Los palestinos abandonarán el diálogo si Israel reanuda la construcción en las colonias
Palabras de varios dirigentes que reflejan el espíritu de la reunión de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) celebrada el viernes por la noche en Ramal, donde se aceptó la vuelta a las conversaciones directas. Uno de sus líderes, Yaser Abed Rabo, insinuó que el éxito de las negociaciones depende de la decisión que tome el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el próximo 26 de septiembre. Una fecha clave, ya que ese día finalizan los 10 meses de congelación (parcial) de la construcción en los asentamientos en Cisjordania.
Respecto a la posición palestina, fuentes del Gobierno israelí han contestado que la continuación de esta congelación "no ha sido planteada" y han destacado que llegan a la cita del 2 de septiembre con "el logro de que no haya condiciones previas". En estos momentos, en el llamado Forum de los Siete (Netanyahu y sus seis principales ministros) sólo hay dos miembros que apoyan públicamente continuar la moratoria de la construcción en las colonias. La previsión es que a medida que llegue la fecha y las negociaciones con los palestinos inicien su camino, la presión del presidente de EEUU, Barack Obama, será tan importante que Netanyahu no podrá ordenar la vuelta a la construcción. Al menos, no de forma completa.
Críticas internas
El enviado especial de la Casa Blanca en Oriente Próximo, George Mitchell, se refería ayer en Washington a este asunto de forma diplomática pero sin dejar lugar a dudas: "Nuestra posición respecto a las colonias es conocida y no ha cambiado. Hemos aclarado a las partes que deben crear condiciones satisfactorias para el proceso de paz. Es importante que sus acciones contribuyan y no perjudiquen el diálogo".
En la OLP no ha sentado muy bien el anuncio de Clinton sobre "unas negociaciones sin condiciones previas". De ahí que los lideres palestinos prefieran refugiarse en anteriores declaraciones del Cuarteto que exigían un diálogo "basado en las fronteras de 1967, el fin de la colonización en Cisjordania y Jerusalén como capital del Estado palestino".
Abu Mazen no acude a las negociaciones directas por una repentina confianza en Netanyahu, sino por la enorme presión de Obama. Aunque hayan pasado sólo unas horas desde el anuncio de Clinton, el líder palestino ya ha recibido críticas internas por haber aceptado dialogar. Y no sólo las previstas de los grupos islamistas de Hamas y de la Yihad Islámica, sino también de algunos sectores de Al Fatah y de la OLP que consideran que es un "intento de Netanyahu para ganar tiempo".
Fuente:elmundo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario