Leon Leyson, el más joven de los más de 1.100
judíos que Oskar Schindler salvó con su lista, una hazaña recogida por
Steven Spielberg en la ya mítica cinta que ganó siete Oscar, ha muerto
en California a los 83 años de edad tras una larga lucha contra el
cáncer. Leyson un exmaestro, era el número 289 de la lista de Schindler
y tenía tan solo 13 años cuando el empresario alemán le incluyó entre
sus trabajadores salvándole así la vida. Schindler le llama "pequeño
Leyson" ya que a sus 13 años era tan bajito que
tenía que subirse a una caja para trabajar en las maquinas. Cuando se
puso a las órdenes del empresario estaba débil por el hambre que
Schindler duplicó sus raciones de comida. A las órdenes del alemán
también trabajaron la madre de Leyson y sus hermanos supervivientes ya
que perdió a dos durante el Holocausto. Y es que Leyson tenía de casi 10 años cuando Alemania invadió Polonia en 1939.
Seis meses después, su familia fue enviada a un gueto de Cracovia y
tras sobrevivir milagrosamente a varios asesinatos masivos, las
deportaciones se intensificaron. Fue la intervención de Schindler la que
salvó a él y al resto de su familia de una muerte terrible y más que
segura.
Leyson siempre se negó a vivir su vida "a la sombra del Holocausto",
y evitaba hablar de lo sucedido en su niñez. Pero el tremendo éxito de
la película de Spielberg hizo que el interés por su historia
multiplicara. Fue entonces cuando se decidió a ser una de las voces más
activas a la hora de rememorar lo sucedido.
Sobrevivir, cuestión de suerte
Así, en una entrevista concebida a Los Angeles
Times en 1994, recordó cómo los comandos de las SS rodearon el gueto y
él y varios muchachos se escondieron en un un ático de un edificio
cercano a su apartamento. La madre de Leyson se las arregló para unirse a
ellos. En su testimonio, relataba como vivir o morir era una mera
cuestión de suerte, una tómbola macabra. "No tenía nada que ver con ser inteligente ni nada de eso", sentenció.
Emigró a los Estados Unidos en 1949 y enseñó en el
Instituto de Huntington Park durante 39 años. El superviviente más
joven de La lista de Schindler deja una esposa, dos hijos, seis nietos y
un hermano y una hermana.
Fuente:abc.es
El chico sobre la caja de madera
describe la vida de un niño judío antes y durante el Holocausto. Y
también algo que nadie había relatado muy bien hasta ahora: los años
posteriores al final de la Segunda Guerra Mundial. Después de Anna
Frank, es el mejor testimonio de un niño que atravesó la Segunda Guerra
Mundial. Son las únicas memorias de un chico rescatado por Oskar
Schindler. Para salvarlo y poder llevarlo a trabajar a su fábrica,
Schindler dijo que el pequeño Leon era indispensable, ya que era el
único que, por su tamaño, podía accionar una palanca que ponía en marcha
una máquina en particular. Para ello, el niño se paraba arriba de una
caja de madera y desde allí accionaba la palanca.
Leon Leyson tenía apenas
10 años en 1939. Recién a los 19, pudo rehacer su vida: le habían
robado su adolescencia completa. Aún así, nunca se rindió. Su relato nos
permite conocer también qué pasó con los sobrevivientes del Holocausto,
en los años posteriores. Sus terribles condiciones de refugiados, las
penurias que tuvieron que atravesar, los esfuerzos por armar una vida
nueva lejos del horror. Una historia donde se destacan valores
fundamentales, como el coraje, la dignidad y la resistencia de este
chico, que a lo largo de su relato cuenta, entre otras cosas, cómo se
las ingenió para salvarse varias veces de una muerte segura. Un relato
de supervivencia, de gran valor histórico y humano, que vale la pena
conocer y difundir.
El chico sobre la caja de madera son las memorias de Leon Leyson, el sobreviviente más joven de la lista de Schindler.
La verdad que tenía
muchas ganas de leer este libro dada las buenas críticas que tiene.
Aparte, me llamaba mucho la atención saber cómo vivió un chico la
Segunda Guerra Mundial.
El libro es corto y se
lee muy rápido. Una lectura fácil, atrapante y profunda. La historia
está relatada de tal manera que la puede leer un chico, un joven o un
adulto sin problema alguno. ¿Es fuerte? Sí, es definitivamente fuerte.
Sin embargo, a pesar de los hechos que se relatan, nunca se llevan a un
punto desagradable. El foco está puesto en el protagonista, cómo siente,
cómo sigue adelante mientras ve que su mundo y sus sueños son truncados
por los nazis.
Hay momentos
realmente conmovedores, que nos llegan al alma porque esto sucedió de
verdad, hace años, ahí, en medio de esa guerra, estaba Leon Leyson
viendo cómo todo lo que siempre quiso estaba siendo destruido.
Leer este libro fue un
golpe en la cabeza. No puedo entender hasta dónde llega la maldad del
hombre, cómo pueden ir a matar gente por ser judíos o por pensar
distinto... matar atrozmente, destruir familias, sueños, vidas e
historias.
Me encantó cómo se captó la inocencia de Leon;
él no tenía más que 10 años cuando los nazis invadieron Cracovia, donde
vivía con sus padres y sus hermanos. A través de los capítulos podemos
ver cómo va cambiando, cómo cambian sus sentimientos, sus ilusiones y
sus miedos. Cómo, poco a poco, ese niño tiene que crecer en medio del
horror, en medio de la muerte misma.
Otro punto quiero destacar es la presencia de la esperanza. Lejos de un relato rencoroso, Leon nos muestra la esperanza, cómo seguir adelante en esas situaciones en las que todo parece estar perdido.
Realmente, no tengo
mucho más que decir. No es una obra que se pueda "calificar" ni mucho
menos, porque es una historia de vida, algo real. Acá no se puede hacer
una evaluación de protagonistas ni nada por el estilo. Es un libro que
hay que leer porque forma parte de la historia de la humanidad, uno de
los momentos más oscuros de la historia del hombre...
Creo que no importa la
edad del lector, todos podemos sacar algo de este libro, aprender,
crecer y abrir nuestras mentes, y aprender de la vida de Leon y, cómo
no, de Oskar Schindler.
Una historia
desgarradora, pero también esperanzadora que nos hará replantear muchas
cosas, que nos hará pensar y "recordar" un pasado que parece enterrado.
Un relato, una historia de vida, de lucha, de perseverancia. Leon nos
invita a ver cómo, siendo solamente un niño, tuvo que enfrentarse a la
atrocidad del hombre y cómo, muchos años después, mira al pasado sin
rencor, sin odio... solamente con dolor.
Fuente: sueniosypalabras.blogspot.com.es/2013/11/resena-el-chico-sobre-la-caja-de-madera.html
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