Este es el titular que suple al de la exculpacion de Israel. " El Pais" tampoco lleva la noticia en su edicion digital
El Líbano confía en que el incidente fronterizo con Israel haya quedado 'contenido'
En rueda de prensa, el titular de Información Tarek Mitri ha explicado qué llevó a sus tropas a disparar. El ministro ha aclarado que Israel había informado la víspera a la FINUL de su intención de cortar un árbol situado al sur de la Línea Azul, es decir, en territorio del Estado judío. A su vez, la fuerza interina de Naciones Unidas para el Líbano informó al Ejército de este país que se desplegó "ya que cualquier cosa que Israel haga en la Línea Azul es sensible", explicó el ministro. En especial, en el tramo de Adaisse, dado que pese a recaer en el lado israelí de la divisoria es reivindicado por el 'País del Cedro', así como otros puntos de la demarcación. "El Líbano se compromete a respetar la Línea pero sabiendo que no es la frontera", añadió.
Cuando el IDF (Fuerzas Defensivas Israelíes) se acercó al árbol, los libaneses le pidieron que esperara hasta que se desplegara la FINUL -como insta la resolución 1701- para que vigilase la operación. "Pero sólo esperaron dos o tres horas y comenzaron a realizar [sus actividades]", reprochó Mitri. Eso fue lo que llevó a los soldados libaneses a disparar tiros de advertencia -"lo tomaron por una provocación", argumentó- y lo que desencadenó una respuesta en forma de bombardeo. "La provocación ha venido de Israel y el origen de todo el problema ha sido dicha provocación, incluso si la respuesta vino de manos de las LAF".
¿Un conflicto inminente?
"Esta mañana, sin embargo, el Ejército libanés y la FINUL fueron consultados y aceptaron que se cortaran otros tres árboles con supervisión de la misión internacional, lo cual es un indicador de que el incidente fue contenido. Si se hubiera aceptado ayer, no habría habido enfrentamiento", añadió Mitri.
El ministro recalcó que Hizbulá no tuvo ningún papel en los combates y desestimó las informaciones publicadas por la prensa israelí, según la cual un alto oficial chií, vinculado al Partido de Dios, habría dado la orden de disparar al aire. "Es un Ejército nacional donde hay musulmanes y cristianos, un Ejército disciplinado donde no importa la filiación política de sus oficiales. No hay razón para pensar que lo ocurrido tiene vinculación con un partido u otro".
Mitri atribuyó los enfrentamientos, los más graves en los últimos cuatro años y los primeros que confrontan a las fuerzas libanesas con las israelíes, a la "tensión en el ambiente" provocada por "las amenazas israelíes de guerra" y por los informes de prensa que hablan de un inminente conflicto. El ministro descartó que haya un giro en la estrategia defensiva del Ejército libanés, hasta ahora habituado a asistir a las violaciones israelíes de la soberanía territorial sin reaccionar.
Capítulo cerrado
"El Gobierno no ha dado instrucciones a las LAF de ser más escrupulosas, pero como dijo ayer el Consejo Superior de la Defensa es el deber del Ejército defender el país". Sin embargo, todo parece indicar que el Gobierno de coalición nacional, que incluye a Hizbulá, ha decidido ser mucho más estricto ante las posibles agresiones israelíes para reforzar su imagen de unidad en el interior del país y demostrar su voluntad de defender la integridad territorial.
Así lo demuestran las declaraciones del presidente Michel Sleiman, que ayer instó a las LAF a defender el país "a cualquier precio", y también las declaraciones del comandante en jefe del Ejército libanés, Jean Kahwaji, quien de visita a la zona de los combates ha afirmado: "Un asalto a un sólo centímetro de nuestra tierra equivale a un ataque contra nuestra nación. Conocemos los métodos y tenemos los medios para impedir un ataque".
Pese al tono de las declaraciones, todo parece indicar que la tensión entre ambos países se ha reducido. La reunión de este miércoles entre las LAF, el IDF y la FINUL es la mejor demostración de que el diálogo entre los agentes involucrados en la resolución 1701, que puso fin a la última guerra del Líbano, sigue abierto. Los analistas confían en que el incidente haya quedado cerrado. "No conducirá a una escalada, porque Hizbulá no está involucrado. Se han mantenido lejos para dejar a las LAF lidiar con el problema", confía Sahar Atrache, del International Crisis Group.
Eso, pese a las amenazas israelíes repetidas hoy por el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien ha advertido que su política "es clara: responderemos con la fuerza a cualquier ataque contra nuestros ciudadanos o nuestros soldados". El hecho de que los analistas no consideren la guerra inminente no significa, sin embargo, que no crean en la proximidad de un nuevo conflicto.
Fuente:elmundo.es
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