Sinagoga Hurva , al fondo , antes de ser destruida por los jordanos
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Mientras los obreros dan los últimos retoques al imponente edificio, situado a unos trescientos metros del Muro de las Lamentaciones, el antiguo vaticinio sobre la llamada Hurva ("Ruina" en hebreo) recobra actualidad.
"Grandes rabinos dijeron que cuando esta sinagoga sea reconstruida comenzará el período del Tercer del Templo", explica a Efe Nisim Arazi, director general de la Compañía para la Reconstrucción del Barrio Judío de la ciudad vieja.
Para el judaísmo, que vio la destrucción de sus dos anteriores centros de culto en el 586 AC y en el 70 DC, el Tercer Templo deberá ser construido por el Mesías que, a diferencia del cristianismo, aún no ha llegado.
La profecía fue enunciada por primera vez por el conocido como "Gaón (erudito) de Vilna", un sabio judío del siglo XVIII que vivió en Lituania.
Alentando a sus seguidores a emigrar a la ciudad santa -donde hasta ese momento casi no había judíos askenazíes (centroeuropeos)-, profetizó que el período del Tercer Templo comenzaría después de la "tercera construcción" de la "Hurva".
Esta predicción ha generado curiosidad ante la reapertura el próximo 15 de marzo de la sinagoga, levantada sobre el lugar donde hace ocho siglos rezó en Jerusalén el teólogo y pensador judío más importante de todos los tiempos, el cordobés Maimónides.
Construida en piedra blanca y con un cúpula semicircular, el emblemático edificio recobra los motivos neobizantinos de su arquitecto original, Asad Efendi, y los coloridos grabados que adornaban sus interiores.
Primera sinagoga
La primera sinagoga en ese lugar fue levantada en 1700 por el primer grupo de askenazíes que emigró a Jerusalén desde la destrucción del Segundo Templo por los romanos.
"No era una simple sinagoga, era el primer edificio en 17 siglos especialmente construido en tierra santa como lugar de culto judío", explica Arazi destacando la carga espiritual que ello arrastraba.
La prematura muerte del rabino que impulsó su construcción llevó a sus feligreses a endeudarse con la población árabe local, que en venganza por los impagos, la incendió en 1720 y expulsó a toda la comunidad de la ciudad.
Tuvo que pasar más de un siglo hasta que los judíos centroeuropeos obtuvieron un nuevo permiso de los sultanes otomanos para regresar, y tras pagar la cuantiosa deuda de sus ancestros.
Segunda sinagoga
En 1864 fue levantada la segunda sinagoga "Hurva", en el mismo lugar de la primera pero de mucho más esplendor y, gracias a la profecía, se convirtió en el símbolo por excelencia del renacimiento espiritual y nacional judío.
"Hasta ese momento todas las sinagogas en la Tierra de Israel tenían que estar a ras del suelo o ser más bajas que las mezquitas, y la imponente Hurva, con sus 24 metros, fue la primera que conseguía romper esa regulación", explica Gura Berger, portavoz de la compañía.
La sinagoga, centro de la vida judía a nivel mundial, atrajo a personajes tan famosos como Teodoro Herzl, el padre del sionismo, así como a los banqueros Rothschild.
Pero, según la profecía del Gaón de Vilna, también este centro de culto habría de ser destruido, tal y cómo ocurrió en 1948 durante la Primera Guerra Árabe Israelí.
Visible desde cualquier parte de la ciudad, y consciente del valor simbólico que tenía para los judíos, la Legión Jordana la bombardeó en su asalto a la ciudad vieja de Jerusalén.
Fuente:abc.es
"Grandes rabinos dijeron que cuando esta sinagoga sea reconstruida comenzará el período del Tercer del Templo", explica a Efe Nisim Arazi, director general de la Compañía para la Reconstrucción del Barrio Judío de la ciudad vieja.
Para el judaísmo, que vio la destrucción de sus dos anteriores centros de culto en el 586 AC y en el 70 DC, el Tercer Templo deberá ser construido por el Mesías que, a diferencia del cristianismo, aún no ha llegado.
La profecía fue enunciada por primera vez por el conocido como "Gaón (erudito) de Vilna", un sabio judío del siglo XVIII que vivió en Lituania.
Alentando a sus seguidores a emigrar a la ciudad santa -donde hasta ese momento casi no había judíos askenazíes (centroeuropeos)-, profetizó que el período del Tercer Templo comenzaría después de la "tercera construcción" de la "Hurva".
Esta predicción ha generado curiosidad ante la reapertura el próximo 15 de marzo de la sinagoga, levantada sobre el lugar donde hace ocho siglos rezó en Jerusalén el teólogo y pensador judío más importante de todos los tiempos, el cordobés Maimónides.
Construida en piedra blanca y con un cúpula semicircular, el emblemático edificio recobra los motivos neobizantinos de su arquitecto original, Asad Efendi, y los coloridos grabados que adornaban sus interiores.
Primera sinagoga
La primera sinagoga en ese lugar fue levantada en 1700 por el primer grupo de askenazíes que emigró a Jerusalén desde la destrucción del Segundo Templo por los romanos.
"No era una simple sinagoga, era el primer edificio en 17 siglos especialmente construido en tierra santa como lugar de culto judío", explica Arazi destacando la carga espiritual que ello arrastraba.
La prematura muerte del rabino que impulsó su construcción llevó a sus feligreses a endeudarse con la población árabe local, que en venganza por los impagos, la incendió en 1720 y expulsó a toda la comunidad de la ciudad.
Tuvo que pasar más de un siglo hasta que los judíos centroeuropeos obtuvieron un nuevo permiso de los sultanes otomanos para regresar, y tras pagar la cuantiosa deuda de sus ancestros.
Segunda sinagoga
En 1864 fue levantada la segunda sinagoga "Hurva", en el mismo lugar de la primera pero de mucho más esplendor y, gracias a la profecía, se convirtió en el símbolo por excelencia del renacimiento espiritual y nacional judío.
"Hasta ese momento todas las sinagogas en la Tierra de Israel tenían que estar a ras del suelo o ser más bajas que las mezquitas, y la imponente Hurva, con sus 24 metros, fue la primera que conseguía romper esa regulación", explica Gura Berger, portavoz de la compañía.
La sinagoga, centro de la vida judía a nivel mundial, atrajo a personajes tan famosos como Teodoro Herzl, el padre del sionismo, así como a los banqueros Rothschild.
Pero, según la profecía del Gaón de Vilna, también este centro de culto habría de ser destruido, tal y cómo ocurrió en 1948 durante la Primera Guerra Árabe Israelí.
Visible desde cualquier parte de la ciudad, y consciente del valor simbólico que tenía para los judíos, la Legión Jordana la bombardeó en su asalto a la ciudad vieja de Jerusalén.
Fuente:abc.es
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