de nuevo del Muro de las Lamentaciones un símbolo de unidad del pueblo judío y no uno de discordia y lucha", ha reaccionado la Agencia Judía.
La diputada Michal Rozin (del izquierdista Meretz)
acompañó a las mujeres al recinto religioso para apoyar la lucha:
"Nosotras también somos judías y nadie decidirá cómo debemos rezar. Ya
basta de que los ultraortodoxos tengan el monopolio de la religión".
"Ellas solo vienen a provocar con trucos mediáticos.
La ortodoxia es la tradición que ha mantenido vivo a este pueblo y este
lugar. Si tanto quieren renovar nuestra religión que hagan una réplica
del Kotel donde quieran y hagan allí sus rezos como ellas deseen. Aquí,
en el auténtico, no", responde el rabino Mordejai Bloi ante la bíblica
piedra del último vestigio del Segundo Templo de Jerusalén.
Fuente:elmundo.es - Sal Emergui
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